OÍD AL SEÑOR

Intro.

Dios en su soberanía y misericordia permite que el mundo entero este pasando una pandemia.

¿Cómo debemos responder ante la situación que estamos viviendo?

Hay quienes están propagando temor, discordia, inseguridad y andan buscando culpables.

En su misericordia hace que esta crisis sea un llamado para volver a Él. Dios nos está llamando al arrepentimiento y quiere que sean salvos de algo mucho peor.

El contexto de nuestro pasaje de hoy podemos notar que:

El pueblo había olvidado lo que Dios hizo por ellos (v. 4).

Perdieron la devoción a Dios (v. 6-8).

En lugar de devoción genuina trataron de comprar el favor de Dios con sacrificios rituales.

Lo que Dios esperaba de aquellos que lo buscaban era justicia, misericordia y obediencia (v. 8).

Entonces Dios les habla y dice que le presten atención a lo que iba hacer por causa de sus pecados.

El mundo entero le ha dado la espalda a Dios, ya no hay reverencia mucho menos devoción. Tratan a Dios como si fuera un mercader de favores que hay que comprarlo con velas, rezos, peregrinación, ofrendas o diezmos.

Dios nos habla, y hace un llamado a todos a que nos arrepintamos de nuestros pecados.

Veamos lo que nuestro texto nos enseña:

I. DIOS ESTÁ LLAMANDO v.9a

Es un llamado misericordioso, porque nos quiere con Él.

No hay nada mejor en esta vida y la venidera que estar con Dios.

Él es nuestro creador, pero también quiere ser tu Dios.

Es un llamado para salir de las tinieblas del pecado. (1Pe 2:9)

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”

Es un llamado para cuidar nuestra comunión con Dios.

Israel descuidó su comunión con Dios y el resultado fue una corrupción espiritual.

Creían que cumpliendo algunos ritos ya estarían bien.

Hay cristianos y no cristianos que piensan porque van a la iglesia o la misa, prenden velas y le echan rezos u oraciones, ya se sienten bien, piensan que Dios estará de su lado. Leer Miq 6:6-8

Es un llamado de advertencia:

El pueblo de Israel había caído en la idolatría, hechicería, codicia y la corrupción.

Sus malas acciones que son una “rebelión” (1:5) les llevaría a un castigo. Y Dios los acusa de su pecado.

II. TEME A DIOS v.9b

¿qué es temor a Dios?

un sentimiento de profundo respeto -reverencia- a Dios.

El temor a Dios es de hombres sabios (Pr 1:7)

El temor a Dios nos conduce a obedecer su palabra.

Noé al preparar el arca (Heb 11:7)

Abraham al ofrecer a su hijo (Gn 22:12)

José al no buscar venganza (Gn 42:18)

Nehemías al ser un buen administrador público (Neh 5:15)

Cornelio, quien temió a Dios con toda su casa (Hch 10:2)

Si no hay temor a Dios, no se puede amar a Dios, y si no amamos a Dios, no amaremos ni obedeceremos su verdad.

El temor a Dios nos lleva al arrepentimiento.

Mateo 10:28: Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

III. ARREPENTIMIENTO

Miqueas profetizó acerca del juicio venidero sobre Israel, el coronavirus es una muestra del juicio que viene para todos aquellos que no se arrepienten de sus pecados, el infierno.

Dios está llamando al arrepentimiento antes que se acabe el tiempo.

Lc 13:5 “si no os arrepentís, todos pereceréis...”

2Pe 3:9 “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”

¿Qué es arrepentimiento?

Es un cambio de actitud y acción del pecado a la obediencia a Dios.

Dios quiere, por el bien de nuestras almas, que le sigamos en obediencia.

Mat 22:37 describe como es ese cambio

“Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”.

No le hagamos un mal peor a nuestra alma, volvamos a Dios, en arrepentimiento, y no dejemos de seguirlo y disfrutaremos de la belleza y grandeza de Cristo.

Somos criaturas mediocres que se enredan con el alcohol, el sexo y la ambición, cuando en realidad se nos ofrece un gozo infinito. Somos como un niño ignorante que quiere seguir jugando con lodo en una pocilga solo porque no puede imaginar el significado de la oferta de unas vacaciones junto al mar. Nos contentamos con demasiada facilidad. C.S. Lewis

CONCLUSIÓN

Dios es soberano, misericordioso, justo y santo. Por tanto, atendamos al llamado de Dios con temor y en arrepentimiento.

No hay pecado que Dios no perdone porque grande es su misericordia y gracia infinita en Cristo Jesús.