Jonás 1

Jonás I

Cuando leemos las noticias o las oímos en el radio o las vemos en la TV, son bastante deprimentes. Oímos de corrupción en los gobiernos, de robos, de secuestros, de trafico de drogas, de prostitución, abuso de los niños, etc.. Algunos de estos eventos nos asustan, otros nos dan ganas de llorar, otros ganas de salir corriendo, otros nos dan mucha cólera. En general, la situación nos hace pensar que en realidad el juicio de Dios es necesario. De hecho, nos dan ganas que de una vez juzgara a algunos de los responsables y los mandara de una vez al infierno.

Sentimientos parecidos a los nuestros debieron tener muchos en Israel en la época del libro que vamos a estudiar.

Esta historia sucede en el 8tavo siglo antes de Cristo. En aquella época Asiria era uno de los peores enemigos del pueblo de Israel. Nínive era la ciudad más grande de Asiria, solo Babilonia era más grande. Mapas Era extremadamente corrupta, inmoral y cruel. Esta información no está en detalle en este libro, pero otros profetas si nos describen su situación. (Nahum 3:1-3) Según descubrimientos arqueológicos, los asirios no tenían piedad alguna con los pueblos conquistados. Mataban a todo el mundo, pero si podían los torturaban, cosas espantosas. (Skinned, pirámides de cabezas)

Jonás 1:1-3 Empieza el capítulo cuando Dios ante la maldad de Nínive, le manda a Jonás que se levante y vaya a predicar contra Nínive. Notemos la palabra contra. No lo envió a darles las buenas noticias, sino a advertirles de lo que les iba a pasar si seguían en su maldad. Pero contrario a lo que podríamos esperar de un profeta de Dios, Jonás en vez de obedecer, salió huyendo de la presencia de Dios!

Ninive quedaba como a 800km al Este de Israel, y Tarsis se cree que era una ciudad en la península ibérica (costa del sol en España), 3000km al oeste de Israel. Mapa Jonás no solo escogió desobedecer la orden de Dios, sino que salió huyendo tratando de irse lo más lejos posible de donde Dios lo quería.

No es que Jonás se hizo el tonto, o se escondió, él bajó de las montañas hacia el puerto de Joppa, compró un tiquete en el barco cuyo destino fuera él más lejano a lo que Dios le estaba pidiendo. Desobedece premeditadamente y se embarcó.

Cómo reacciona Ud. cuando Dios le pide algo así? Tal vez algunos pensarán, a mi Dios no me ha mandado a ninguna parte. Será eso cierto? Dios nos pide muchas cosas de muchas maneras distintas. Nos puede pedir que hagamos algo, o que dejemos de hacer algo. A veces nos habla poniéndonos una situación al frente (vemos un chiquito muerto de hambre), otras veces nos habla por medio de otra persona, pero lo más común es que nos hable a través de su Palabra. El 95% de lo que Dios nos pide nos lo dejó por escrito en la Biblia. Si Ud. lee la Biblia diariamente sabe que hay mucho en lo que no es tan obediente como debiera.

Si Dios le está pidiendo algo, está Ud. siendo obediente? Recordemos lo importante que es la obediencia a Dios (1Jn 2:3,4).

Si siente que Dios lo llama a algo específico en su vida que va en contra de su razonamiento (Noe, Abraham) o en contra de sus deseos (perdonar a alguien o dejar una actividad o relación), cómo reacciona? Habrá algo que Dios le está pidiendo y que Ud. está actuando como si no fuera con Ud.? (Mat 28:19,20) A veces reaccionamos como Jonás, no queremos enfrentar algo o alguien y tratamos de evitarlo. Pero cuando huimos de lo que Dios nos pide, hay un costo que no se puede recobrar. Jonás pagó un tiquete (que no debió ser barato), el cual casi le cuesta la vida y cuyo valor nunca recuperó. Igual cuando tratamos de evitar lo que Dios nos pide, tiene un costo en nuestras vidas. Como economista diría el costo de oportunidad! Perdemos el tiempo en la huida que podríamos aprovechar para caminar dentro de su voluntad perfecta. Ej. Amelia no podía ir al campa x examen, ora, cambian examen, no va y luego se pregunta si Dios la perdonará por no haber ido. Si la perdona, pero perdió el campa! Si no perdonamos a alguien, estamos pasando tiempo amargados y perdemos la oportunidad de disfrutar de una buena relación, si no dejamos una actividad o persona que no nos conviene, estamos perdiendo el tiempo en algo o alguien, que nos evita estar disfrutando de algo o alguien mejor que Dios tiene para nosotros. Si no le contamos a alguien de lo maravilloso que es conocerlo a Él, nos perdemos del gozo de ser parte en el trabajo de Dios en la vida de otros.

En la Biblia tenemos ejemplos de reacciones opuestas ante la voluntad de Dios. Algunos como Jonás, salieron huyendo, otros reaccionaron de manera impresionante, y ahora son ejemplos de como deberíamos reaccionar nosotros: (Isa 6:8; Luc 1:30-38) Isaías y la virgen María son casos de personas que Dios utilizó de manera maravillosa porque estuvieron dispuestos a servir a Dios en lo que él les pidió, aun cuando aquello no tuviera sentido ni pareciera lo mejor para ellos. Cómo reacciona Ud. ante la idea que Dios quiere que compartamos su amor con todos los demás? (Eze 3:18) Como Jonás o como Isaías?

Volvamos al texto 1:4

Vemos que Dios no dejó que Jonás se fuera en paz en su desobediencia. No sé si ya lo experimentaron, pero déjenme decirles, así es como Dios actúa con sus hijos! Tal vez no tan drástico como con Jonás, porque no salimos huyendo tan obvio como él. Sin embargo, Dios no deja que sus hijos se alejen de su voluntad sin hacérselos saber de una manera inequívoca! “You can run but you cannot hide” dijo Joe Louis. Eso es cierto con Dios. No hay manera que podamos escondernos de Dios, no hay lugar donde él no nos pueda ver. (Sal 139:1-10 y sigue) Esto es ambos un consuelo y una gran amenaza! Un consuelo porque nunca estamos solos. Y cuando estamos acompañados por el Dios todopoderoso, nada nos debe asustar ni preocupar. Por el otro lado, es una amenaza en el tanto que no hay nada que podamos hacer sin que nos vea, ni lugar adonde podamos huir y que no nos encuentre.

La pregunta es porque salir huyendo? (Jer 29:11) Si Dios nos llama a algún lugar o a hacer algo, él nos acompaña y él hace la parte difícil. En la Biblia cada vez que Él le pide a alguien que haga algo, también los acompaña y les da el poder para cumplir lo que les pide. (Exo 4:13-16; Luc 21:14,15) compartimos la dicha

Resumiendo:

1.     Le está pidiendo algo Dios? Cómo reacciona, como Isaías o como Jonás?

2.     Para que tratar de huir? Imposible e innecesario.