El Anuncio
EL ANUNCIO
Lucas 2:8-20
Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! 15Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 16Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 19Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.
1. En ese época se consideraba que los pastores estaban en el peldaño más bajo de la escala social. Su trabajo no sólo los obligaba a estar distantes del templo y de la sinagoga, sino que los hacía ceremonialmente impuros. Sin embargo, en su gracia, Dios dio el primer anuncio del nacimiento del Salvador a humildes pastores (véase 1.52).
2. ¿Fue Gabriel el ángel que apareció? ¡Qué privilegio tuvo este mensajero de proclamar el nacimiento del Mesías! Nosotros tenemos el privilegio de llevar al mundo las buenas nuevas y los ángeles no pueden ocupar nuestro lugar.
3. Las «huestes de ángeles que cantaban» proclamaron la gloria del Señor. El Evangelio de Lucas está lleno de alabanza (1.64; 2.13, 28; 5.25–26; 7.16; 13.13; 17.15, 18; 18.43; 19.37; 23.47; 24.53).
4. La famosa «paz romana» (pax romana) estaba en efecto desde el año 27 a.C.; pero no había una paz verdadera en la tierra, ni tampoco la habrá hasta que el Príncipe de Paz reine en el trono de David.
5. Los primeros embajadores humanos del evangelio fueron los humildes pastores que acudieron aprisa a Belén y le dijeron a todo el mundo lo que habían visto y oído (Hch 4.20).
6. El verbo griego «hallaron» en el versículo 16 significa «hallaron después de buscarlo».
7. Los sabios tuvieron una estrella que les guió (Mt 2), pero todo lo que los pastores tenían era la señal que les había dado el ángel (v. 12).
8. Los pastores, como los ángeles antes de ellos, alabaron y glorificaron a Dios (v. 20).