ESTUDIO DE FILEMÓN - Introducción

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INTRODUCCIÓN A LA CARTA DE FILEMÓN

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INTRODUCCIÓN

Pablo escribió esta carta desde Roma alrededor del 60 d.C., cuando se hallaba bajo arresto domiciliario (véase Hechos 28.30, 31). Onésimo era un esclavo doméstico que pertenecía a Filemón, un hombre rico, miembro de la iglesia en Colosas. Onésimo había huido de Filemón y se había dirigido a Roma, donde se encontró con Pablo, que parece que fue el que lo guió a Cristo (v. 10). Pablo lo convenció de que huir de sus problemas no los resolvería y lo persuadió a regresar a su amo. Pablo escribió esta carta a Filemón para pedirle que se reconciliara con su esclavo fugitivo.
Onésimo significa «útil». Pablo usó un juego de palabras, al decir que Onésimo no había sido de mucha utilidad en el pasado, pero que había sido muy útil tanto para Filemón como para Pablo.
A pesar de que Pablo quería permanecer con Onésimo, lo envió de regreso, esperando que Filemón lo aceptara no como un esclavo fugitivo perdonado, sino también como un hermano en Cristo.

AUTOR

Paternidad literaria. Los padres de la iglesia como Ignacio, Tertuliano, Orígenes y Eusebio dan evidencia de la canonicidad de este breve libro. Asimismo, formaba parte del canon de Marción y del códice Muratorio.
El autor se refiere a sí mismo como Pablo tres veces en la epístola (vv. 1, 9, 19) y el estilo y lenguaje de la misma evoca al mismo apóstol (cf. v. 4 con Fil. 1:3–4). Las introducciones de las epístolas paulinas comúnmente usan los términos “amor” y “fe” (V. “Introducciones de las epístolas paulinas”, en el Apéndice, pág. 364). Y también aparecen esos vocablos en Filemón 5. Además, existe una estrecha relación con el libro de Colosenses, porque ambas epístolas mencionan a Arquipo, Epafras, Aristarco, Demas y Lucas (cf. Col. 4:10, 12, 14, 17).

LUGAR y TIEMPO DE SU COMPOSICIÓN

Pablo estaba prisionero cuando escribió Filemón (vv. 1, 9). Por lo tanto, esta epístola ha sido incluida en las llamadas “cartas de la prisión”. Fue escrita durante el primer encarcelamiento de Pablo por los romanos en el año 61–63 d.C.
Debido a que Onésimo acompañó a Tíquico, quien llevó la carta a Colosas, es evidente que las dos epístolas fueron escritas aproximadamente al mismo tiempo, probablemente en el verano del año 62 d.C.
Esta Epístola está íntimamente relacionada con la Epístola a los Colosenses. Las dos fueron llevadas por el mismo portador, Onésimo (con quien, sin embargo, está unido Tiquico en la Epístola a los Colosenses),
Colosenses 4.9 RVR60
con Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber.
Las personas que envían saludos son las mismas, con excepción de una, Jesús llamado Justo (Colosenses 4:11). Igualmente en ambas es saludado Arquipo (v. 2; Colosenses 4:17). Pablo y Timoteo están en los encabezamientos de ambas. En ambas aparece Pablo como preso (v. 9; Colosenses 4:18). De ahí resulta que fué escrita en el mismo tiempo y lugar como la Epístola a los Colosenses (lo que fué cerca de la misma fecha como la Epístola a los Efesios), es decir, en Roma, durante el primer encarcelamiento de Pablo, años 61 a 62 d. de C.

DESTINATARIOS

Filemón es el destinatario. A juzgar por su posesión de esclavos y del tamaño de su casa (suficientemente grande como para albergar a la iglesia local mencionada en el v. 2), ese hombre era un rico residente de Colosas.
Aunque no se sabe cuándo escuchó a Pablo predicar por primera vez, es evidente que Filemón fue un convertido de Pablo (v. 19b). Parece ser que los dos llegaron a ser amigos durante los tres años que el apóstol ministró en Éfeso (Hch. 19).
Comúnmente se cree que Apia (Flm. 2) era la esposa de Filemón y Arquipo su hijo, aunque esto no puede afirmarse de manera dogmática.
Entre los primeros lectores de la carta se encuentran los miembros de “la iglesia que está en tu casa” (la de Filemón, Flm. 2).
Posiblemente Arquipo era un oficial de esa iglesia y Filemón servía como colaborador (vv. 1–2; contrasta los términos “colaborador” y “compañero de milicia”).
Lightfoot sugiere que Arquipo era un anciano o que cumplía una labor misionera, ambas responsabilidades de mucha importancia en la iglesia.
Algunos sugieren que Arquipo pudo haber sido el pastor. Por lo tanto, es probable que éste sí tuviera alguna función oficial en Colosas (Col. 4:17).

OCASIÓN Y PROPÓSITO

La ocasión o motivo por el cual se escribió Filemón es prácticamente idéntico a la historia que se relata en la misma epístola.
Onésimo, uno de los esclavos de Filemón, había huido y evidentemente hurtó algo de su amo (Flm. 18). De alguna manera, uno de sus viajes lo condujo a Roma en donde, por la providencia divina, tuvo contacto con Pablo. A través de ese contacto, el apóstol lo condujo a conocer a Cristo como Salvador. Así que, de alguna manera, Onésimo llegó a ser útil a Pablo (vv. 12–13).
Pero Pablo se dio cuenta de que Onésimo tenía un deber que cumplir con Filemón y que debía restituirle lo robado. De esta manera, Pablo consideró justo devolver a Onésimo a su amo. Tíquico recibió la encomienda de llevar la carta de Pablo de Roma a Colosas, y evidentemente Onésimo debió haber viajado con él de regreso a casa.
Colosenses 4.7–9 RVR60
Todo lo que a mí se refiere, os lo hará saber Tíquico, amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor,el cual he enviado a vosotros para esto mismo, para que conozca lo que a vosotros se refiere, y conforte vuestros corazones,con Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber.
En esta carta, Pablo explica su situación y pide a Filemón que trate a Onésimo no como a un esclavo y ladrón fugitivo, sino como a un amado hermano en Cristo Jesús (Flm. 15–16; cf. Col. 4:9).
Al hacer esto, el apóstol no solamente proporciona información para ayudarnos a conocer la institución de la esclavitud en la era apostólica, sino también la responsabilidad que tiene el cristiano ante ella.
La esclavitud estaba esparcida por todo el Imperio Romano. En estos días, los cristianos no tenían poder político para cambiar el sistema de la esclavitud. Pablo no condena o condona la esclavitud pero se empeña en que las relaciones se transformen.
El evangelio empieza a cambiar las estructuras sociales por medio del cambio que opera en la gente que se halla dentro de esas estructuras.
1 Corintios 7.20–24 BTX
Cada uno permanezca en la condición en que fue llamado. ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te preocupes, pero si también puedes llegar a ser libre, más bien aprovéchate; porque el que fue llamado por el Señor siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. Por precio fuisteis comprados, no os hagáis esclavos de los hombres. Hermanos, cada uno permanezca ante Dios en el estado en que fue llamado.
Colosenses 3.22–24 RVR60
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
¡Qué diferencia hizo la condición social de Onésimo, como un cristiano, para con Filemón! Dejó de ser un simple esclavo, un sirviente, llegó a ser también un hermano.
Ambos, tanto Onésimo como Filemón, llegaron a ser miembros de la familia de Dios, iguales en Cristo. La condición social de un cristiano, como miembro de la familia de Dios, va más allá de todas las demás distinciones entre los creyentes. ¿Usted menosprecia a algún cristiano? Recuerde, ellos son sus iguales delante de Cristo.
Gálatas 3.28 RVR60
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
La forma en que usted trata a sus hermanos y hermanas en la familia cristiana refleja su verdadero compromiso cristiano.
Pablo también aporta una brillante lección acerca de la verdad del evangelio con las palabras: “ponlo a mi cuenta”
Filemón 18 RVR60
Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.
Onésimo en los llamados Cánones Apostólicos (73) fue emancipado, se dice, por su amo. Las Constituciones Apostólicas (7:46) afirman que fue consagrado por Pablo como obispo de Berea, en Macedonia, y que fue martirizado en Roma. Ignacio, Epístola ad Ephesum, cap. 1, habla de él como obispo de los efesios.
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