Un Mensaje de Salvación

Considero un gran privilegio predicarte y ser tu pastor. México es donde mi corazón está incluso cuando no estoy allí físicamente.

Antes de que vayamos más lejos, también me gustaría ir al Señor en oración. Yo también te pediría que rezaras.

Hoy seré un hombre moribundo a los hombres y mujeres y jóvenes que murieron. Predicaré como si nunca volvera a predicar, y te diré cosas que no comprenderás, no como, o no de acuerdo. Pero antes de que llegues a una conclusión sobre lo que se dice hoy aquí, hazte una pregunta.

¿Es lo que te estoy diciendo la verdad?

Y si te digo la verdad, entonces nada más importa excepto conformar tus vidas a esa verdad.

Vamos al Señor en oración:

Padre, sabes que soy débil y pobre de espíritu y que no puedo hacer nada sin ti. Ayúdame a predicar claramente tu palabra hoy y para que esta gente tenga un deseo ardiente de estar más cerca de ti a través de este mensaje! ¡Dios mío, quiero ver movidos los corazones de esta iglesia y que hagas un gran trabajo a través de ellos! ¡Ayúdenos ahora mientras miramos su palabra hoy! en el precioso nombre de Jesús, amén.

Mateo 7:13-27

Mat 7:13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a perdición y muchos son los que entran por ella.

Mat 7:14 Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

Mat 7:15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

Mat 7:16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

Mat 7:17 Así todo buen árbol da buenos frutos, mas el árbol malo da malos frutos.

Mat 7:18 El árbol bueno no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos.

Mat 7:19 Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

Mat 7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis.

Mat 7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Mat 7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

Mat 7:23 Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.

Mat 7:24 Cualquiera, pues, que oye estas mis palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

Mat 7:25 Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

Mat 7:26 Y todo el que oye estas mis palabras y no las hace, será comparado al hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;

Mat 7:27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.

Hoy estoy aquí. No estoy preocupado en mi corazón por tu autoestima, por si te sientes bien contigo mismo, si la vida está saliendo como tú quieres. Sólo hay una cosa que me mantiene despierta por la noche. Sólo hay una cosa que me ha preocupado mañana tras mañana, y esto es esto. En cien años, algunos de ustedes oyendo esto puede terminar en el infierno. Y muchos que incluso profesan a Jesucristo como Señor pasarán una eternidad en el infierno.

Usted dice, Pastor, ¿cómo puede decir algo así? Porque hoy miro el cristianismo y veo a una gran mayoría que se basa más en una cultura sin dios que en la Palabra de Dios. Y tanta gente está engañada, y tanta gente está siendo engañada para creer que, porque una vez en su vida rezaban una oración, van al cielo. Y luego, cuando miran a los demás que profesan conocer a Cristo y ven a esas personas también tan mundanas como el mundo, y se comparan por sí mismos, y nada perturba su corazón.

Piensan, bueno, que soy igual que la mayoría de las personas de mi iglesia. Veo cosas que no debería ver en Internet y reírme de las mismas cosas que Dios odia. Llevo ropa sensual. Hablo como el mundo. Camino como el mundo. Me encanta la música del mundo. Amo tanto que hay en el mundo, pero bendito Dios, soy cristiano. ¿Por qué? Porque hubo un tiempo en mi vida cuando recé y le pedí a Jesucristo que entrara en mi corazón.

Quiero que sepas que la mayor herejía de la iglesia evangélica moderna es que si oras y le pides a Jesucristo que venga a tu corazón, definitivamente entrará. La salvación no está en alguna oración mágica. Lo que necesitas saber es que la salvación es por fe y fe solo en Jesucristo. Y la fe sola en Jesucristo es precedida y seguida de arrepentimiento.

Lucas 5:32

No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

Es una espalda del pecado, un odio por las cosas que Dios odia y un amor por las cosas que Dios ama, un crecimiento en santidad y un deseo de no ser como un músico, una estrella deportiva, o actor, no ser como el mundo sino como Jesucristo.

De todas las preguntas que te harás en la vida, lo más importante es, ¿soy lo suficientemente bueno para ir al cielo? La respuesta a esa pregunta tendrá consecuencias eternas. La forma de averiguarlo es preguntarte si has obedecido el estándar de Dios de bondad, los Diez Mandamientos. La mayoría diría: "Bueno, he roto uno o dos, pero nada demasiado serio, como asesinato, etc." Así que vamos a revisarlos y ver cómo lo haces:

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