Episodio 4 - El pacto de Redención
La Historia Bíblica de la Redención - Antiguo Testamento • Sermon • Submitted
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Serie la historia bíblica de la redención- A.T Episodio 4 El Pacto de Redención
Serie la historia bíblica de la redención- A.T Episodio 4 El Pacto de Redención
Texto: en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, 'Tito 1:2
'Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, Hebreos 13:20
Introducción
La estructura que encontramos en las Escrituras es una estructura de pactos. Dios hace pactos con Noé, Abraham, Moisés y David. Luego, en el Nuevo Testamento un nuevo pacto es instituido. Sin embargo, todos estos son pactos históricos, son parte de la historia de la humanidad. Pero hay un pacto que se estableció desde toda la eternidad. Conocido por los teólogos como el Pacto de Redención. En este pacto a diferencia de los que encontramos en el A T y del Nuevo Pacto en el N T,
EL “pacto de la redención” se refiere a un pacto que fue establecido desde la eternidad.
Las únicas partes involucradas en este pacto fueron los miembros personales de la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Contemplando el plan eterno de redención, puede decirse que esta revelación especial no fue el producto de un pensamiento posterior, sino que estuvo en la mente de Dios desde el principio.
Las Personas de la Deidad entraron en este pacto antes que el tiempo fuese, y cada uno asumió la parte que le corresponde en ese gran plan de redención como lo revela la Palabra de Dios. En este pacto el Padre da al Hijo, el Hijo se ofrece a sí mismo sin mancha al Padre como un sacrificio eficaz, y el Espíritu administra y da poder para la ejecución de dicho pacto en todas sus partes.
Este pacto no se encuentra explícitamente en las secciones históricas de la Escritura. Sin embargo, existen texto de la escritura que nos confirman que la redención no fue un plan B, sino que siempre estuvo en la mente de toda la trinidad de Dios, donde el Padre es el Originador, el Hijo es el ejecutor y el Espíritu Santo el administrador.
Desarrollo
Por lo antes dicho, Debemos ser cuidadosos al referirnos a la redención y verla como un acto únicamente de Cristo. pues esa es una de las razones que hace que la iglesia de una forma no intencionada ponga énfasis desmedido en alguna de las tres divinas personas, cuando la realidad bíblica nos muestra al trino Dios en su papel redentor activo en cada PERIODO desempeñado por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en toda la escritura.
I. el Padre es el Originador.
i. En este pacto eterno de redención el Padre como el iniciador de este nos ofrece su redención como un mero acto de su voluntad y una muestra innegable de su amor.
ii. La redención es el plan eterno de Dios y eso incluye a su hijo como el ejecutor y consumador de este plan. 'En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. ' 1 Juan 4:10
II. el Hijo es el ejecutor.
Es cierto que, de acuerdo con los designios de la encarnación de la redención, la Segunda Persona asumió aquí en la tierra un puesto de sumisión a la Primera Persona. Pero en ningún sentido le coloca en un estado de inferioridad en su esencia como Dios, lo mismo sucede con la persona del Espíritu Santo como el administrador en el pacto de Redención. Ellos no son inferiores al Padre en poder, existencia y dignidad; significa que, en términos de esta acción, el Padre es el iniciador y el Hijo y el Espíritu Santo están en total acuerdo con el Padre, por lo tanto, el Hijo como ejecutador sabía que en un tiempo en la eternidad él debía vaciarse y someterse a la completa voluntad del Padre, eso incluye que el se convierte en el enviado del Padre.
i. En su papel como ejecutor, Cristo es el enviado del Padre para satisfacer la ira de Dios.
ii. Jesús debía cumplir con toda la ley, sometiéndose en obediencia a la voluntad del Padre.
iii. Jesús con su nacimiento, vida, muerte en la cruz, resurrección y ascensión es el garante y único medio en este acuerdo eterno de redención entre la trinidad de Dios. Él debía cumplir a cabalidad las exigencias del Padre y efectivamente así lo hizo. Pablo nos dice que El cumplió 'siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, Romanos 3:24-25
III. el Espíritu Santo el administrador.
Existen 9 referencias directas al Espíritu Santo en A T y 45 como el Espíritu de Dios, pero en el N T se menciona directamente al Espíritu Santo 69 veces. ¡Él ha estado muy activo y lo estad aun! es el administrador de esta redención y estuvo muy activo acompañando a Cristo en su humillación y exaltación.
i. El Espíritu Santo cubre a maría haciendo posible la gestación del Dios encarnado.
ii. Unge a Jesús en su bautismo
iii. El ESPIRITU SANTO le llena y le dirige al desierto para cumplir la obra de obediencia que había quedado inconclusa en el edén cuando el primer Adán cedió a la tentación.
iv. El Espíritu Santo hace posible que el sacrificio de Cristo sea aplicado a nosotros
v. Confirma la palabra cuando es predicada, redarguye, santifica, convence de pecado.
vi. En su papel dentro del pacto de redención el Espíritu Santo, nos fortalece para denunciar el pecado y anunciar el remedio salvífico en Cristo Jesús.
IV. Podemos decir entonces que, si la redención es un pacto eterno, entonces la iglesia no es un plan B, sino que la iglesia comenzó en la eternidad y esta destinada para la eternidad.
Esto significa que Dios no es tomado por sorpresa, cuando algo no resultó bien, y ahora debe ejercer un plan B, lo que significaría que Dios es igual de inferior que cualquier otro dios pagano.
Conclusión
Entonces cuando hablamos de la redención de Dios hecha por toda la creación y por la humanidad, no podemos hablar de forma simplista de tal forma que le restamos importancia a todo este acto del Trino Dios. La iglesia a través de la historia ha experimentado la redención en distintas partes de forma temporal, pero aún no se ha consumado en los presentes la totalidad del alcance de este plan redentivo, pero el apóstol dice: aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 1 Juan 3:2