Orando en tiempos dificiles (2)

Mientras navegamos en medio de la tempestad de estos tiempos dificiles, no debemos olvidar cual es el propósito de nuestro viaje.

Pablo, sus compañeros de ministerio, los mismos tesalonicenses pasaban por circunstancias desfavorables pero aun asi no olvidaban que su tarea era proclamar el evangelio de Jesucristo y que esta palabra llegará a los corazones necesitados.

De los labios del apóstol sale una humilde, pero también necesaria petición: Orad por Nosotros. Porque en tiempos difíciles la obra del Señor no la hacemos solos y necesitamos de la asistencia del Espíritu Santo para llevarla a cabo.

La primera parte de la petición tiene que ver con el ministerio que tienen que desarrollar:

2 Tesalonicenses 3.1 RVR60

1 Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros,

El deseo de Pablo es que La Palabra del evangelio de Jesucristo se extienda de la siguiente manera:

1. Amplia y rápidamente.

Cuanto más lejos y mas rápido llegue mejor.

Salmo 147.15 RVR60

15 El envía su palabra a la tierra; Velozmente corre su palabra.

2. Que sea glorificada,

que reciba la honra por el efecto que produce n la personas que la escuchan.

Hechos de los Apóstoles 13.48 RVR60

48 Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.

3. Produzca el fruto que hubo en Tesalónica

el deseo de Pablo era que La Palabra de Dios produjera mas creyentes genuinos y congregaciones saludables como la de Tesalonica..

La segunda parte de la petición tiene que ver con los peligros que enfrentan en el ministerio.

Durante todo su ministerio el apóstol tuvo como contendientes a judíos y gentiles incrédulos, Pablo los caracteriza como hombres perversos y malos.

Tuvo que enfrentarse con hombres que actuaban en practicas contrarias a la ley. Como manejar en una autopista donde delincuentes circulan en sentido contrario.

Tuvo que enfrentarse con hombres malos, malignos, amorales, hijos de satanás.

El capitulo 2 de 2 Tesalonicenses trata de manera especifica con la segunda venida de Cristo y la manifestación del Anticristo, el hombre de pecado, el hijo de perdición cuyo carácter esta impreso en la vida de aquellos que no creen en el evangelio y se oponen a la obra salvadora de Cristo en la vida de aquellos que reciben La Palabra de Dios.

Esta oración debemos elevarla a Dios en el contexto de una vida que:

1. Tiene una confianza plena en la fidelidad de Dios para afirmarnos y guardarnos.

2. Tiene una disposición a obedecer lo que se le ha ordenado en La Palabra de Dios.

3. Tiene un corazón inclinado a ser dirigido por Cristo para amar a Dios y persistir con la paciencia de Cristo.