Ancianos de la iglesia
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· 16 viewsEn el NT era un grupo de líderes responsables de dirigir y enseñar a una iglesia local. Como lo indica el nombre, normalmente eran hombres de experiencia y madurez. Aunque las mujeres tuvieron una participación significativa en el ministerio de la iglesia temprana, no hay evidencia específica en el NT que señale a mujeres como ancianas.
Notes
Transcript
Los ancianos en la iglesia de Jerusalén
Los ancianos en la iglesia de Jerusalén
Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos.
Ver también Hch 11.30; Hch 15.2; Hch 15.6; Hch 15.22–23; Hch 16.4; Hch 21.18
Los ancianos son también llamados “supervisores”
Los ancianos son también llamados “supervisores”
Hch 20.28 En Ac 20:17 son descritos como “ancianos”. Aquí son “supervisores”. Ver también; Tit 1.6–7
Los ancianos son nombrados por los apóstoles o sus delegados
Los ancianos son nombrados por los apóstoles o sus delegados
Hch 14.23 Aquí, como siempre en el NT, las personas son nombradas para una junta de ancianos. No hay ningún ejemplo en el NT, de algún anciano liderando una iglesia. Ver también; Tit 1.5
Requisitos para los ancianos
Requisitos para los ancianos
Tit 1.6–9 Como en Ac 20:17,28, “anciano” es aquí sinónimo de “supervisor”. Ver también; 1 Ti 3.1–7
El rol de los ancianos
El rol de los ancianos
Como líderes
Como líderes
Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza.
Ver también 1 Ti 3.5
Como maestros
Como maestros
Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza.
Ver también 1 Ti 3.2
Como pastores y cuidadores contra las falsas doctrinas
Como pastores y cuidadores contra las falsas doctrinas
Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre.
Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño,
y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.
Por tanto, estad alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas.
Ver también Tit 1.9; 1 P 5.1–4
En el ministerio de sanidad
En el ministerio de sanidad
¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor;
La remuneración y corrección de los ancianos
La remuneración y corrección de los ancianos
Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza.
Porque la Escritura dice: No pondras bozal al buey cuando trilla, y: El obrero es digno de su salario.
No admitas acusación contra un anciano, a menos de que haya dos o tres testigos.
A los que continúan en pecado, repréndelos en presencia de todos para que los demás tengan temor de pecar.
Los ancianos deben recibir el respeto y la sumisión de los miembros de la iglesia
Los ancianos deben recibir el respeto y la sumisión de los miembros de la iglesia
He 13.17 “líderes” es un término alternativo para “ancianos”. Ver también; 1 Tes 5.12; He 13.7
Los veinticuatro ancianos en el cielo
Los veinticuatro ancianos en el cielo
Los ancianos sentados en tronos
Los ancianos sentados en tronos
Ap 4.4 Estos ancianos pueden ser seres angelicales correspondientes a las 24 órdenes de los levitas (1 Crónicas, capítulos 24–25) o simbolizar a Israel y a la iglesia (compare Rev 21:12–14). Ver también; Ap 5.5–6; Ap 11.16; Ap 14.3
Los ancianos adoran a Dios y al Cordero
Los ancianos adoran a Dios y al Cordero
los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
Ver también Ap 5.8–14; Ap 7.11–13; Ap 19.4