Salmo 121: Mi socorro viene del Senor.
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Salmo 121. Mi socorro viene del Señor.
Este es uno de los salmos favoritos de muchos y han acudido a el en momentos de serios problemas para encontrar en el aliento y fortelza.
En muchas maneras, cada creyente desesperadamente necesita el poder de Dios para vivir la vida cristiana.
Juan 15:5. Porque separados de mi, nada podes hacer.
Esa es la enseñanza del Salmo 121, encontramos un maravilloso testimonio de la dependencia del poder de Dios para terminar la jornada en la cual nos encontramos, en este caso a Jerusalén.
El salmo nos narra la jornada que tenia que hacer los judios cuando subían a las fiestas anuales y adorar en el templo en Jerusalen, era una jornada ardua, difícil y larga, días caminando bajo el intenso calor del sol y la luna en la noche, no habían carreteras pavimentadas, la mayoría del camino eran senderos atravésando los valles, bordeando ríos y desfiladeros entre las montañas. Se necesitaban de mucha fortaleza y determinación para esta dura jornada, solo en Dios encontraban la fortaleza necesaria para completar el viaje, Dios mismo era quien los sostenía y guardaba de todo mal.
El poema comienza con una pregunta fundamental y básica del salmista:
¿De dónde proviene el auxilio en los momentos difíciles de la vida?
¿Quién es capaz de intervenir de forma salvadora en medio de las adversidades de la existencia humana?
La pregunta no es solo teológica, sino concreta, específica, existencial y práctica: ¿A dónde iremos a pedir auxilio en el momento oportuno?
La respuesta es clara y firme: El socorro del salmista proviene del Dios creador.
Alzare mis ojos a los montes, De donde vendrá mi socorro?
Poniendo su mirada en Dios, el salmista confiado proclama: Alzare mis ojos a los montes.
Jerusalem estaba situada en el tope del monte de Sion, cansado de el largo y demandante camino el salmista esta en necesidad de ayuda divina para poder completar el viaje, en realidad el necesita la fortaleza del Señor en todas las cuestiones de la vida.
El salmo comienza con una afirmación de gran significación teológica: Alzar los ojos a los montes es una forma de aludir a la historia nacional. Cuando los israelitas llegaron a Canaán, a la Tierra Prometida, se refugiaron en las montañas para responder a los ataques de los pueblos cananeos que tenían carros de guerra. Esos carruajes bélicos no podían incursionar en las montañas, lo que hizo que el pueblo identificara las montañas como un lugar privilegiado, una especie de refugio de seguridad nacional.
Ahora da el poderoso testimonio, Mi socorro viene del Señor, Que hizo los cielos y la tierra.
Entonces, el salmista define su fe en el v. 2; su socorro no viene de los montes sino de Jehovah que hizo los montes, y los cielos, y la tierra.
Solo el Dios que tiene infinito poder para crear los cielos y la tierra tiene la habilidad de hacerlo caminar triunfante en la vida.
Precisamente lo que necesitamos es “socorro”, “ayuda”, ayuda poderosa y continua. Esta ayuda no viene de falsas religiones, ni de costumbres mágicas, ni de curanderos; imagenes, amuletos, tradiciones, gobierno, medicos, ciencia, solamente viene de Jehovah.
A donde estas mirando en este tiempo para obtener tu socorro?
3. No permitirá que tu pie resbale; no se adormecerá el que te guarda.
Los vv. 3 y 4 destacan cuán cuidadosa es la protección de Dios sobre sus hijos. No se le escapa ningún detalle.
Dios no permitira que tu pie resbale, Activamente Dios obrara para que los creyentes no caigan y queden caídos durante esta jornada que tenemos por delante.
Salmo 94:18. Cuando yo decía: Mi pie resbala,Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.
Ni se adormecerá significa que Dios no deja de fijarse en los detalles de cada uno.
Sólo un Dios infinito puede poner tal atención en detalles, tan constantemente y a cada uno de los millones de creyentes.
Mateo 10:30. Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
Job 34:21. Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre,Y ve todos sus pasos.
Salmo 38:9. Señor, todo mi anhelo está delante de ti,y mi suspiro no te es oculto.
Salmo 139:1-4. Oh Señor, tú me has escudriñado y conocido.Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos. Aun antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda.
La palabra guardar es usada seis veces en este salmo, indicando de que es Dios mismo el que guarda a su pueblo durante la jornada.
4. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
La soberana protección es la continua ayuda de Dios, dia y noche El cuidaba a Israel, y dia y noche hoy guarda a cada uno de sus hijos.
Cuando alguien le pregunto en una ocasión al gran conquistador griego Alejandro Magno como el podía dormir sólidamente cuando estaba rodeado de tantas amenazas a su alrededor, el contestaba: Parmenion, su guardián fiel, general a su servicio estaba velando.
Cuanto mas nosotros debemos dormir confiados cuando es Dios quien vela por nosotros el que no duerme ni descansa.
Cuando el hombre cierra su ojos en la noche, Dios no se dormirá, el siempre esta despierto, siempre alerta siempre enfocado en las necesidades de su pueblo.
Salmo 4:8. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
La imagen de estar siempre alerta posiblemente se asocia a los pastores que debían vigilar las noches de sus rebaños .
Lc 2:8. En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche.
Nunca olvide que El es nuestro buen pastor.
Salmo 23:1-2. El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me pastoreara.
5. El Señor es tu guardador; el Señor es tu sombra a tu mano derecha.
6. El sol no te herirá de día, ni la luna de noche.
Para el salmista sombra provee alivio para el flamante sol, el peligro de una insolación en esta región era real y comun, el sol castigaba despiadadamente a los caminantes, transeuntes y los ponía en una situación de peligro.
Sombra provee refugio para el sol este asaltante peligroso, esto es lo que Dios provee a todo creyente alivio y refugio.
La idea que trasmite dia y noche es el cuidado constante de Dios.
7. El Señor te guardara de todo mal; El guardará tu alma. 8. El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
Los viajeros a Jerusalén encaraban muchos peligros, ladrones, malhechores se escondían a los lados del camino para asaltar a los caminantes, también los peligros espirituales como el desanimo y la duda también les amenazaban, pero el Señor mismo los protegería de todo mal, tanto de los físicos como los espirituales.
El Señor les protegeria en su venida a Jerusalén y en su regreso a su hogares, en ese viaje especifico y en todos los futuros que tuviesen, Dios estaría con ellos siempre, el no los dejaria.
Estos versos nos recuerdan a los cristianos del Nuevo Testamento que Dios nos ha dado la misma promesa.
Romanos 8:35-39. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Tal como está escrito:Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día; somos considerados como ovejas para el matadero.37Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Judas 24-25. Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría, 25al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén.
Significa eso que nunca tendremos problemas, nunca sufriremos, que nunca padeceremos?
Hay muchos que han creido y predicado que así será, pero la Biblia no es irrealista en este asunto, o el Salmo 121 o Romanos 8, o Judas.
Cuando el Salmo 121 dice: Mi ayuda viene del Señor, es un reconocimiento que vamos a necesitar esa ayuda, cuando habla de que el Señor nos guarda, afirma que necesitamos ser resguardado de algo o alguien.
De la misma manera cuando Judas dice que Dios es poderoso para guardarnos sin caida, el esta admitiendo que hay muchas cosas que vendrán para hacernos caer y algunas veces caeremos, pero el nos levantara y finalmente nos llevara a su presencia gloriosa.
Cuando Pablo esta declarando que nadie nos podrá separar del amor de Dios en Cristo Jesus, no esta negando la existencia de las fuerzas destructivas a nuestro alrededor: tribulaciones, angustia, peligro, persecucion, hambre, espada, desnudez demonios, la muerte, pero concluye diciendo nada de esto aunque venga con toda intensidad a mi vida, me podrá separar del amor de Dios.
Déjeme recodarles las experiencias del apostol Pablo, porque ese titulo lo llevo a sufrir mas que todos nosotros. como apóstol sufrió como pocos hombres y por eso escribe:
2Corintios 11:23-29. ¿Son servidores de Cristo? (Hablo como si hubiera perdido el juicio.) Yo más. En muchos más trabajos, en muchas más cárceles, en azotes un sinnúmero de veces, a menudo en peligros de muerte. 24Cinco veces he recibido de los judíos treinta y nueve azotes. 25Tres veces he sido golpeado con varas, una vez fui apedreado, tres veces naufragué, y he pasado una noche y un día en lo profundo. 26Con frecuencia en viajes, en peligros de ríos, peligros de salteadores, peligros de mis compatriotas, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27en trabajos y fatigas, en muchas noches de desvelo, en hambre y sed, a menudo sin comida, en frío y desnudez. 28Además de tales cosas externas, está sobre mí la presión cotidiana de la preocupación por todas las iglesias. 29¿Quién es débil sin que yo sea débil? ¿A quién se le hace pecar sin que yo no me preocupe intensamente?
Pablo no escribio sus cartas desde un palacio de marfil, el experimento grandes dificultades en su vida, pero ninguna de ellas las pudo separar del amor de Dios, Pablo podía decir con toda seguridad: El Señor es mi guardador.
Aplicacion.
Como encontrar la fuerza sobrenatural que nos enpodera para la jornada de la vida?
Varias acciones tenemos que tomar si queremos avanzar triunfantes en la voluntad de Dios. Mirar, escuchar, descansar.
1. Mirar esclusivamente a Cristo, esto es lo que decía el salmista: Alzare mis ojos a los montes.
Al mirar a Dios, estamos dejando de mirar a nosotros mismos u otros para buscar una solución.
La fe mira a Dios, no al hombre.
Hebreos 1:1-2. Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2.puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
2. Escuchar atentamente al Señor.
La Palabra de Dios es mas que una fuente suficiente de gracia divina para esta peregrinación.
La palabra de Dios es un ilimitado deposito innegable de energía espiritual, solamente mirando la Escritura, podemos mirar verdaderamente al Señor que nos habla por medio de la Biblia.
Si vamos a conocer la fortaleza del Señor, debemos escuchar y prestar atención a su Palabra.
3. Descansar totalmente en el Señor .
Debemos descansar en la superabundante gracia de Dios en cada demanda de la vida. Solamente al reconocer nuestra debilidad, el poder de Dios llena nuestras almas.
Cuando confiamos en nosotros mismos, somos impotentes, pero cuando miramos a Dios, encontramos gran fortaleza.
1Pedro 5:5. Echando todas nuestras anciedades sobre el porque el tiene cuidado de nosotros.
Conclusion.
El punto del Salmo 121 no es que no tendremos problemas, pero que Dios nos guardara en medio de ellos
Todos los cristianos nos encontramos en una jornada espiritual en esta vida, una en la que nos encontramos viajando como peregrinos en dirección a nuestra casa en los cielos, el pueblo de Dios es extranjero y peregrino en esta tierra, estamos de pasada por este mundo en camino a nuestro destino final glorioso, la casa del Padre.
Pero mientras estámos aqui requerimos de una extraordinaria fuerza para mantenernos fieles a Dios, enfrentamos muchos obstáculos y adversidades espirituales, estamos como que subiendo una empinada montaña continuamente, solo por la gracia del Señor encontramos la fortaleza para proseguir hacia adelante para obtener el premio supremo.
Solamente en Dios podemos encontrar la fortaleza para la jornada de la vida.
Eugene H Paterson: La vida cristiana no es una escapada tranquila a un jardín donde podemos caminar y hablar ininterrumpidamente con nuestro Señor, ni un viaje de fantasía a la ciudad celestial donde podemos comparar cintas azules y medallas de oro con otros que han llegado al círculo de ganadores. la vida cristiana es ir a Dios, y al ir a Dios, los cristianos viajan por el mismo terreno por el que todos los demás caminan, respiran el mismo aire, beben la misma agua, compran en las mismas tiendas, leen el mismo periódico, son ciudadanos bajo los mismos gobiernos, pagan los mismos precios por comestibles y gasolina, temen los mismos peligros, están sujetos a las mismas presiones, experimentan las mismas angustias, están enterrados en el mismo terreno.
La diferencia es que cada paso que caminamos, cada respiración que respiramos, sabemos que somos preservados por Dios, sabemos que estamos acompañados por Dios, sabemos que estamos gobernados por Dios, y por lo tanto, no importa qué dudas soportamos o qué accidentes tenemos, o experiencia atravezamos, el Señor nos preservará del mal, él mantendrá nuestra vida.
El cristiano maduro ni esta ciego a los problemas, ni tampoco vive en temor a causa de ellos, porque el esta siguiendo a Cristo, quien dijo: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16:33.
Alzare mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor que los cielos y la tierra.