Jesús:La Luz del mundo
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Texto Juan 8:12
DESARROLLO
DESARROLLO
Vivimos en un mundo oscuro; un mundo eclipsado por la gran sombra del pecado. Las personas perdidas a nuestro alrededor buscan con afán la verdad y no les es fácil encontrarla. Debido a su ceguera espiritual.Están totalmente atrapados en los lazos de la inmoralidad, idolatría y :
“en las obras infructuosas de las tinieblas”Efesios 5:11
La Biblia enseña que los pecadores son los “que dejan los caminos derechos, para andar por sendas tenebrosas” (Pr. 2:13)
Por tanto, Pr 4:19 “el camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan”
Pero no tienen excusa quienes con necedad “hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz” (Is. 5:20),
“pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido” Ro. 1:21;
Dice Efesios 4:18 tienen “el entendimiento entenebrecido, [son] ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Ef. 4:18).
Como resultado de esta ignorancia, “el necio anda en tinieblas” (Ec. 2:14) y “el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va” (Jn. 12:35).
Jesucristo vino a este mundo como “la luz en las tinieblas [que] resplandece” Juan 1:5, la “luz verdadera, que alumbra a todo hombre” (v. 9). Cuando Él era niño, Simeón lo llamó “luz para revelación a los gentiles, y gloria (Lc. 2:32)
Hoy estudiaremos: JESÚS: ES LA LUZ DEL MUNDO
1.El LUGAR
1.El LUGAR
Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
“el lugar de las ofrendas”cajas de las ofrendas, ubicadas en la sección del templo llamada patio de las mujeres (el segundo patio de adentro hacia afuera). Se llamaba así porque era la parte del templo más interna a la que podían acceder las mujeres normalmente.
Fue en este lugar en que Jesús observó después a una viuda pobre dando su ofrenda de un centavo :
Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.
El patio de las mujeres era un lugar ideal para la enseñanza de Cristo porque era público y ocupado. El sanedrín se reunía en un salón cercano, casi a una distancia donde la voz del Señor era audible, pero nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora. Jesús siempre estuvo bajo el control soberano de su Padre y en su calendario divino, de modo que sus enemigos no podían hacerle daño antes del momento señalado.
2.
2.
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
La frase otra vez es que ya se les había dicho.
“Yo soy la luz del mundo”Juan había usado ya la metáfora de la luz para describirlo:
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
En el Antiguo Testamento había abundantes alusiones a ella:
Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
Nadie se ha autodeclarado así,ni Mahomo,ni Soloastros, Dalai lama,ni Jose Smith.
Cuando Jesús decía ser la luz del mundo, claramente afirmaba ser Dios:
El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria.
Solo Jesucristo trae la luz de la salvación al mundo maldito por el pecado. Él es la luz de la verdad para la oscuridad de la falsedad, es la luz de la sabiduría para la oscuridad de la ignorancia, es la luz de la santidad para la oscuridad del pecado, es la luz de la alegría para la oscuridad del lamento, y la luz de la vida para la oscuridad de la muerte.
En Juan 7 vimos la Fiesta de los Tabernáculos donde durante el día se vertía agua y Jesús se declaró ser el Agua Viva.Ahora por la noche.En el mismo patio de las mujeres en que Jesús hablaba, alumbraban cuatro grandes candelabros para iluminar el cielo nocturno como un reflector. Su luz era tan brillante que una fuente judía antigua declaró: “No había un patio en Jerusalén que no reflejara su luz”
Servía como un recordatorio de la columna de fuego por la cual guió Dios al pueblo de Israel en el desierto:
Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
(Éx. 13:21–22). El pueblo —incluso los líderes de mayor dignidad— danzaba alrededor de los candelabros durante la noche, sostenían antorchas ardientes en sus manos y cantaban canciones de alabanza. Fue en este trasfondo de la ceremonia cuando Jesús hizo el anuncio sorprendente de ser la verdadera luz del mundo.
Pero a diferencia de los candelabros fijos y temporales, Jesús es una luz que nunca se apaga, una luz para ser seguida. Tal como Israel siguió la columna de fuego en el desierto, así Jesús llamó a los hombres a seguirlo:
El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
El que sigue a Jesús, como Él lo prometió, no andará en las tinieblas del pecado, el mundo y Satanás, sino que tendrá la luz que produce vida espiritual:
Salmo 36:9 “En tu luz veremos la luz”
Los creyentes iluminados por Jesús reflejan su luz en el mundo oscuro:
Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
Juan 8:12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue”
“Akoloutheō” (sigue) se usa a veces en un sentido general para hablar de las multitudes que seguían a Jesús:
Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos.
Pero también puede referirse más específicamente a seguirlo como un discípulo verdadero:
Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
En ese contexto, tiene la connotación de sumisión completa a Jesús como Señor. Dios no acepta corazones a medias para seguir a Cristo: recibirlo como Salvador pero no seguirlo como Señor. La persona que viene a Jesús lo hace en los términos de Él, o no lo hace; una verdad que ilustró Jesús en:
Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado. Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
Una ilustración aún más llamativa de este principio se encuentra en el diálogo de Jesús con el joven rico:
Lucas 18:18-27 “Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.”
La riqueza de este hombre trajo cierta clase de paz a su vida y le dio poder y prestigio. Cuando Jesús le dijo que vendiera todo lo que poseía, tocaba su seguridad e identidad. El hombre no entendió que estaría mucho más seguro si seguía a Jesús, más que la estabilidad que le daba sus riquezas. Jesús no pide a todos los creyentes que vendan las cosas que tienen, más bien esta puede ser su voluntad para algunos. Sin embargo, nos pide todo para que no nos atrape algo que quizás consideremos más importante que Dios. Si la base de su seguridad ha cambiado de Dios a lo que usted posee, sería mejor deshacerse de esas posesiones.
En contradicción chocante con los principios del evangelismo contemporáneo, en realidad Jesús alejó a un afanado posible discípulo. El Señor no estaba interesado en hacer la salvación artificialmente fácil para las personas, quería que fuera genuina. Quería lealtad absoluta, obediencia y sumisión.
En Lucas 9:23–24 dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará”
“cruz”. Vea la nota sobre Mateo 10:38. La abnegación(RENUNCIA VOLUNTARIA) fue un hilo común en la enseñanza de Cristo a sus discípulos:
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
La clase de abnegación(RENUNCIA VOLUNTARIA) que Jesús busca es una disposición firme a obedecer sus mandamientos, servirse unos a otros y sufrir, quizá hasta el punto de morir, por su causa.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Seguir a Cristo no es difícil, como lo ilustra caminar en la luz. Es mucho más fácil que dar tumbos en la oscuridad:
Dad gloria a Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis luz, y os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas.
La luz visible del mundo es el sol. Este sol material ilumina todo el mundo, y así lo hace también este otro:
“Sol de justicia” Mal. 4:2, que es nuestro Salvador
Así como los que habían seguido la columna de luz en el desierto y no se habían rebelado contra Dios, habían llegado a la Tierra Prometida, mientras los demás habían dejado allí sus cadáveres, así también ahora, los verdaderos seguidores de Cristo, no andarán en tinieblas, sino que llegarán seguros a la tierra de la luz:
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.