Sermón sin título
conflicto de los siglos capitulo 38
La biblia es nuestra única seguridad nuestra única salvaguardia contra las influencias de los falsos maestros y el poder engañoso de los espíritus de las tinieblas.
El Anticristo va a efectuar ante nuestra vista sus obras maravillosas. Las falsificaciones se asemejarán tanto a la realidad que será imposible distinguirlas sin el auxilio de las Santas Escrituras. Por medio de su testimonio debemos examinar toda declaración y todo milagro.
Se hará oposición y se ridiculizará a los que traten de obedecer todos los mandamientos de Dios.
Sólo los que hayan fortalecido su mente con las verdades de la Biblia podrán resistir en el último gran conflicto.
Toda alma ha de pasar por la prueba decisiva: “¿Obedeceré a Dios antes que a los hombres?” La hora crítica se acerca. ¿Hemos asentado los pies en la roca de la inmutable Palabra de Dios? ¿Estamos preparados para defender firmemente los mandamientos de Dios y la fe de Jesús?
Antes de la crucifixión el Salvador había explicado a sus discípulos que iba a ser muerto y que resucitaría del sepulcro, y hubo ángeles presentes para grabar esas palabras en las mentes y los corazones
Los terribles juicios que Dios pronunció contra los que adoran la bestia y su imagen deberían inducir a todos a estudiar diligentemente las profecías para saber qué es la marca de la bestia y cómo podrían evitar recibirla.
Pero Dios tendrá un pueblo en la Tierra que sostendrá la Biblia y la Biblia sola como regla fija de todas las doctrinas y base de todas las reformas
Satanás trata continuamente de atraer la atención hacia los hombres en lugar de hacia Dios. Hace que la gente considere como sus guías a los obispos, pastores y profesores de teología, en vez de investigar las Escrituras para saber por sí mismo cuáles son sus deberes. Luego, al controlar la mente de esos guías, puede influir sobre las multitudes de acuerdo con su voluntad.
Y fue la influencia de estos maestros la que indujo a la nación judía a rechazar a su Redentor.
Con mirada profética vio la obra de exaltar la autoridad humana para dominar las conciencias, lo cual ha sido una maldición muy terrible para la iglesia en todos los siglos.