UNIDAD Y CRECIMIENTO DE LA IGLESIA A TRAVÉS DE LOS MINISTERIOS

Introducción.

El propósito de esta carta no es enfrentar alguna enseñanza falsa en particular, sino alentar a todas las iglesias a mantenerse unidos en Cristo, por el cual Dios mantendrá en unidad todas las cosas. Ese es su principal propósito con esta carta: La Unidad y el Crecimiento del cuerpo de Cristo; enseñar que todo depende de Dios, Él es la fuente de todo.

Sin duda esta epístola es el “manifiesto de la iglesia”. Estoy de acuerdo con lo que dice William Barclay en su comentario sobre Efesios: “Nadie tuvo jamás una visión tan grande de Cristo como la que lo conciba centro único, en el cual todas las desuniones de la vida se resuelven en unidad. Nadie jamás tuvo una visión más grande de la iglesia que la que ve en ésta, el instrumento de Dios para la reconciliación universal”.

Vivimos en un mundo caído y dividido; el dominio humano ha quebrantado la unión social que debería existir en los hombres, estamos divididos entre sí; las clases sociales, las ideologías nos dividen; el pecado nos separa de Dios. En la raíz de todo esto, está el conflicto entre Dios y Satanás. Todos somos el campo de batalla de una guerra civil interior, somos desgarrados entre el deseo del bien y el deseo del mal; porque el hombre odia y ama sus pecados al mismo tiempo.

Proposición.

Ante esto, Dios ha puesto a la Iglesia como su instrumento para reconciliar el mundo. La ha dotado de dones y ministerios diversos que sirven para mantener a la iglesia en unidad y en continuo crecimiento, para que cumplamos los propósitos de Dios en Cristo creciendo a su estatura y manteniéndonos unidos a su cuerpo, reconociendo que de Él depende todas las cosas.

Oración T. Esa desunión no es el propósito de Dios, pero puede llegar a ser unida solamente cuando todas las cosas estén unidas en Cristo. Si entendemos que:

I. DIOS NOS HA DOTADO. Vv.11

1. Cada uno de nosotros ha recibido dones espirituales.

2. Cada ministerio tiene una función específica:

a. Apóstoles

b. Profetas

c. Evangelistas

d. Pastores y Maestros

3. Todas estas capacidades y funciones, son para el propósito Divino:

Los dones y ministerios siguen vigentes, estan activos y están disponibles para el uso, la edificación y multiplicación de la Iglesia.

II. EL PROPÓSITO DIVINO DE LOS MINISTERIOS. Vv.12, 13, 15

1. El propósito general es el crecimiento de la Iglesia

a. Crecimiento en membresía

b. Crecimiento en calidad

2. La iglesia de Cristo no es una organización, es un organismo vivo.

a. Por eso cada miembro de ella es un miembro activo.

b. Produciendo así el crecimiento en calidad y en cantidad.

Los dones y ministerios son para la Gloria de Dios y NO para nuestra Gloria. Dios nos ha dado ministerios diversos que sirven para mantener a la iglesia en unidad y en continuo crecimiento, para que cumplamos los propósitos de Dios en Cristo creciendo a su estatura y manteniéndonos unidos a su cuerpo siendo que de Él depende todas las cosas.

III. PROPÓSITO ESPECIAL: LA UNIDAD CORPORAL Y ESPIRITUAL Vv.14,15

1. Apela A Vivir Una Vida En Armonía.

a. con la fe en Jesús

b. con madurez espiritual

2. Una Vida En Constante Crecimiento

a. en el Camino del Amor

b. en la imitación de Cristo

3. Esto Depende De Nuestra Relación Con Dios. Vv.16

Para alcanzar el propósito de Dios encontrado en este pasaje, dependerá en gran manera de nuestra relación con Dios, y de la disposición que tengamos de permitir que otros nos capaciten y nos ayuden a crecer en Cristo.

Conclusión.

La desunión no es el propósito de Dios, El crecimiento y la unidad de la Iglesia depende básicamente del crecimiento en amor, y de la actividad propia de cada miembro (4:16).

Este camino es por medio de la fe en Él, y es la misión de la Iglesia el proclamarle este mensaje a todo el mundo. Y ahora Pablo vuelve al pensamiento del carácter que debe tener el cristiano si la Iglesia ha de cumplir su gran tarea de ser el instrumento de la reconciliación universal de Cristo entre hombre y hombre y del hombre con Dios en el mundo.