ESTUDIO COLOSENSES - Cómo vivimos
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ESTUDIO DE COLOSENSES - Cómo vivir
ESTUDIO DE COLOSENSES - Cómo vivir
SEGÚN CRISTO
SEGÚN CRISTO
Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
y NO según Cristo… RV60
y NO conforme a Cristo… NVI.
Pablo ataca la herejía de la iglesia marcando una diferencia abismal, SEGÚN “las tradiciones de los hombres”, conforme a los rudimentos o principios del mundo… o espiritus elementales.
La NTV traduce: “poderes espirituales”.
Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.
La verdadera filosofía cristiana lleva “cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”.
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
La filosofía es el amor a la sabiduría, y Cristo es la suma de toda sabiduría.
en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Pero si alguien ama la sabiduría que no es de Cristo, entonces está amando a un ídolo vano. Tal persona siempre está aprendiendo, y nunca puede llegar al conocimiento de la verdad.
Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.
Y no SEGÚN Cristo...
Y no SEGÚN Cristo...
Pero Pablo no dice: “Y no según Dios”; sino: “No según Cristo”. Cristo es la verdadera medida de la verdad de Dios. Él mismo es quien hace visible al Dios invisible y quien hace audible al Dios inaudible. Él es el Verbo. Y lo es no sólo porque es el más acreditado portavoz de Dios, sino también porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en él. Jesucristo habla con autorización divina no sólo porque Dios le designó para esta responsabilidad, sino porque él mismo es Dios encarnado.
Debemos reafirmar nuestra confianza en Cristo como supremo portavoz de Dios, por cuanto él es en sí el Verbo hecho carne, Dios con nosotros.
Completos en él...
Completos en él...
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Este “porque”, viene a dar rozan de la advertencia anterior, “nadie los engañe”, por qué?, porque en Cristo, Dios habita completamente y ustedes al estar unidos a Cristo están completos en él.
“porque en él (solo) habita”, como en un templo, la plenitud de la divinidad.
La palabra griega (Theótes) quiere decir la esencia y naturaleza de la divinidad, no solamente las perfecciones y los atributos divinos (griego, theiótes).
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Como hombre, Cristo no era simplemente semejante a la divinidad, sino que en el sentido más completo él era Dios.
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Los creyentes, por su unión con él, participan en su plenitud de la naturaleza divina.
Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
Y por lo tanto, si estamos llenos de Su plenitud y de todo lo que nos hace falta para vivir la vida cristiana , nosotros, como los colosenses, no necesitamos ninguna fuente suplementaria de la gracia, como aquellas con las cuales sueñan los maestros falsos.
Cristo la Cabeza de todo gobierno...
Cristo la Cabeza de todo gobierno...
y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Cristo es “la Cabeza de todo principado (arj̱es, “gobernante”) y potestad (exousias, “poder dominante”), incluyendo a aquellos que insistirían en que los colosenses vivieran conforme al mundo y no según Cristo.
Sabiendo esto, cómo podemos ir a alguien inferior para conseguir aquello que solamente Cristo nos puede dar.
LA CIRCUNCISIÓN DE CRISTO
LA CIRCUNCISIÓN DE CRISTO
Además, en él fueron circuncidados, no por mano humana sino con la circuncisión que consiste en despojarse del cuerpo pecaminoso. Esta circuncisión la efectuó Cristo. Ustedes la recibieron al ser sepultados con él en el bautismo. En él también fueron resucitados mediante la fe en el poder de Dios, quien lo resucitó de entre los muertos.
Da a entender que ellos no necesitaban el rito externo de la circuncisión, como enseñaban los judaizantes, puesto que ya tenían la realidad interna espiritual de aquel rito. Ya que la circuncisión es consagración a Dios. Y esto no puede ser solamente por un acto físico y corporal.
Lo exterior no hace a nadie judío, ni consiste la circuncisión en una señal en el cuerpo. El verdadero judío lo es interiormente; y la circuncisión es la del corazón, la que realiza el Espíritu, no el mandamiento escrito. Al que es judío así, lo alaba Dios y no la gente.
Ellos fueron circuncidados una vez y para siempre en la “circuncisión de Cristo”, al despojarse, como el acto de quitarse una ropa vieja, del cuerpo de los pecados de la carne.
Los manuscritos más viejos leen, “el cuerpo de la carne”, omitiendo “de los pecados” es decir, “el cuerpo” cuya característica prominente es la carnalidad, o sea el deseo desenfrenado de las pasiones.
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
En el rito de la circuncisión el prepucio es quitado como símbolo de consagración a Dios; en la circuncisión cristiana “el cuerpo de la carne” es quitado espiritualmente y para siempre, y el creyente comienza a vivir en libertad y ya no es mas esclavo del pecado.
El bautismo aquí se considera como la sepultura de la vieja vida carnal, con la cual el acto de la inmersión corresponde simbólicamente a la muerte y sepultura de Cristo, que en ese momento llevaba en su cuerpo el pecado de todos nosotros.
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Así como la resurrección de Cristo fue para gloria del Padre, así nosotros tenemos nueva vida para Su gloria también.
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
VIDA JUNTAMENTE CON ÉL
VIDA JUNTAMENTE CON ÉL
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Muertos en pecados...
Muertos en pecados...
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
Así como Cristo estaba entre los muertos, antes que Dios le levantara “de entre los muertos”, nosotros también fuimos levantados estando muertos en nuestros pecados o más bien, según el griego, “transgresiones”; lit., “caídas al lado” del camino.
Y en la incircuncisión de vuestra carne, o sea que no se despojaron de la vieja naturaleza pecaminosa.
Les dio vida juntamente con él. Así como la resurrección de Cristo demostró que él fué librado del pecado puesto sobre él, así nuestra vivificación espiritual demuestra que hemos sido perdonados de nuestros pecados.
en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
“Borrando” y por lo tanto “cancelando” la acusación de la ley contra vosotros. La ley (incluyendo especialmente la ley moral) .
La ley sólo puede producir obras externas, no la obediencia interna de la voluntad, la cual en el creyente proviene del Espíritu Santo en Cristo
Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.
Esto fue posible debido a la obra de Cristo en la Cruz, que quito el acta de los decretos que nos era contraria y la clavó en la cruz
Llevando Cristo la maldición de la ley violada por nosotros, nos ha redimido de la maldición de la ley.
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
En su persona clavada en la cruz, la ley misma fué clavada allí. Un modo antiguo de cancelar las cédulas o pagarés era el de meter un clavo a través de la escritura; parece que esta costumbre existía en Asia en aquel entonces.
En el sacrificio de Jesús en la cruz, Dios le sujetó a él todos los principados, etc., declarándolos impotentes en cuanto a la obra y al pueblo de él.
La muerte y resurrección de Jesús proporciona enormes beneficios a los que creen en él. Éste es el tema de Pablo en estos versículos.
Dios nos ha hecho completos en Cristo (2:10). Entre otras cosas, esto quiere decir lo siguiente:
1 Dios nos ha circuncidado mediante «la circuncisión de Cristo»; es decir, nos ha purificado mediante la eliminación de nuestro viejo hombre carnal, crucificándolo con Cristo (2:11).
2 Nos ha resucitado con Cristo y nos ha dado vida nueva en él (2:12–13).
3 Nos ha perdonado todos los pecados (2:13b).
4 Ha anulado la ley como documento acusador contra nosotros (2:14).
Pero ahora Pablo añade otra gran consecuencia de la muerte y resurrección de Cristo:
5 Dios ha desarmado los poderes malignos (2:15).
Está claro que Pablo, al hablar de «poderes y autoridades», está pensando no en todos los seres invisibles sin excepción, sino específicamente en las huestes malignas.
Se trata de los ángeles caídos, los que resisten a Dios y, bajo la nefasta dirección de Satanás, someten a esclavitud a los seres humanos en el «dominio de las tinieblas» , los que también constituyen las huestes del mal contra las cuales los creyentes tenemos nuestra lucha (Efesios 6:12).
AGARRÁNDOSE A LA CABEZA
AGARRÁNDOSE A LA CABEZA
Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.
Ese “por tanto” esta haciendo referencia a que estáis completos en Cristo, y Dios en él ha provisto de todos las esenciales para la vida cristiana, sin agregados de leyes necesarias para completar la aceptación de Dios.
Como por ejemplo comida … bebida o días sagrados. Lo cual era sombra de lo que había de venir… y lo que había de venir era el cumplimiento de todo eso en Cristo.
Pero el cuerpo es de Cristo...
Pero el cuerpo es de Cristo...
Es interesante destacar esta frase de Pablo que trajo bastante discusión entre los teólogos mas eruditos. Ya que el griego dice literalmente “pero el cuerpo de Cristo”.
Lo que algunos han sugerido es que el «cuerpo» es el del creyente y que el texto está diciendo que el cuerpo del creyente pertenece al Señor.
Otros dicen que está hablando del cuerpo resucitado del Señor.
y otros dicen que hace referencia al cuerpo de Cristo que es la iglesia.
Casi cae por su peso que debemos entender «cuerpo» en contraste con «sombra».
La sombra anticipa la llegada del cuerpo; el cuerpo es el objeto que arroja la sombra.
El contraste es entre la sombra de lo insustancial de los símbolos y lo sólido de las bendiciones actuales, entre lo temporal y lo permanente.
Por eso algunas traducciones lo dicen de la siguiente manera:
NVI : “La realidad se halla en Cristo”.
NTV: “Cristo mismo es esa realidad”.
DHH: “La verdadera realidad se halla en Cristo”.
MUERTOS CON CRISTO.
MUERTOS CON CRISTO.
Si con Cristo ustedes ya han muerto a los principios de este mundo, ¿por qué, como si todavía pertenecieran al mundo, se someten a preceptos tales como: «No tomes en tus manos, no pruebes, no toques»? Estos preceptos, basados en reglas y enseñanzas humanas, se refieren a cosas que van a desaparecer con el uso. Tienen sin duda apariencia de sabiduría, con su afectada piedad, falsa humildad y severo trato del cuerpo, pero de nada sirven frente a los apetitos de la naturaleza pecaminosa.
La pregunta sigue retumbando en mi cabeza.... Por qué?
El apóstol se pregunta y les pregunta a los creyentes de Colosas, Por qué se siguen manejando como si todavía pertenecieran al mundo. Y se someten.
El apóstol supone que los fieles de Colosas han muerto con Cristo a todos los ritos y preceptos que tengan que ver con el exterior de la persona.
Para quien vive en Cristo, no hay «tabú» que pueda hacerle bien ni mal. No olvidemos el desprecio que los gnósticos sentían hacia todo lo material.
La muerte y resurrección con Cristo traslada a la persona a un mundo diferente, a una esfera superior en que la santidad no se mide por los centímetros de largo de la pollera, ni por cuantos dedos de alcohol, etc., sino que todo lo que no daña la salud, tanto espiritual como corporal (y descartando el escándalo al hermano débil), le es permitido al cristiano siempre y cuando lo haga con acción de gracias.
Yo, de mi parte, estoy plenamente convencido en el Señor Jesús de que no hay nada impuro en sí mismo. Si algo es impuro, lo es solamente para quien así lo considera. Ahora bien, si tu hermano se angustia por causa de lo que comes, ya no te comportas con amor. No destruyas, por causa de la comida, al hermano por quien Cristo murió. En una palabra, no den lugar a que se hable mal del bien que ustedes practican, porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo.
Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
Me temo que muchos creyentes, sanos en doctrina, fallan algún tanto en esto, en comportarse con amor.
Es cierto que tenemos de separarnos de lo mundano, pero, como bien apunta Thieme (Teologo):
«La separación es PARA Dios, no para mí mismo. Yo no tengo que ser satisfecho con lo que hacen los demás, yo tengo que limitarme a amarlos con todo mi ser.