Promesas a Dios.
Obediencia Total a la Palabra.
No permitir a sus hijos casarse con incrédulos.
Proteger el día del Señor.
También prometemos no comprar mercadería ni grano que la gente de esta tierra traiga para vender en el día de descanso o en cualquier otro día sagrado.
Practicar el Sabático.
Cada séptimo año dejaremos que nuestras tierras descansen y perdonaremos toda deuda.
Pagar el mantenimiento del Templo.
»Todos nos comprometemos a no descuidar el templo de nuestro Dios».
Dar lo mejor al Templo.
»Nos comprometemos a llevar cada año al templo del SEÑOR la primera parte de toda cosecha, sea producto de la tierra o de nuestros árboles frutales. 36 Aceptamos entregar a Dios nuestros primeros hijos varones y las primeras crías de todo nuestro ganado y de nuestros rebaños, como lo establece la ley. Los presentaremos a los sacerdotes que ejercen el ministerio en el templo de nuestro Dios. 37 Almacenaremos los productos agrícolas en los depósitos del templo de nuestro Dios. Llevaremos lo mejor de nuestra harina y otras ofrendas de grano, lo mejor de nuestra fruta, lo mejor de nuestro vino nuevo y de nuestro aceite de oliva.
Mantener a los obreros del Templo con sus diezmos.
Además, prometemos llevar a los levitas una décima parte de todo lo que nuestra tierra produzca, porque son los levitas quienes recogen los diezmos en todas nuestras poblaciones rurales.
38 »Un sacerdote —descendiente de Aarón— estará con los levitas cuando reciban esos diezmos. Una décima parte de todos los diezmos que se reúnan será entregada por los levitas al templo de nuestro Dios para ser colocada en los depósitos.