¿Fundamento o Plenitud?…una decisión que tiene que tomar hoy.

INTRODUCCIÓN

Colosenses es una carta que no puede verse sin haber visto la carta a los Efesios. En la carta a los Efesios Pablo nos habla del fundamento de la iglesia, y en la carta a los Colosenses Pablo nos habla de la plenitud de la Iglesia. Así que estas dos cartas están íntimamente relacionadas. Una breve comparación entre ambas nos arroja frases, conceptos, principios que se repiten en ambas. No vamos a mencionar todas, pero es interesante que usted pueda verlas al estudiar estas dos epístolas.

Efesios era una carta circular, según algunos eruditos. Si esto es así, entonces lo que Pablo está diciendo es que después del fundamento es necesario entrar a la plenitud de vida cristiana. Si usted ya tiene el fundamento, es necesario que busque la plenitud. Es lo mismo que nos dice Hebreos 6: 1-3. ¿Es usted un cristiano conforme con solo tener el fundamento, o quiere ir a la plenitud de vida? Esta es la pregunta que tenemos que contestarnos en esta carta.

I.      UN LLAMADO A VIVIR UNA VIDA EN PLENITUD

Si algo podemos encontrar en Colosenses es que es un llamado a vivir una vida plena. Como dijimos, esta carta está muy emparentada con la carta a los Efesios. Algunos piensan que Efesios es la carta “perdida”, enviada por Pablo a los de Laodicea. Esto no es posible establecerlo. Pero lo que si podemos establecer es que ambas cartas nos dan una imagen completa de la iglesia. Mientras que Efesios nos habla del fundamento de la iglesia, Colosenses nos invita a llevar una vida en plenitud, nos habla de la plenitud de la iglesia.

Vivimos tiempos que se caracterizan por la falta de vidas en plenitud, vidas felices, que se encuentren llenas de significado. Hay tanta frustración en este mundo, tanta tristeza. Muchas personas están viviendo vidas vegetativas, sin sentido, sin propósito, sin significado. Algunos no encuentran el sentido y la razón de la vida, vagan sin dirección, sin significado. Esta es la causa del incremento de suicidios en todo el mundo, es la causa por la que circula por nuestras calles una gran cantidad de drogas. Esta es la razón por la que el alcoholismo hace estragos en nuestra sociedad. Hay mucho vacío en el corazón del hombre. Algunos se afanan en cosas “buenas” como el estudio, los postgrados, los doctorados, pero el vacío continúa. Algunos se refugian en el trabajo, ya que este ennoblece al hombre. Pero aunque hay estos esfuerzos, hay vacío en muchos corazones. Si estudiar alguna carrera fuera la solución a nuestros problemas existenciales, que demandan respuestas satisfactorias y claras, entonces, ¿Por qué hay tantos divorcios entre los universitarios? ¿Por qué hay niños que sufren las consecuencias de los adultos altamente capacitados? El problema es que nuestra sociedad está compuesta de vidas vacías que no tienen un verdadero propósito en este mundo.

Dos veces aparece la palabra plenitud en la carta a los Colosenses. En ambas ocasiones se refiere al Señor Jesús. Colosenses 1: 19; 2: 9.  El apóstol Juan escribió en Juan 1: 16,  que podemos tomar de su plenitud, él habló de su propia experiencia con el Señor Jesús y dijo: “de su plenitud tomamos todos”. Indudablemente la vida de Juan y de cada uno de los apóstoles fue una vida extraordinaria, llena de satisfacción y de significado, y la razón la encontramos en esta declaración. Esto mismo nos lo afirma Pablo 34 años antes de que se escribiera el evangelio de Juan. En Colosenses 1: 28 y en el 2: 10. Podemos tomar de la plenitud de Cristo para vivir vidas plenas, vidas satisfechas, llenas de significado, trascendentes y con propósito.

¿Ha probado con Cristo? Cristo puede darle todo lo que necesita para vivir en esta tierra. El puede darle la dirección que necesita su vida. Esta vida que puedes obtener en Cristo no es exclusiva de los grandes hombres, sino para todo hombre. Colosenses 1: 28. Tres veces aparece en este versículo la frase “a todo hombre”. Cualquier hombre, no importa su educación, ni su riqueza, ni su situación social, puede alcanzar la plenitud de vida que tuvo Cristo Jesús, si toma de la plenitud de Cristo. Desde el hombre que barre las calles, hasta el hombre que ocupa un cargo en el gobierno, cualquiera puede encontrar la plenitud de vida si busca a Cristo.

II.    UN LLAMADO PREVENTIVO

Una de las cosas que podemos ver en Colosenses es que es una advertencia. Pablo escribió trece cartas, de las cuales se dirigió a siete iglesias. El Señor Jesucristo envió también, a través de Juan, siete mensajes a las iglesias de Asia. Si estudiamos tanto unas como otras, encontraremos una correspondencia entre las mismas. Cada carta que el Señor Jesucristo envió a las iglesias de Asia menor, y que se encuentran en el libro de Apocalipsis, nos representan diferentes épocas de la era de la iglesia. Estamos en la última era de la iglesia. Estamos en la iglesia de Laodicea. El Señor viene. ¡Y cuánto desea nuestro corazón que esto se cumpla! No sabemos si viene en este año, en este mes, ni aún si en estos momentos aparecerá, pero la realidad de su venida es inminente. Pero cuando el Hijo del Hombre regrese a esta tierra, ¿hallará  fe en la tierra? Lucas 18: 8. Esta es una de las características de nuestra época: No hay fe. Y lo que se dice que es fe no es otra cosa que la satisfacción de deseos egoístas. Tenemos un marcado énfasis en la teología de la riqueza, y vemos las cosas que se ven como la realidad de la vida espiritual. Esto era lo que sucedía en Laodicea. Apocalipsis 3: 17. La riqueza espiritual la estamos enfocando a los grandes edificios, el espectacular sonido del auditorio, las formas de la alabanza, la riqueza en instrumentos musicales, la fachada de los grandes templos. Esto es una realidad en muchas iglesias de Estados Unidos, y desgraciadamente también ha afectado la sencillez de nuestra vida, aquí en México. Pareciera que no nos falta nada.

La carta a los Colosenses tiene también una correspondencia con la carta a la iglesia de Laodicea. Colosenses 4: 15-16. La misma iglesia mencionada en Apocalipsis. Pablo escribió a los Colosenses una carta a los Laodicenses. Colosenses se escribió antes de Apocalipsis, sin embargo veamos la correspondencia:

Encontramos en estas dos cartas dos mensajes, uno de prevención y otro de la realidad futura por no hacer caso a la prevención. Colosenses es una carta preventiva. Laodicea, en Apocalipsis, es la realidad futura si nos descuidamos. Si nos descuidamos podemos caer en la tibieza espiritual de los de Laodicea. Si no vivimos la plenitud del Señor, que se nos manifiesta en Colosenses, caeremos en la tibieza espiritual de Apocalipsis. Laodicea tuvo la advertencia del Señor para no caer en el estado en que la vemos en Apocalipsis. ¡Con cuánta frecuencia el Señor nos advierte de los peligros en su Palabra! No podemos decir que no sabemos porqué nos pasa lo que nos pasa.

Colosenses es una advertencia, Pablo escribe esto antes que suceda. Esta carta fue leída en Laodicea, como un semáforo en luces ámbar. Colosenses 4: 16. La situación futura ya era una realidad en tiempos de Juan el amado. Así que si no ponemos atención a lo que estamos escuchando, tarde o temprano, podemos vivir la realidad de Laodicea.

La realidad futura de Laodicea es que el Señor estaba a punto de vomitar de su boca a esta iglesia debido a su tibieza espiritual. Apocalipsis 3: 16. Si no recapacitas, y no reconoces que en Cristo está la plenitud de vida que andas buscando, caerás del gusto del Señor y le causarás tal náusea que te vomitará de su boca. Dios quiere que seamos fervientes en espíritu. Romanos 12: 11.

¿Es usted un cristiano tibio o fervoroso? Si usted no es un cristiano tibio, encontrará en Colosenses una advertencia, luces de color ámbar. Pero si usted es un cristiano que ya entró en la tibieza, encontrará en Colosenses como regresar a vivir una vida en plenitud. De todas maneras tibio o no, Dios tiene un mensaje para nosotros en Colosenses: ¡No nos olvidemos que en Cristo hay plenitud de vida!

Si usted no vive en la plenitud de Cristo solo le espera la tibieza espiritual y esta plenitud solo se encuentra en el arrepentimiento y en la comunión con el Señor. Apocalipsis 3: 19-20. Abra la puerta de su corazón al Señor, busque tener esa intimidad con Él.

III.  UN LLAMADO A ENFOCAR NUESTRA VIDA

Una de las frases favoritas de Pablo es: “en él”. 27 veces utiliza la frase “en él” en las trece epístolas que escribió, de las cuales 8 de ellas las encontramos en la carta a los Colosenses y es la carta en la cual aparece mayor cantidad de veces esta expresión:

1.    1: 16. “Porque “en él”  fueron creadas todas las cosas,…. El es el origen del universo natural, espiritual e intelectual. Dice todas las cosas, su matrimonio, su familia, su hogar, su trabajo, su capacidad, su vida. Los seres humanos olvidamos nuestro origen. El problema de los problemas es el enfoque. Nos olvidamos que Él es el origen nuestro, es por eso que fracasamos, porque no partimos del verdadero origen. El Señor siempre quiere que sepamos que Él es el origen. Apocalipsis 1: 11. Debemos de reconocerle como nuestro origen. Andamos desenfocados en este mundo porque no le reconocemos como el origen. Si el principio que ponemos está mal, el resultado será desastroso. Lucas 6: 47-49. Si no ponemos al Señor Jesucristo como nuestro fundamento, todo resulta en ruina. El es el origen. Estaremos desenfocados si no lo reconocemos como el origen.

2.    1: 17.  “y todas las cosas “en él subsisten;…” gr. Sunsistem: “estar en pie juntamente”. Los científicos dicen que las leyes sostienen el universo. No son las leyes las que sostienen el universo. El universo subsiste en Él. El universo está en pie porque hay alguien que lo sostiene. Si no estuviera juntamente en pie con el Señor Jesucristo, todo se acabaría. Su vida también subsiste en Él. Su matrimonio también. ¿Sabe por qué tiene tantos problemas? Porque neciamente quiere separarse de Él. Pero si nos enfocamos que Él está en pié juntamente con nosotros, entonces ¿Quién nos separará de Él? Él está en pie en su matrimonio, en cualquier aspecto de su vida. Isaías 41: 13 nos da una promesa muy confortante. Él está en pie para sostenernos y ya hemos caído. Salmos 145: 14, Salmo 146: 9

3.    1: 19. “…agradó al Padre que “en él” habitase toda la plenitud,…”  Gr. Pléroma: “aquello con lo que una cosa se llena” Hoy hay un gran problema en nuestra sociedad, la gente quiere llenar sus vidas, algunos ingieren alcohol, otros drogas, y diversas adicciones, y todo por llenar sus vidas. Tal vez usted haya venido con un vacío en su corazón, déjeme decirle que en Cristo hay plenitud, el es aquel que todo lo llena. Efesios 1: 23. ¿Quiere llegar a la plenitud en alguna esfera de su vida? Sólo en Cristo puede encontrar esa plenitud. Su desarrollo profesional, su trabajo, su educación hayan su máxima expresión en Cristo. Su matrimonio encuentra el clímax en Cristo. Todo es cuestión de enfoque.

4.    2: 6.  “….de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;…”. Nuestro camino es el Señor. La manera en que debemos caminar es el Señor. Su manera de tratar cualquier asunto debe enfocarse en Él. Recibimos al Señor por la fe, debemos andar creyendo en Él. Ponga su fe en Dios para que guíe su vida, así como para salvación lo recibió.

5.    2: 7. “…arraigados y sobre edificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.”

6.    2: 9. “en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,…”

7.    2: 10. “y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.”

8.    “En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano,…” 2: 11. El pecado ya no debe de preocuparle, porque el cuerpo pecaminoso carnal ya fue tratado por el Señor. Confíe en su obra

Hemos leído 8 cosas, no siete ocho. En la Biblia cada palabra está medida, el número 7 es el término de un ciclo, mientras que el número 8 es el inicio de otro ciclo. Si quiere terminar con el ciclo de su vida anterior, es necesario que se enfoque “en él.”

Como cristianos muchas veces andamos edificando nuestras vidas sin ver al Señor Jesús. Solo la edificamos pasando por materiales bíblicos. Cursos y más cursos vienen a formar parte de nuestro esfuerzo para edificar nuestras vidas. La vida cristiana no consiste en cuantos cursos hemos pasado, sino cuanto está enfocada nuestra vida en Cristo.

El apóstol Pablo nos dice que nuestra vida está escondida en Cristo. Colosenses 3: 1-3. Cristo es nuestra vida y depende de donde ponemos nuestra mirada es su manifestación en nosotros. Nos encontramos en una sociedad que tiene como característica el materialismo: Estas son las cosas de la tierra. Pero nuestra vida es celestial, no es terrenal. 1ª de Corintios 15: 47-48. Es tan importante que podamos enfocar nuestra vida, si no la enfocamos a las cosas celestiales estaremos perdiendo el rumbo de nuestro crecimiento. 2ª de Corintios 5: 16; 2ª de Corintios 4: 17-18.

El problema es hacia donde enfocamos nuestra mirada, si nuestra mirada no está “en él” perdemos el rumbo.

¿Hacia dónde está dirigiendo su mirada? ¿Hacia Él o hacia las circunstancias de la vida?

IV. UN LLAMADO A EVITAR LOS ENGAÑOS DEL MUNDO

En el capítulo 2, encontramos un llamado a evitar los engaños del mundo. El mundo puede engañarnos con palabras persuasivas (2: 4), con filosofías y huecas sutilezas (2: 8), con sombras de la realidad (2: 16), con intermediarios inútiles (2: 18).

¿Lo ha engañado el mundo? Cada enseñanza del mundo es necesaria pasarla por la criba de la Palabra de Dios. No tenemos porqué aceptar lo que el mundo nos ofrece de su sabiduría. Santiago nos dice que esta sabiduría es diabólica y terrenal. Santiago 3: 15.

¿Se ha enredado con el mundo? Tenga cuidado.

CONCLUSIÓN:

            ¿Quiere ir más allá de los fundamentos? ¿O se conformará con lo que ha logrado en Cristo? Esta es una decisión que el día de hoy tiene que tomar. Primero revise cual es el estado de su vida, ¿Tibio o fervoroso?, ¿Ha caído en los engaños del mundo? ¿Qué es lo que va a hacer? ¿Qué las cosas sigan cómodamente? Dios le invita a llevar una vida en plenitud, ¡deje los rudimentos!