Una oración para un tiempo dificil
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Introducción: Si tuviéramos que poner un titulo que describa a estos días que vivimos, podríamos llamarlos, sin duda, días difíciles. Si usted le preguntara a un medico, le diría que lo son, si lo pregunta a un empresario, lo repetiría, si se lo dijera a un político también podría afirmarlo. Vivimos días difíciles.
Días dificiles como estos no son unicos, ya otros han pasado por la experiencia de enfrentarlos, quiero llevarlos a otros dias dificiles año 714 a.c. reinado de Ezequias, rey de Juda. Las invasiones Asirias habían desolado Samaria, y ahora Senaquerib estaba a las puertas de Jerusalem amenazando destruirla.
Ezequias nos enseña esta noche que hacer en dias dificiles: ORAR
Una oración que enfrenta un tiempo difícil.
Una oración que enfrenta un tiempo difícil.
La oración del rey Ezequias, fue elevada a Dios en un tiempo difícil para Jerusalen, Ezequias lo describe de esta manera: Un día de angustia, reprensión y de blasfemia.
Un día en que las fuerzas le faltaban a los hijos de Israel
Un dia dificil en que sus creencias estaban siendo puestas a prueba por el enviado del mal.
Blasfemia: renegar, imprecar, maldecir. Tener la lengua de un troquero.
Vituperio: Censurar, desaprobar, recriminar, criticar, reprochar, echar en cara.
10 Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, diciendo: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria.
Pero debemos mantenernos en la seguridad que la oración elevada en tiempos difíciles tiene también un respuesta de Dios.
6 Y les dijo Isaías: Diréis así a vuestro señor: Así ha dicho Jehová: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria.
No debemos tener temor porque Dios sabe como responder a una oración que elevamos para enfrentar a los enemigos que nos afligen, nos angustian.
No debemos tener temor porque Dios en su soberanía puede cambiar los planes y designios de los hombres.
Dios puede cambiar el momento dificil, de angustia en un momento de victoria.
Una oración que enfrenta una realidad dolorosa.
Una oración que enfrenta una realidad dolorosa.
Una de las cosas que a veces hace que nuestra fe se debilite, es tener que enfrentarnos a realidades dolorosas que humanamente no podemos cambiar.
18 Ciertamente, oh Jehová, los reyes de Asiria destruyeron todas las tierras y sus comarcas,
Esta era la realidad para el rey todas las naciones a su alrededor habían sido destruidas por los asirios, que podía garantizar a Jerusalem que las cosas serían diferentes con ellos.
Una realidad dolorosa requiere una oración que traiga liberación que solo puede venir del Dios que debe ser conocido por obras portentosas.
Esta oración también tiene una respuesta efectiva:
La oración de Ezequias, produjo lo siguiente:
Puso a Dios de su lado
Pone freno a las acciones que nos afecta.
Provee un cambio en nuestra realidad que nos trae prosperidad.
30 Y esto te será por señal: Comeréis este año lo que nace de suyo, y el año segundo lo que nace de suyo; y el año tercero sembraréis y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis su fruto.
Una oración que enfrenta una situación terminal.
Una oración que enfrenta una situación terminal.
1 En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.
Esta es una situación terminal, la de Ezequias, diagnosticado con enfermedad de muerte por sus médicos. Declarado el final de sus días, por el profeta de Dios. (algo así como que tu llames a tu pastor para que ore por tu sanidad y el te diga que no va a orar por ti, sino que mejor hablen de a quien vas a heredar después de tu muerte).
Una situación terminal requiere de una oración, como esta:
2 Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová,
3 y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.
Una oración que reconoce como única opción al Dios que clama y le da la espalda a todo lo demás.
Una oración de un corazón dispuesto a ser probado y pesado.
Una oración que nace de un corazón quebrantado y humillado delante de Dios.
Esta oración también tiene una respuesta oportuna:
Una respuesta no solo de un Dios todopoderoso, sino también de un padre amoroso y compasivo.
Una respuesta de un Dios que garantiza con su poder sus obras de misericordia.
Conclusión:
Dios siempre esta dispuesto a escuchar y responder las oraciones que elevamos en tiempo difíciles, en tiempos cuando nuestra realidad es demasiado dolorosa o nos enfrentamos a un final que consideramos inevitable. El esta allí para responder a aquellos que se acercan a El, con la confianza de quien es El, y descansan en su poder para librarlos.