En busca de refugio Seguro.
fe y confianza en el Señor • Sermon • Submitted
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· 59 viewsNuestro refugio, es el Señor, necesitamos, buscarle siempre a él y no otros refugios, que no son seguros.
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Introducción:
Introducción:
Hermanos, comenzaremos, con esta historia que nos hará reflexionar, sobre la ayuda que Dios da al hombre cuando nos acercamos y pedimos su protección:
¨LA TELARAÑA EN LA PUERTA¨
Dicen que una vez un hombre era perseguido por varios malhechores que querían atracarlo, en una zona montañosa. El hombre entró en una cueva. Los malhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores a la que él se encontraba.
Con tal desesperación elevó una plegaria al Creador: “Dios Todopoderoso, haz que tus ángeles bajen y tapen la entrada, para que no entren a matarme”.
En ese momento escuchó a los hombres acercarse a la cueva en la que él se encontraba, y vio que apareció una arañita.
La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada. El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez más angustiado: “Señor te pedí ángeles, no una araña.”
Y continuó: “Señor por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme”.
Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observó a la arañita tejiendo la telaraña.
Estaban ya los malhechores entrando en la cueva anterior y el hombre se quedó esperando su muerte. Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva, ya la arañita había tapado toda la entrada.
Entonces se escuchó esta conversación:
– Entremos en esta cueva.
No. No hace falta.
¡Mira, hay una telaraña! Es imposible que haya podido entrar en esta cueva sin romperla. Sigamos buscando en las otras.
A veces como seres humanos pedimos cosas que desde nuestra perspectiva humana son lo que necesitamos, pero Dios nos da aquellas pequeñas cosas que se pueden volver grandes.
A veces pedimos muros, paredes para estar seguros, pero Dios en cambio nos pide confianza en Él, para dejar que su poder se manifieste y haga que algo como una telaraña nos de la misma protección que una muralla.
Hermano, amigo, si estas buscando refugio seguro y has pedido un muro y no ves más que una telaraña, recuerda que Dios sabe lo que realmente necesitamos.
Aprendamos a confiar en Dios y Él actuará!!!
En nuestra lectura de hoy, el Salmo 121, es un cántico que asegura al fiel peregrino que Dios lo vigilará en su ascenso a Jerusalén.
El cántico consiste de tres partes:
1) Un peregrino a punto de ir a Jerusalén que expresa su preocupación por el viaje y se consuela con una confesión de fe en Dios, el Creador y Ayudador.
1) Un peregrino a punto de ir a Jerusalén que expresa su preocupación por el viaje y se consuela con una confesión de fe en Dios, el Creador y Ayudador.
1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? 2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
Podemos entender como un peregrino, una persona que va a visitar un lugar sagrado, generalmente caminando, por motivos religiosos.
Y otra forma que podemos definir un peregrino, es una persona que anda o viaja por tierras extrañas que presentan dificultades.
Para ambos caso, esta expresión de preocupación, pero al mismo tiempo de de consuelo que encontramos en los versos 1 y 2, tiene gran aplicación.
Si ya usted es un hijo e hija de Dios, cuando enfrenta las dificultades de la vida, cuando esta enfrentando los problemas, puede decir lo mismo que el Salmista:
¨ Alzaré mis ojos a los montes , al cielo, podríamos decir ¿de dónde vendría su socorro? , pero también encontrará la respuesta afirmando su fe en el Señor , ¡ mi socorro viene del Señor que hizo los cielos y la tierra!
Hermanos, para nosotros los creyentes, hijos de Dios, nuestra única fuente de ayuda, es nuestro padre Celestial.
Podemos entonces retomar para nosotros las palabras de l escritor de Hebreo, en Hebreos 13.6
6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.
hora, pero, que tal si usted es un peregrino, que anda sin Dios, en este mundo, no tiene la seguridad de un creyente, usted cree en Dios a su manera, usted ha vagado por el mundo, como andábamos muchos que un día decidimos entregar nuestra vida a Cristo, yo quiero decirle en esta tarde, que si hoy usted, se arrepiente de su mala manera de vivir, si usted hoy busca la ayuda y socorro de Dios, usted, lo podrá encontrar.
Dios está diciendo hoy, a su vida:
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Dios quiere ayudarle, estimado amigo, amiga, Dios quiere sacarte de este mundo pecaminoso, que sólo te trae angustias y dificultades, que debes hacer:
Abre tu corazón a él, déjale entrar a tu vida, é quiere ser parte activa de tu vida.
No busques en tu propia opinión, muros, paredes para protegerte en esta vida, deja que Dios te proteja, con esas pequeñas, pero grandes cosas que él hace en la vida del hombre y la mujer.
La ota parte de nuestro salmo de hoy, es:
2) Otra persona, tal vez sacerdote, ora por el peregrino y le da seguridad de la protección divina.
2) Otra persona, tal vez sacerdote, ora por el peregrino y le da seguridad de la protección divina.
Salmos 121: 3 -8
3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. 4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. 5 Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. 6 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. 7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. 8 Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
Por el cambio en el lenguaje que usa el autor, quien pasa del uso de pronombre de primera persona (“mis”, “mi” de los vv. 1–2) al de segunda (“tu”, “te”) en los versos del 3- 8, podemos entender que son, por tanto, las palabras de alguien, quizá un sacerdote, que acompaña al peregrino.
Hay varias declaraciones que esta persona según parece un sacerdote en aquel tiempo del pueblo de Israel, enseña acerca de Dios, cuando actúa en nuestro socorro.
A. No dará tu pies al resbaladero.
El Señor sostiene a los suyos, a los que en él confían.
24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano.
No hay mejor cosa que estar agarrado de la mano de Dios, no importa lo que venga, lo que pase, estamos seguros, aún en la muerte, estamos seguros cuando estamos en las manos de Dios, no vamos a condenación eterna.
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
B. Ni se dormirá el que te guarda.......no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.
Hermanos, el señor, no duerme, no descansa, no toma vacaciones, él está ahí siempre, atento a nosotros, él viene siempre en nuestra ayuda, y sus ojos están sobre nosotros.
15 Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos.
Así que en tiempos difíciles, en tiempos que pensemos que no tenemos donde acudir, donde refugiarnos, no busquemos paredes, o grandes fuertes materiales o humanos que nos protejan, busquemos al Señor que está atento a usted y a mí.
Amigo, amiga, porque refugiarte en este mundo, porque refugiarte en sus placeres, en las cosas pasajeras que este mundo ofrece, cuando podes refugiarte en el Señor.
Él es el único refugio seguro que el hombre y la mujer, con una actitud humilde, una actitud de arrepentimiento, una actitud de alguien dispuesto a dejar que cambie su vida, puede ir, no hay otro mejor.
Jesús dijo:
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Amigos, amiga, hermano que quizás te haz alejado del Señor, Él, está esperando por usted, hy, él quiere ser tu refugio.
3 El sacerdote asegura que el Señor, cuando vienes a él, te guardará por el resto de tu vida y aun más allá.
3 El sacerdote asegura que el Señor, cuando vienes a él, te guardará por el resto de tu vida y aun más allá.
7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. 8 Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
Hermanos y amigos, una vez que entregamos nuestra vida al Señor, entonces comenzamos a ser peregrinos en esta tierra hasta aquel día en que los creyente lleguemos a la Jerusalén celestial, mientras hacemos efectiva nuestra ciudadanía Celestial,pero mientras andamos en este peregrinaje contamos la ayuda y protección de nuestro Dios.
Pablo dijo a la iglesia de Filipos.
20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Pedro nos advierte también de los peligros en este peregrinaje en 1 Pedro 2:11, necesitamos tomar esta advertencia:
11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
Jesús al orar por sus discípulos, dijo Juan 17:14-17
14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Así que hermanos, estamos en este mundo, pero no somos del mundo, y Jesús el Dios encarnado, ha prometido guardarnos del mal, en cambio, nuestro comportamiento en este mundo, no debe ser como del mundo, sino santificados en la verdad de Dios, en su palabra.
Gracias a Dios porque nos ha salvado, de la condenación eterna, pero también ha dado esa salvación para todo aquel que viene a él, para que seamos hijos e hijas de él, y tengamos en quien refugiarnos, mientras andamos en este mundo lleno de pecado y de problemas.
Hermanos, amigos,
¡ Que paz y que tranquilidad para aquel o aquella persona que deposita su confianza en Dios y deja de confiar en este mundo, y ahora se abandona en sus tiernos cuidados.
No hay refugio, como el Señor!!!
1 Samuel 2.2
2 No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el Dios nuestro.
Conclusión:
Conclusión:
Estás en Cristo, no tema, porque nuestro refugio, nuestro socorro viene de Jehová el que hizo los cielos y la tierra.
¡No busques paredes, no busques fuertes humanos, busca esas pequeñas y grandes cosas que Dios hace en la vida de los suyos!
No te refugies en tu propia opinión, santificate en la palabra de Dios y vive como peregrino de esta tierra y como ciudadano del Cielo.
Amigo, necesitas un refugio, ven al Señor Jesús.
El Señor te dice:
26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.
Él quiere tu corazón, porque de él mana la vida.
El quiere tu corazón, porque quiere ayudarte, quiere ser tu refugio seguro.
¿Qué dirás a esta invitación del Señor?
Vamos a orar.