MATEO TAREA 3 FINAL
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A modo de comentario: (contribución para que lo lean y analicen).
Procurando señales Mateo 12:38–42. Los escribas y los fariseos trataron de poner a Jesús “en su sitio” requiriéndoles que les mostrara señal (38). Esta es la palabra usada generalmente en el evangelio de Juan refiriéndose a los milagros que realizaba. El Maestro acababa por cierto de darles una señal sorprendente con la curación del ciego y sordomudo endemoniado. Pero ellos exigían algo más sensacional y espectacular. Lucas 11:16 dice que estaban pidiendo “señal del cielo” para probar que El era el Mesías. Jesús les negó tal cosa.
Cristo aseveró que la generación mala y adúltera demanda señal (39). Aquí la palabra adúltera está empleada en sentido espiritual, como en Isaías y Oseas, significando que eran desleales a Jehová, apartados de Dios.
La única señal que Jesús les daría, ellos podrían encontrarla en las mismas Escrituras Sagradas. Esta es una saludable advertencia para aquellos que hoy en día andan buscando “señales” sensacionales. La Biblia es la base de nuestra creencia. De modo que “la fe es por el oir, y el oir, por la palabra de Dios” (Ro. 10:17). Este es el único fundamento para nuestra fe.
De la manera que Jonás estuvo tres días “en el vientre del gran pez” (cf. Jon. 1:17)—“no hay ballenas en el Mediterráneo”—así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra (40). Por causa de la dificultad de encontrar tres días y tres noches entre el viernes por la tarde y el domingo por la mañana, mucha gente ha abogado la idea de la crucifixión en miércoles. Pero esto requeriría la resurrección el sábado por la tarde. El jueves sería más apropiado; pero, por alguna causa, este día no ha sido muy favorecido por los comentadores.
Lo importante es notar que los judíos reconocían parte del día como si fuera el día completo. De modo que encontramos bien, viernes, sábado y domingo. Más tarde Jesús declaró definitivamente que El “resucitaría al tercer día” (16:21). El tercer día, comenzando el viernes, sería el domingo. Cuando colocamos esto con la fuerte tradición de la Iglesia Primitiva de que la crucifixión fue realizada el viernes, parece razonable aceptar que ese día es correcto. Los judíos eran mucho más flexibles en cuanto a su pensamiento sobre el tiempo que lo que somos nosotros en nuestra edad de tiempo contado por segundos. El “reloj” más precioso que tenían era el de sol.
Entonces Jesús advirtió a sus oyentes que los hombres de Nínive (41) y la reina del Sur (42) (la reina de Saba, cf. 2 Cr. 9:1–9) se levantarían en el juicio contra esta generación y la condenarían por su incredulidad. Con mucha menos luz ellos obedecieron al llamado de Dios y siguieron la vislumbre que vieron.
e. Barrido pero vacío Mateo 12:43–45 El significado de este párrafo en su contexto está bien establecido por Neil. Escribe: “Israel había tenido un poco de éxito en su meta de deshacerse de las manchas más negras de su pasado, merced a su profesión verbal de lealtad a la ley; pero siete demonios peores habían entrado y tomado posesión de su vida religiosa—fanatismo, intolerancia, prejuicio, y el resto de los pecados del judaísmo.”
Lugares secos o “sin agua” (43), se refiere a tierras inhabitables para el ser humano, porque no hay agua potable. Meyer dice que los desiertos “tenían fama de ser moradas de demonios”.
Jesús les estaba advirtiendo en contra del peligro de tener sólo una conversión parcial—una reforma sin regeneración. No es bastante librarse de los malos hábitos del pecado. Eso solamente dejará la vida desocupada, barrida y adornada (44). El último es el verbo griego kosmeo; su significado básico es “poner en orden”.
Si un hombre ha sido reformado moralmente sin una transformación espiritual, el resultado puede ser que el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero (45). Cristo debe llenar la vida limpia para conservarla salva.[1]
Otro comentario de contribucion
11:24–26 La parábola del regreso del espíritu inmundo
Cf. Mt. 12:43–45
El v. 24 parece introducir un tema completamente nuevo. Sin embargo, es más probable la teoría según la cual toda la sección, más bien extensa, que comienza con v. 14 y se extiende por lo menos hasta v. 36, y en un sentido hasta el final del capítulo, forma una unidad. En v. 16 algunas personas están pidiendo una señal; no es sino hasta v. 29 que Jesús reflexiona sobre esta petición. Además, Lc. 11:14, 15 habla de “un demonio” y “demonios” y v. 24 similarmente de “el espíritu inmundo”. Finalmente, en un paralelo casi exacto (Mt. 12:43–45) y su contexto aparece la expresión generación mala tanto en vv. 39 como 45 (cf. Lc. 11:29).
Con esto como trasfondo llegamos a la conclusión que la esencia de Lc. 11:24–26 en su contexto es esto: Algunas personas—fariseos, escribas y sus seguidores—han acusado a Jesús de estar aliado con Satanás, aun de ser endemoniado (Mr. 3:22; cf. Jn. 7:20; 8:48, 52; 10:20). Jesús ahora está afirmando que estos enemigos mismos han sido “reposeídos”, y no solamente por uno sino por ocho demonios.
En lo religioso las cosas no habían estado siempre tan malas como ahora lo estaban. Había habido un tiempo cuando la nota positiva, “convertíos”, que Juan había hecho sonar, había logrado muchos seguidores (Mt. 3:5; Lc. 3:7). Poco después la misma admonición procedente de los labios de Jesús (Mt. 4:17), junto con sus otras enseñanzas muy positivas, había sido recibida con entusiasmo (Jn. 3:26).
Puede haber parecido por un tiempo que un demonio había sido expulsado del Israel de ese tiempo. Pero bajo la influencia de los escribas y fariseos, hombres envidiosos, el cuadro aun ahora estaba cambiando rápidamente. En este mismo momento estos dirigentes perversos están planeando la destrucción de Cristo (Mt. 12:14). Y por último, el pueblo judío representado por la gente frente a la cruz gritará “¡Crucifícale, crucifícale!” (Mt. 27:20–23; Lc. 23:21, 23). Lo harán estimulados por sus líderes (Jn. 19:6, 15, 16). Un demonio ha sido reemplazado por ocho.
Entendida bajo esta luz, la ilustración usada por Jesús es clara. Se ve que la conexión es muy estrecha.
24, 25. Ahora bien, cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, vaga por lugares áridos buscando reposo; y al no hallarlo dice: Volveré a la casa que dejé. Va y la encuentra barrida limpia y arreglada.
Surgen preguntas; por ejemplo: “¿Por qué se describe a este espíritu inmundo como vagando por ‘lugares áridos’?”
Posible respuesta: Si estamos acostumbrados a asociar a los ángeles buenos con lugares donde prevalecen el orden la hermosura y la plenitud de vida, ¿no parece natural relacionar los ángeles malos con regiones donde imperan el desorden, la desolación y la muerte?
Y, ¿qué de la casa que queda vacía (“barrida, limpia y arreglada”)? Ese tipo de condición podría bien describir a Israel durante los días del ministerio activo de Juan el Bautista y poco después. Mucha gente parece haber tenido miedo de “el hacha ya puesta a la raíz del árbol”. Se alarmaron lo suficiente como para aceptar al bautismo, y hasta quizás estuvieran dispuestos a dejar de cometer algunos de sus pecados más groseros. Pero la innocuidad no es lo mismo que la santidad. Una casa vacía no es un hogar cálido y acogedor. Desistir de hacer el mal difiere por muchísimo de ser una bendición.
Lo que Jesús requiere es la completa devoción del corazón, de manera que rinda una espontánea acción de gracias a Dios y que por amor a él sea una bendición al prójimo. Se requiere nada menos que esto. La higuera que produce solamente hojas es maldita aunque no produce fruto malo (Mt. 21:19). El hombre que enterró su “talento” (Lc. 19:22, 23) fue rechazado. Los que durante la vida presente no han hecho nada en favor de los hambrientos, sedientos, etc., jamás entran en los salones de la gloria (Mt. 25:41–46). Cf. Stg. 4:6.
Por esta mismísima razón era inevitable una colisión entre Jesús y sus críticos. La bondad comenzó a chocar con la frialdad; la tolerancia con el exclusivismo; la generosidad (amor) con el egoísmo. Además, los escribas y los fariseos tenían sus muchos discípulos. Según lo veían sus enemigos, eso empeoraba el asunto. Entonces más lo odiaban. La situación de ellos llegó a ser la descrita en la parábola: el individuo que una vez estuvo poseído ahora vuelve a ser poseído:
26. Entonces va y trae otros siete espíritus más malos que él mismo, y ellos vienen y viven allí. Y la condición final de esa persona viene a ser peor que la anterior.
¿Parecen quizás demasiado duras estas palabras? En realidad no lo son. Revelan la verdad. Además, ¿no notamos un llamado a la conversión? Véanse pasajes en este capítulo tales como vv. 9–13, 20, 23, 28, 32, 41, 42, y la advertencia implícita en este mismo versículo (26 b).[2]
Pasajes bíblicos:
La generación perversa demanda señal
(Lc. 11.29–32)
38Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. 39El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. 41Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar. 42La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.
El espíritu inmundo que vuelve
(Lc. 11.24–26)
43Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo haya. 44Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. 45Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación. [3]
El espíritu inmundo que vuelve
(Mt 12:43-45)
"(v.43). Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo haya. (v.44) Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. (v.45) Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación".
[1] Earle, R. (2010). El Evangelio Según San Mateo. In Comentario Bíblico Beacon: Mateo hasta Lucas (Tomo 6) (pp. 129–131). Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones.
[2] Hendriksen, W. (2002). Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio Según San Lucas (pp. 600–602). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
[3] Reina Valera Revisada (1960). 1998 (Mt 12:38–45). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.