CLASE 3 A.T.
PERIODO DE PRINCIPIOS
(Desde la creación hasta Noé)
Gén. 1:1–11:32
En los primeros once capítulos del Génesis, tenemos el relato del origen del universo, de la tierra con la vida que en ella está, de la creación animal y humana.
Luego tenemos la historia de la primera morada del hombre, de su pecado, y de cómo pierde el paraíso en que vive. Después nacen hijos, la población se extiende, y la impiedad abunda.
La mezcla de la línea religiosa de Set con la línea pagana de Caín (6:2, 4) completa la degeneración de la raza, y Dios tiene que destruir a la humanidad con un diluvio, menos una familia buena, la de Noé.
En cada generación Dios rechaza los elementos inferiores entre los hombres, señalando una línea justa que empieza con Set, toca a Noé, y llega a Abraham como cabeza de la familia escogida, aquella familia en la cual había de ser realizada la redención de la raza.
A. INTRODUCCION AL PENTATEUCO
Antes de iniciar el estudio de los libros individuales del Pentateuco y del texto bíblico, conviene dar una ojeada sobre el Pentateuco en general, puesto que los libros de que se compone tienen entre sí una relación definitiva.
1. Definición de la palabra “Pentateuco”
La palabra Pentateuco viene de dos palabras griegas, pente, cinco, y teujos, libro, y significa cinco libros, referente a los primeros cinco libros de la Biblia.
2. Concepto de un “Hexateuco” de algunos autores
Algunos autores han desarrollado la teoría de un Hexateuco, palabra que significa seis libros, clasificación según la cual se agrega al Pentateuco un sexto libro, el de Josué.
No hay fundamento histórico para tal concepto, ni desde el punto de vista de la paternidad literaria, ni en relación con la costumbre de los judíos, ni en ninguna versión o manuscrito antiguo, aunque en la Versión Etiópica se reconoce un octateuco (ocho libros), desde Génesis a Rut
3. Autor
Nos ha de interesar una investigación breve del problema de la paternidad literaria del Pentateuco.
Opiniones en cuanto al autor
La idea más común ha sido que el autor fue Moisés, idea que ha regido en círculos judíos desde la antigüedad, y que ha prevalecido en la teología protestante, evangélica, y católica, durante los siglos.
Según esta opinión, Moisés ha de haber sido el autor de todo el Pentateuco, con excepción del relato de su muerte (Deut. 34), y algunos otros breves pasajes.
Problema del autor en relación con las fuentes literarias
Vamos a notar primero aquella evidencia que más ha interesado a los investigadores modernos, y cuál ha sido su interpretación de ella.
El problema que se presenta aquí es la cuestión de la relación de las fuentes literarias con el problema de la paternidad literaria.
La cosa que más ha llamado la atención, y que mayormente ha contribuído a la formación de ciertas teorías modernas, ha sido el uso en el Pentateuco de varias palabras que significan Dios.
Entre estas palabras está la voz Elohim, que es la palabra genérica en hebreo que significa dios, o dioses (ya que es plural en forma), y que se traduce Dios en la Versión Reina-Valera, cuando se usa como nombre personal de Dios.
Otra forma que se emplea es Yehowah, que en nuestra versión se traduce Jehová. Es el nombre personal de Dios que lo distingue de otros dioses; es el Dios de los hebreos.
A veces una combinación de las dos formas se emplea: Yehowah Elohim. También se emplean las formas apocopadas, o abreviadas. Una forma apocopada es El, Dios, y se emplea en combinación con otro nombre de Dios (con Elohim, en Gén. 33:20; 46:3
y con la adición de Yehowah, en Jos. 22:22; Sal. 50:1); o con algún atributo de Dios (El Elyón: Dios Altísimo, Gén. 14:18; El Schadáy: Dios Omnipotente, Gén. 17:1; 28:3; Ex. 6:3; etc.)
Otra forma apocopada es Yah que se traduce Jehová en Ex. 15:2; Sal. 89:8b; se traduce más literalmente JAH en muchos pasajes: Sal. 68:4; 94:7, 12; 118:14; Is. 12:2; 38:11.
Arguyen algunos eruditos de la época moderna que el uso de estos términos personales de Dios puede servir de guía para distinguir entre los autores de ciertos pasajes, o sea, distinguir y separar las fuentes y los documentos que los compiladores han incluído en su obra completa.
Cuando se usa el nombre Yehowah, según esta teoría, el pasaje en que aparece ha sido escrito por cierto autor que tenía preferencia para este término. Cuando se emplea el nombre Elohim, otro autor ha escrito el pasaje. Una combinación de los dos nombres Yehowah Elohim implicaría un tercer autor, etc.
Las siguientes referencias, con una indicación de los términos empleados, aclararán lo dicho ya:
En Gén. 1:1–2:3, se emplea el nombre Elohim.
En Gén. 2:4–3:24, se emplea el nombre Yehowah Elohim, nombre doble que vuelve a repetirse en el Pentateuco sólo en Ex. 9:30.
En Gén. 6:1–9:29, se emplean los nombres Yehowah y Elohim indistintamente, lo que implicaría, según la teoría que vamos comentando, una mezcla de dos documentos o fuentes.
En Gén. 11:1–9, y 12:1–13:18, se usa el nombre Yehowah.
En Gén. 14:1–24, se emplea el nombre El Elyon (Dios Altísimo).
A. R. Miles, escritor conservador, expresa su objeción a la teoría documentaría que acabo de exponer, y se refiere a la posibilidad de fuentes escritas: “Esta conclusión no contradice la posibilidad de que Moisés hubiera empleado documentos antiguos que trataban de hechos anteriores a su tiempo, algunos de los cuales se hallan en el libro del Génesis”
Se debe notar que, en relación con el Pentateuco, en Núm. 21:14 se menciona una fuente escrita, que sería un ejemplo de otros libros perdidos que el autor del Pentateuco habría tenido a su disposición.
Este libro se titula: Libro de las Guerras de Jehová. Creo que se debe admitir, con Orr, Miles, y otros conservadores, que el autor de los libros del Pentateuco podía haber usado tales fuentes escritas, que le habrían sido heredadas del pasado.
Entre los trozos que habrían sido derivados de tales documentos originales, podemos mencionar las tablas genealógicas: Gén. 5:1–32; 11:10–26; la tabla de las naciones: Gén. 10:1–32; los pasajes poéticos: Gén. 4:23, 24; 9:25–27; etc.
El relato de la muerte y sepultura de Moisés es un pasaje del Pentateuco que ha sido reconocido casi universalmente como perteneciente a otra mano que no es la del gran legislador.
Así opina el escritor conservador J. H. Raven, que sugiere que Josué podría haber sido el autor del relato del cap. 34 de Deuteronomio, y posiblemente de la referencia en Núm. 12:3, que dice: “Aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra”
En sentido parecido se expresa B. H. Carroll con respecto al Pentateuco: “Moisés … escribió estos libros con excepción del último capítulo que fue escrito por el autor del libro intitulado Josué, que fue Josué mismo” (ob. cit., pág. 50).
Así también Miles, otro autor conservador, dice: “… todo esto comprueba que Moisés escribió el Pentateuco, menos el último capítulo del Deuteronomio, que la tradición judaica y el Talmud atribuyen a Josué” (ob. cit., pág. 144).
Efectivamente los pasajes en Núm. 12:3 y en Deut. 34 parecen provenir de la mano de otro escritor que no es Moisés.
Hay ciertos pasajes err el Génesis que dan la impresión de que fueron agregados después de que los israelitas ya estaban habitando en la tierra prometida. Sigue una lista de algunos pasajes, ejemplos de muchos otros que se hallan en diversas partes del Pentateuco.
Referencia a Dan. Gén. 14:14.
En este pasaje tenemos una referencia a la persecución de los cuatro reyes orientales, por Abraham y sus criados, que “siguiólos hasta Dan”. La ciudad de Laís no recibió el nombre de Dan hasta después de que fue conquistada por los danitas (Juec. 18:29).
El pasaje en Gén. 36:31 dice: “Y los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de Israel, fueron estos”, etc. Estas palabras vienen de una época cuando ya había rey en Israel.
En Gén. 12:6 se nos dice: “El Cananeo estaba entonces en la tierra.” Comp. también Gén. 13:7. Esto indica que cuando estas palabras fueron escritas, el cananeo ya no estaba en la tierra, cosa que no sucedió sino hasta después del tiempo de Moisés.
Expresiones de tiempo
Ciertas expresiones implican una fecha cuando los israelitas ya estaban en su tierra. Tales son las siguientes: Hoy (Gén. 22:14); hasta este día (Gén. 26:33): hasta hoy (Gén. 35:20); etc.
Conclusión del argumento sobre el problema del autor
Llegamos a la conclusión de que Moisés es el autor del Pentateuco, con las pequeñas excepciones mencionadas en los últimos párrafos.
En la composición del Génesis, Moisés tal vez se valió, en parte, de tablillas, traídas posiblemente por Abraham desde Ur de los caldeos.
A este respecto dice Adams: “Como ciudadano de Ur, Abraham debe haber conocido la literatura de su época …
Tal vez Moisés usó relatos dejados por algún otro, o algunos otros, como José, relatos que constituían una herencia literaria del pasado.
Quizás usó también datos orales acerca de los orígenes de la raza y de la nación.
Para el resto del Pentateuco, probablemente utilizó sus propios códigos de leyes, y experiencias, así como las tradiciones de su nación.
INTRODUCCION AL LIBRO DE GENESIS.
Para mí, una de las obras magnas de la literatura es el Génesis. Su significancia trasciende todo arte humano. Su importancia para el estudio de los orígenes de la raza, y de las instituciones de la religión, supera a todo otro libro.
El Génesis es el baluarte del AT. Sin él, resulta no sólo incompleta la Biblia, sino incomprensible. Es como la piedra de ángulo del edificio.
se hallan en el Génesis otros aspectos de la verdadera religión: la obediencia como prueba de la fe, el sacrificio expiatorio, los principios morales; todo está claramente anunciado.
se hallan en el Génesis otros aspectos de la verdadera religión: la obediencia como prueba de la fe, el sacrificio expiatorio, los principios morales; todo está claramente anunciado.