El Reino de los cielos

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El Reino de los Cielos

Esta frase la encontramos por primera vez en Mateo 3.2 “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca.”
Un llamado que Jesús repite en Mateo 4.17
Se menciona 33 veces en el NT
El mensaje de Jesús era las buenas nuevas del Reino de Dios Luc. 4.43
Para los discípulos fue difícil entender lo que significaba el reino de los cielos por su celo patriótico.
Recordaremos 3 aspectos fundamentales del Reino de los Cielos

Reino espiritual

La parábola del Tesoro escondido y la perla de gran precio Mateo 13.44-46 nos muestran que las cosas terrenales no tienen valor ante las cosas celestiales
Dos aspectos

Las riquezas materiales

Mateo 6.24 las cosas terrenales no solo el dinero.
Fil. 3.4-8 Pablo declara que el tenia méritos terrenales que daba por perdida por las cosas celestiales

El pecado

La lucha interna del corazón entre el pecado y santidad, el bien y el mal. Romanos 7
El nos invita a despojarnos del pecado y las cosas que impiden nuestro crecimiento espiritual Heb. 12.1
Las cosas terrenales y el pecado están ligadas según lo que Juan dice en 1 Juan 2.15-17 marca esta gran diferencia ente lo que el mundo nos ofrece y el amor de Dios

Reino universal

El Señor es rey de esta tierra

Salmo 24.1 NVI
1 Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan;
Salmo 93.1 NVI
1 El Señor reina, revestido de esplendor; el Señor se ha revestido de grandeza y ha desplegado su poder. Ha establecido el mundo con firmeza; jamás será removido.
Dios le entrego la corregencia a Adán Génesis 1.28
“Mediante el éxito que tuvo al desviar al hombre de la senda de la obediencia, Satanás llegó a ser “el dios de este siglo”. 2 Corintios 4:4. Pasó al usurpador el dominio que antes fuera de Adán. Pero el Hijo de Dios propuso que vendría a esta tierra para pagar la pena del pecado, y así no sólo redimiría al hombre, sino que recuperaría el dominio perdido.” PR 503
Satanás usurpo ese lugar cuando Adán y Eva pecaron Lucas 4.5–6

El Señor es rey del universo

Deuteronomio 10.14 NVI
14 »Al Señor tu Dios le pertenecen los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella.
En Job 1.7 Podemos ver como Dios gobierna el

Reino eterno

Salmo 10.16 NVI
16 El Señor es rey eterno; los paganos serán borrados de su tierra.
Hay un pensamiento sutil que nos lleva a ver el Reino de los Cielos como algo futuro.
El Reino de los Cielo estaba en el principio, Juan 1:1
El Reino de los Cielos esta presente en la historia de Israel Isa. 44.6
El Reino de los Cielos esta presente en Jesús como su rey Juan 18.36
Esperamos el Reino Celestial, del cual Juan dijo que los redimidos serán parte durante mil años Apoc. 20.4
Y después la promesa de ese Reino Eterno, la tierra nueva, donde Dios morará con nosotros Apoc. 21.3
Como iglesia adventista esta es nuestra mayor esperanza.
No tenemos que que esperar para disfrutar de la ciudadanía de este Reino.
Justa mente el mensaje de Jesús era “El Reino de los Cielos se ha acercado” Mat. 4:17
Pablo menciona que nuestra ciudadanía ya no esta en esta tierra, sino en los cielos Filipenses 3.20
¿Como puede el Reino de los Cielos ser una realidad para notros hoy, no solo una promesa futura?
No quiere decir esto que no demos valor a nuestras responsabilidades terrenales.

El reino de los cielos en el contexto actual

Su ciudadanía está en el cielo. El Señor nos llama a ser un pueblo diferente y peculiar. El no desea cismas en el cuerpo de creyentes. Su pueblo ha de poseer los elementos de reconciliación. ¿Es su trabajo hacerse de enemigos en el mundo? No, no. Ellos se han de presentar como súbditos del reino de Cristo, llevando el estandarte en el cual está inscrito, “Los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.
2 Corintios 10.3–5 NVI
3 pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. 4 Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. 5 Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.
Juan 17.15–16 NVI
15 No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno. 16 Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo.
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