Sermón sin título (3)

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Salmo de Asaf
Es un Salmo Mesiánico, va a mencionar al Mesías.
“El Pastor de Israel no es otro que nuestro Señor”
Aquí aparece en relación a uno de los hijos de Jacob, José, fue él quien recibió la bendición más importante.
Reina-Valera Actualizada Súplica por la restauración

tú que conduces a José como a un rebaño!

Estas son las Palabras de la bendición de Jacob en Genesis.
Es una referencia al desierto cuando las tribus de Israel estaban avanzando a la tierra prometida bajo el liderazgo de “Jehova el pastor de Israel”
En esa ocasión el líder era Josué. Quien precisamente era de la tribu de Efraín, e hijo de José, Elegido para guiarlos a esa tierra.
Este hijo de José actuaria bajo la dirección del gran Pastor de Israel, del gran líder del ejercito de su pueblo..
Reina-Valera Actualizada Súplica por la restauración

¡Tú, que estás entre los querubines,

resplandece

Aquel que habita en la santidad, Una petición a Dios que esta en el lugar santísimo. “entre los querubines”
“resplandece”… trae tu luz, ilumina el caminar de tu pueblo, ilumina las decisiones de tu pueblo, ilumina el progreso de tu pueblo.
Señor no nos dejes en tinieblas.
Salmo 80.2 RVA
delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés! Despierta tu poderío y ven para salvarnos.
números 2:17-24
Esta es la ubicación que tenían las tribus de Israel inmediatamente al arca en la marcha.
Este era el orden que se seguía para caminar, caminaban juntas y el arca les guiaba a través del desierto.
El clamor es que Dios despierte su poder y que les guíe nuevamente, como lo había hecho con estas tres tribus.
Salvanos, no solo nos nos dejes en la obscuridad sino también no dejes que estemos perdidos en el camino, sin orden y sin saber a donde ir.
Salmo 80.3 RVA
Oh Dios, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Esta frase se cita tres veces en este salmo vs 3, 7 y 19.
Es como si fuera un coro en el Salmo, el pedido es de restauración urgente.
Ellos pedían que Dios les mirara, como si de repente lo hubiera dejado de hacer, como si Dios no les atendiera a sus ruegos.
Salmo 80.4 RVA
Jehovah Dios de los Ejércitos, ¿hasta cuándo has de mostrar tu indignación contra la oración de tu pueblo?
Y aquí esta la respuesta al pedido anterior, Dios estaba indignado contra su pueblo, la figura que se utiliza aquí es la de “Jehova Dios de Los Ejércitos” como que Dios estaba indignado contra ellos.
El no les estaba contestando sus oraciones.
Los cielos estaban cerrados para ellos a causa de su camino.
Salmo 80.5 RVA
Nos has dado a comer pan de lágrimas. Nos has dado a beber lágrimas en abundancia.
Uno de los pasajes mas destacado de las escrituras.
Ellos dicen que les dio a beber lagrimas, estas lagrimas son de sufrimiento.
Y a la verdad ninguna nación a sufrido tanto como este pueblo que ha sufrido y ha sobrevivido.
Si las demás naciones fueran tratadas de la manera que Israel fue tratado, ya habrían sido exterminadas de la faz de la tierra.
Y esta nación ha bebido lagrimas de sufrimientos durante largo tiempo… ¿Por que? porque el Pastor de Israel los ha escuchado.
Aunque ellos le rechazaron.
Lucas 19.41 RVA
Cuando llegó cerca, al ver la ciudad, lloró por ella
Jesús se acerca a Jerusalen por ultima vez, no lloró por sí mismo, de hecho les dijo a las hijas de Jerusalen que lloraban “ no lloréis por mi, llorad por vosotras mismas”
Lucas 19.42–44 RVA
diciendo: —¡Oh, si conocieses tú también, por lo menos en éste tu día, lo que conduce a tu paz! Pero ahora está encubierto a tus ojos. Porque vendrán sobre ti días en que tus enemigos te rodearán con baluarte y te pondrán sitio, y por todos lados te apretarán. Te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti. No dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.
“No conociste el tiempo… si conocieses lo que conduce a tu paz”
Esta es la razón por la cuál ellos tenían lagrimas para beber,
Israel tenia la posibilidad de tener paz, pero rechazo… y eso le trajo lagrima, le trajo burla, le trajo oprobio.
Salmo 80.7 RVA
Oh Dios de los Ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Hay un segundo clamor.
¿De quién es el rostro que resplandece? Es el rostro del Mesías. Aquel que iba a venir, aquel que les visitaría.
Salmo 80.8 RVA
Trajiste una vid de Egipto; echaste a las naciones y la plantaste.
Dios los trajo a esa tierra y los planto.
El templo de ellos seria destruido y ellos tendrían que salir de esa tierra, ¿porque?
Por la misma razón que las otras naciones habían sido quitadas de ahí, por haber dado la espalda a Dios.
Y aquí se pone en evidencia la rebeldía de un pueblo, que vive de espaldas a Dios, que vive sin tener en cuenta a Dios hasta que los días se complican, hasta que vienen los sufrimientos y entonces ahí viene el reclamo: ¿porque? (vs12)
La responsabilidad que tenía Israel era mucho más grande porque ellos tenían privilegios que ninguna nación había recibido. Y ellos fueron llamados por Dios para ser bendición a todas las naciones de la tierra.
Ellos tenían la misma presencia de Dios
Salmo 80.9 RVA
Limpiaste el lugar delante de ella. Hiciste que echara raíz, y llenó la tierra.
Es evidencia del obrar de Dios en medio de su pueblo.
Dios coloco la vid, la vid produjo y prospero y se extendió y aparece esa pregunta del verso 12.
Salmo 80.12 RVA
¿Por qué has roto sus cercas de modo que la vendimien todos los que pasan por el camino?
Por muchos años Dios construyo un cerco al rededor de esa tierra, este pueblo estuvo en esa tierra por 500 años, y jamas nadie los toco nunca, Dios nunca permitió que ninguna de las grandes naciones antigua los destruyera.
Egipto se levanto contra ellos tubo algunas victorias, pero nunca los destruyo. Lo mismo los Sirios o los Hititas.
Pero llegó un día, cuando Dios quitó ese cerco de protección y permitió que ellos entraran.
¿Por que? porque ellos habían rechazado al Pastor de Israel.
Esa figura se cumple nuevamente con Cristo, con el Mesías, Israel le rechaza, rechaza al pastor y en el año 70 d.c no queda piedra sobre piedra.
El cuadro es hermoso, si Israel voltea a ver a Dios, él mantendría su cerca de protección.
Hermano solo miremos a él.
Salmo 80.17 RVA
Sea tu mano sobre el hombre de tu diestra, sobre el hijo del hombre que fortaleciste para ti mismo.
Hace referencia aquí al lugar de poder, y ¿quién esta a la diestra de Dios? El Mesías, la esperanza de Israel y del mundo.
“Sientate a mi diestra y pondré a tus enemigos por estrado de tus pies”
“lo fortaleció para si mismo” Es su hijo amado en quien tiene complacencia, y a quien mira cuando ve nuestra indignidad. Es quien intercede por nosotros.
El cuadro es sobresaliente:
Genesis 35
Donde habla acerca de la muerte de Raquel, ella le pone a su hijo antes de morir Benoni (hijo de mi tristeza/sufrimiento) sin embargo Jacob quizá ve el rostro de su amada en él y le llama Benjamin (Hijo de mi mano derecha)
Ese es el Señor Jesucristo él es un hijo de sufrimiento cuando vino al mundo en su primera venida, pero hoy está a la diestra de Dios y el va a poner a las naciones por estrado de sus pies.
Salmo 80.18 RVA
Así no nos apartaremos de ti; nos darás vida, e invocaremos tu nombre.
Es el Mesías en medio de su pueblo el que le daría a Israel la esperanza definitiva.
El clamor es nuevamente, restauramos, vuelve tu rostro sobre nosotros y seremos salvos.
La Biblia dice, “Jamás volveremos a abandonarte. Revívenos para que podamos invocar tu nombre una vez más” (Salmos 80:18 NTV).
Respirar es una de las pocas funciones de tu cuerpo que haces automáticamente –Pero también se puede hacer conscientemente. Cuando tu recuerdas respirar profundamente, puedes limpiar tu cuerpo y mente. Al reducir tu respiración, ¡Puedes reducir tus latidos y tu nivel de estrés! Respirar es una forma poderosa de fortalecer tu cuerpo.
Respirar conscientemente es un recordatorio de tu necesidad de intimidad con Dios, es tan importante como respirar. El Rey David lo cantó: “Yo bendigo al Señor en todo momento” (Salmos 34:2 BLP).
Dios puede respirar nueva vida en ti y a tus esfuerzos por estar más sano. Él dice, “Voy a poner tendones en ustedes, y volveré a cubrirlos de carne y de piel; pondré también el espíritu en ustedes, y volverán a vivir.” Así sabrán que yo soy el Señor” (Ezequiel 37:6 RVC)
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