Nuestra Seguridad está en Dios, no en nosotros.
seguridad y confianza en Dios • Sermon • Submitted
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· 2,950 viewsCada uno de nosotros debemos estar consientes de que nuestra seguridad está en Dios, no en nosotros.
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Introducción:
Introducción:
Todos alguna vez hemos experimentado el temor, de alguna manera es una faceta que se presenta en nuestras vidas.
De niños enfrentamos el miedo a la oscuridad. Según los expertos, el miedo a perderse y el miedo a ser devorado son también dos temores básicos de los niños.
Lo vemos claramente reflejado en la mayoría de cuentos infantiles donde los protagonistas se pierden y tienen que hacer frente a bestias, monstruos que amenazan con devorarlos a la mínima de cambio.
Pero así como el miedo a perderse y el miedo a ser devorado, normalmente desaparecen en cuanto dejamos atrás la infancia; el miedo a la oscuridad en la mayoría de los casos también desaparece.
Sin embargo siempre estamos lidiando con algún tipo de temor en nuestras vidas, en la mayoría de los casos a pesar de ser creyentes, enfrentamos el temor, el temor a la muerte propia o de un ser querido, el temor, a las enfermedades, el temor a lo que no sabemos que será, y esos temores, pueden producir en nosotros distintos trastornos, como la ansiedad, como un ataque de pánico, e inclusive, incertidumbre.
Hoy leímos una porción bíblica en Isaías 41, donde Isaías presenta palabras de Dios muy edificantes para el pueblo escogido por Dios, Palabras de seguridad, en medio de que Israel, estaba enfrentando el Cautiverio en manos de Babilonia.
Vamos a destacar palabras tiernas de amor de Dios hacia su pueblo:
8 Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.
Dios le dice: Tu eres mi siervo, tú eres el pueblo que escogí, fuiste escogido para ser siervo de Dios, luz para las naciones, palabras que Dios reafirma en el capítulo 42:6
6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,
Dios hace ver a su pueblo, que fue llamado en Justicia, es decir, a ser justificado, y que él lo sostiene por su mano, es decir, él lo tiene agarrado de su mano, para ser ejemplo de lo que sucede cuando una nación, un pueblo, o podríamos decir, una persona, establece una cuerdo con Dios y Dios lo llama a ser luz en las naciones.
Estas mismas Palabras de Dios para Israel en el antiguo pacto, son para la iglesia, nosotros, en este nuevo pacto.
Dios nos dice: 1 Pedro 2:9
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Al igual que ha Israel, Dios nos dice, que somos su pueblo ahora, adquirido por Dios, para que anunciemos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Ahora, si volvemos a Isaías, podemos preguntarnos,
¿Cómo es que Dios, le dice tantas cosas bonitas a Israel, si permitió que estuviera en cautiverio, si permitió que le fuera mal?
Bueno la única explicación que podemos encontrar a esa pregunta, es lo que conocemos como la voluntad permisible de Dios.
Dios permite que el pueblo pase por diferentes situaciones, debido a su desobediencia, sin embargo Dios no lo ha desechado, Dios no se ha cansado de ellos:
9 Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.
Dios los escogió, y no los desechó, con todo y su mal comportamiento.
Y en base a ese privilegio que Dios le ha dado al pueblo, él sigue diciéndoles que él siempre ha estado, y estará con ellos.
10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Dios siempre será su ayudador y por lo tanto él quiere que su pueblo sienta esta seguridad, que no radica en lo que ellos son, ni en su forma de comportarse, porque ya dijimos, ellos fueron desobedientes a Dios, sino, que radica en Dios mismo, en su naturaleza y en su amor.
En esa seguridad Dios promete varias cosas interesantes a su pueblo.
Versículos 11-12 :
Los que se levantan contra ti, serán avergonzados, serán confundidos, serán como nada. Van a perecer los que contienden contigo.
Cuando busques a los que te hacen la guerra, no los hallarás, serán como nada y como cosa que no es.
Y en los versículos 13 y 14, nuevamente, les afirma, quien es él y quienes son ellos:
13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
Dios le dice, todo lo que te he dicho que va a pasar, sucederá, porque “yo soy Jehová tu Dios, soy el que te sostienen de tu mano derecha, soy el que te digo, yo te ayudo”
Esto es importante, no es porque Israel, fuera tremendo, o porque tuviera un gran ejercito, no, nada de eso, ellos podían estar seguros, por quien es su Dios.
luego, les dice en el verso 14, Isaías 41:14
14 No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor.
Dios le dice No temas ,gusano , para decirles, que ellos sin él son débiles, son vulnerables, ellos no pueden solos, necesitan la ayuda y el socorro de Dios.
Él se preocupará por la restauración de Judá después del cautiverio, El que se preocupa es nada más y nada menos que “el Santo de Israel”, su redentor.
Ahora hermanos, todo este comportamiento de Dios con respecto a su pueblo, es el mismo para con nosotros que somos su pueblo ahora.
Al igual que Israel, Dios nos dice hoy a nosotros:
Hijo mío, o hija mía, “ No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
Dios te dice hermano y hermana, tu seguridad está en mi, no está en ti.
Esta expresión de Dios para nosotros, me recuerda la historia de un hombre que sufrió un naufragio y contestó una pregunta interesante acerca de su actitud, su estado en el momento que enfrentó en el mar.
“ Después de un naufragio en una terrible tempestad, un marino pudo llegar a una pequeña roca y escalarla, y allí permaneció durante muchas horas.
Cuando al fin pudo ser rescatado, un amigo suyo le preguntó:
--¿No temblabas de espanto por estar tantas horas en tan precaria situación, amigo mío?.
--Sí –contestó el náufrago--, la verdad es que temblaba mucho; pero... ¡la roca no...! Y esto fue lo que me salvó.
Hermanos, así como este naufrago, dijo, que él temblaba mucho, pero la roca no, y eso lo mantuvo a salvo, así nosotros podemos decir, aunque yo esté temeroso, aunque yo esté atemorizado, aunque yo esté en angustia, mi Dios, mi roca segura, no experimenta ninguna de estas cosas, y en él podemos estar a salvo, él es nuestra roca.
El salmista nos dice en Salmos 144: 1
1 Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;
3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
Así que amados, hermanos en el Señor, podemos estar seguros porque él es nuestra roca, nuestra seguridad está en él y no en nosotros.
No importa cual sea el problema, no importa cual es la dificultad que estemos enfrentando, no importa el grado de preocupación, de ansiedad que estemos viviendo, podemos confiar y estar seguros, porque Dios es nuestra roca , él es nuestro refugio.
Dios nos dice en esta noche: “ No temas; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor”
Conclusiones:
Conclusiones:
Hermano, no hay nada que usted y yo podamos hacer para estar seguros, nuestra seguridad viene de Dios, nuestro Dios.
Dios nos dice, no temas, Dios nos dice, yo te sostengo de tu mano derecha, Dios dice; yo te ayudo, yo soy tu socorro, dice Jehová, Yo soy tu redentor.
Ahora, ¿porqué deberíamos sentirnos, afligidos y angustiados, en pánico, cuando algo no va bien?
No hay ninguna razón, Dios es nuestra roca, la roca de nuestra salvación, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Y más bien deberíamos tomar como nuestras las palabras del salmista en :
1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Hermanos es sumamente importante que aprendamos y pongamos en practica este principio de nuestra vida Cristiana:
“ Nuestra Seguridad está en Dios, no en nosotros”
Dios bendiga su palabra.