EL GOZO DE SER PERDONADOS (1ra parte)

Intro.

Todos sabemos muy bien que el pecado es malo, y todo lo que es malo solo produce más maldad, dolor y sufrimiento. El pecado ofrece placer momentáneo, pasajero y las consecuencias pueden ser permanente o por un tiempo más prolongado que lo que el placer ofrece y dura.

David sabe muy bien lo que es ocultar el pecado y no arrepentirse. Nosotros también somos expertos en eso. No hay hombre más feliz que aquel que se humilla ante Dios y confiesa sus pecados en arrepentimiento y Dios lo perdona, lo libra de la culpa del pecado.

Salmos 32:1 dice:

Reina Valera Revisada (1960) Salmo 32

Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada,

Cuando reflexionamos en el estado de un corazón perdonado vemos a un hombre bendecido y feliz. El salmista David da gracias a Dios porque ha sido perdonado.

En esta mañana vamos a ver:

La bendición de ser perdonado v.1-2

La confesión y arrepentimiento de pecados v.3-5

El alma perdonada no deja de buscar a Dios v. 6-7

El alma perdonada sigue las instrucciones Dios v.8-9

El alma perdonada se regocija en Dios v.10-11

I. La bendición de ser perdonado v.1-2

No se compra

con penitencia

buenas obras

aún los creyentes tratan de comprar el perdón de sus pecados con “buenas obras”: pagando diezmos, ofrendas, participando de alguna actividad o ministerio.

ningún hombre (pastor, evangelista, “apóstol”, cura o santo o virgen) puede absolvernos de nuestros pecados, solo Dios.

Es un perdón completo

Dios perdona los pecados

El salmo inicia con la Palabra “bienaventurado” que indica el estado más feliz del hombre y en el NT aparare para referirse al hombre que es verdaderamente feliz por haber sido perdonado y aceptado como hijo de Dios, porque es consciente de sus pecados y una vida sin Dios.

En los versos 1 y 2 vemos tres palabras “transgresión”, “pecado” e “iniquidad”

“transgresión” (pesha') es un delito por haberse revelado contra Dios.

“pecado” (hata'ah) es una ofensa hacia Dios (Ex 32:30-34 por haber hecho ídolos).

“iniquidad” (awon) enfatiza la responsabilidad o culpabilidad de no cumplir u obedecer la ley de Dios (Ex 15:31).

Pablo usa este pasaje para enseñar acerca de la justificación del hombre (Rom 4:7-8)

Una persona bienaventurada es aquel a quien Dios atribuye justicia sin obras, sino solo por la fe (Rom 4:6)

Nuestras “iniquidades son perdonadas”

nuestros “pecados son cubiertos” así como Dios cubrió la vergüenza de Adán, la justicia de Dios en Cristo cubre nuestros pecados.

nuestro pecados, Dios ya “no toma en cuenta” ya no nos acusa de nuestros pecados (Rom 8:1a) porque Cristo las cargó en la cruz (Is 53:6). Cristo llevó nuestras iniquidades y cargó nuestro castigo.

De modo que, mereciendo la paga del pecado, que es la ira de Dios, Él nos absuelve de todos nuestros pecados, todo lo que estaba a nuestra cuenta queda anulado (Col 2:14), somos libre de culpa y perdonados completamente, solo por la MISERICORDIA de Dios.

Col 2:14 “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz”

Es para siempre

Cuando Dios nos perdona nos tiene en sus brazos y nunca nos suelta, porque hemos sido perdonados. (Ex 34:7)

No lo perdemos, porque no lo hemos ganado.

Él no nos pierde, porque Dios no pierde nada.

Su perdón nos libra del temor del pasado, presente y el futuro.

Todas las promesas de Dios son mías, todo el consuelo que Él ofrece es mío, todas las circunstancias que obran de acuerdo a su providencia son mías, el amor de Dios es mío, la infinita misericordia de Dios me pertenece, el poder de Dios quien sostiene el universo ahora son parte de mi vida, la vida eterna es mía, la nueva creación donde moraran todos los hijos de Dios me pertenece, todo esto lo recibo para siempre por su Gracia eterna por que he sido perdonado en Cristo.

¡QUIEN COMO AQUEL HOMBRE, QUÉ FELICIDAD DEL HOMBRE QUE RECIBE TODO ESTO PORQUE HA SIDO PERDONADO!!

Comentario Bíblico de Matthew Henry Versículos 1–6

«El perdón del pecado es el fundamento de toda bendición del pecador, pues es el privilegio fundamental del que fluyen todos los demás ingredientes de su verdadera felicidad»

Es una invitación a ser verdaderamente hombres que tienen el gozo de ser perdonados.

Cuanto menos te preocupes de buscar ser feliz y buscas más a Dios, más feliz serás.

La bendición de ser perdonado no se compra, es un perdón completo que sólo Dios otorga al pecador que se arrepiente y es paras siempre.

¿quien es el bienaventurado? aquel que no encubre su pecado, sino que recibe perdón perdón, esto nos lleva al siguiente punto de lo que salmo 32 nos habla:

II. La confesión y arrepentimiento v.3-5

Es una necesidad

Es la necesidad más grande de la humanidad es confesar que es pecador y arrepentirse de sus pecados porque ella solo produce tormentos en esta vida y la eternidad.

David da testimonio de como el pecado afectó su vida:

3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. 4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. cp. Sal 31:10

mientras David permaneció en silencio y sin arrepentirse, sufrió y sintió continuamente las consecuencias de su pecado.

Si alguien se ofrece voluntariamente a pagar todas tus deudas, estarías dispuesto a confesar todas aquellas deudas que tienes, todas.

Hechos 17:30

Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.

Es el primer paso que nos lleva a reconciliarnos con Dios

David, solo después de confesar y arrepentirse de sus pecados disfrutó el perdón de Dios.

Dios quiere salvarte de tus pecados y de las consecuencias fatales que provoca, Él quiere reinar en tu vida y así poder experimentar el verdadero gozo y felicidad. Todo esto no lo ganamos con nuestras obras, Dios ya lo hizo todo por nosotros par recibirlo, pero antes debemos confesar y arrepentirnos.

Pon tu fe en Cristo, sólo en Cristo recibimos perdón de pecados para salvación.

Si tu eres creyentes no encubras tus pecados, confiésalos.

1 Jn 1:8-9 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Conclusión

Solo en Cristo podemos ser aceptos por el Padre. Sin Cristo el juicio de Dios está sobre nosotros, pero cuando nos entregamos a Cristo, Dios nos mira por medio de su Hijo y somos aceptos para tener comunión con Dios, una entrada libre para buscar a Dios todos los días.

Puedes recibir el perdón de tus pecados si vienes a Cristo con fe y arrepentimiento y disfrutar de su Gracias y Misericordia todos los días de tu vida.