FARIVIRUS: Usando Máscaras
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· 126 viewsLas realidades escondidas detrás de las máscaras personales.
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Introducción:
Introducción:
Máscaras de cuarentena. Diversas memes y fotos.
La palabra misma es de origen dudoso, con opciones provenientes del latín, dónde significaba una cobertura para esconder o proteger la cara, al árabe, dónde significaba burla o payasadas dignas de ser cubiertas, o desde la frase española más que la cara (“Mask,” wikipedia).
Máscaras a través de la historia se han usado para diferentes propósitos.
Algunos tuvieron usos rituales en ceremonias religiosas (fotos de máscaras ceremoniales).
Otros con usos prácticos (fotos de protectores).
Algunos con usos malvados (fotos criminales enmascarados).
Otros con usos de entretenimiento (foto de máscara actores). Incluso hoy se usan las dos máscaras de la tragedia y la comedia como un símbolo del teatro. De hecho, esto viene del mundo griego y romano, cuando los actores se ponían diferentes máscaras para interpretar diferentes roles, disimulando ser alguien diferente. La palabra usada para identificar estos actores originales: “hipócrita.”
En esta serie #FARIVIRUS, hemos estado resaltando paralelos con la pandemia existente para descubrir aspectos de la hipocresía religiosa que nos infectan y afectan.
Vimos primeramente que es posible andar asintomáticos, ciegos a nuestra propia condición, y precisamos vernos por medio de la lente de la Palabra de Dios.
También resaltamos el enfoque en la limpieza externa, ignorando el hecho que la santificación comienza desde el interior hacia afuera.
Luego, descubrimos que tan fácil es imponer reglas para otros, aunque no seguimos perfectamente esas mismas reglas. Debemos aceptar a otros como Dios nos aceptó en Cristo.
La semana pasada, vimos algunos aspectos de andar conscientemente, en libertad y obediencia a Dios y en servicio y amor hacia nuestros hermanos en la fe.
Hoy nos concentraremos en el uso de las máscaras.
Las máscaras metafóricas del cual hablamos en el área del cristianismo esconden la realidad de nuestras vidas.
Nos escondemos detrás de máscaras por tres motivaciones básicas:
intentamos ocultar una triste realidad,
disimulamos algo mejor que la verdad,
y nos protegemos de alguna vergüenza o consecuencia percibida si se supiera nuestra oscuridad.
Una publicación en los medios sociales relevante a usar máscaras en la iglesia por la pandemia, resaltó el problema con esta declaración picante:
“¿Tanto te cuesta ponerte una máscara para ir a la iglesia? Has estado haciendo eso por años.”
Algunas “máscaras cristianas” que se usan en la iglesia:
La máscara del optimismo, disimulando que no nos afectan los dolores de la vida, pensando que así no nos dolerá.
La máscara del pesimismo, fingiendo no poder hacer lo necesario por temor a fallar, no queriendo enfrentar la vergüenza de haber fallado.
La máscara de la capacidad, pretendiendo hacerlo todo sin ayuda, en busca de solventar algún fracaso pasado o huyendo del riesgo en dejar a otros ayudar.
La máscara de la santidad, simulando la perfección en cada área visible de la vida, ocultando verdaderos desastres personales.
La máscara del materialismo, pretendiendo llenar la vida con cosas porque no encuentras gozo pleno en Cristo.
La máscara del ocupado, llenando la vida con quehaceres pensando así dar a la vida valor.
Señales que estas usando una máscara:
Responder a toda pregunta relacionada al bienestar con “bien.”
“¿Cómo fue tu trabajo esta semana?” Bien.
“¿Como te has recuperado de la indigestión de la cena el viernes?” Bien.
“Escuché que tu perro tuvo diarrea toda la semana pasada.” Bien.
“¿Te echaron de casa y estás viviendo en una caja de cartón?” Bien.
Te has vuelto profesional en poner una buena cara entre entrar a la iglesia y la discusión con tu esposa o hijos en el vehículo antes de llegar.
Se expresa al mantener la conversación “lite”, siempre en la superficie, no dejando que nada penetre más profundo.
Si algo se asoma a descubrir lo interior, sea por el compartir de otro, o una pregunta directa, te escabulles huyendo de la situación incómoda como cucaracha de la luz.
Cuando se llegan a temas más profundas de tu espíritu, la reacción es escaparte “creo que me llaman,” o cambiar de tema “me olvidé de contarte lo que me pasó en el shopping.”
Tus fotos de la Biblia y el mate en Instagram son #sinfiltro, pero no hablas a ninguna otra persona de tu vida #sinfiltro.
La primera máscara en la historia de la humanidad lo encontramos en Génesis 3:7-8, Adán y Eva. Ellos
intentaron esconder su pecado de Dios, y cubrir su vergüenza con una cobertura hecha a mano, y protegerse de lo que pensaban que vendría.
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
A través de toda la historia humana, hemos intentado cubrir nuestras faltas y temores con algún intento humano de creación propia, pero eso no bastará. Tal como Dios proveyó una cobertura hecha por Él para Adán y Eva, también puede hacerlo en tu vida y la mía. Pero es necesario desenmascararse primero.
Cada persona debe desenmascararse debido a las realidades que se ocultan detrás de la máscaras que impiden experimentar la provisión de Dios.
La máscara esconde la realidad de una condición caída.
La máscara esconde la realidad de una condición caída.
La condición caída:
Una condición caída solo alaba a Dios de palabra, Mat 15:8. Dios dijo esto a Su pueblo quién le honraba en palabra pero seguían otros dioses falsos, y no buscaban Su justicia en sus vidas.
Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
Una condición caída sólo se motiva por ser visto por otros, Mat. 6:1-8, 16-18.
Los hipócritas anuncian a alta voz cuando hacen algo generoso, Mat. 6:2-4.
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Los hipócritas buscan siempre orar públicamente al oír de los demás, impresionándolos con el conocimiento que pueden expresar, vs: Mat. 6:5-6.
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Los hipócritas buscaban la atención al mostrar una apariencia externa de su practica espiritual, Mat. 6:16-18. Posiblemente se maquillaban con ceniza, o no practicaban la higiene personal diaria para verse “demudados”.
Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Una condición caída sólo se muestra lindo afuera aunque porque por dentro es otra historia, Mat. 23:25-28. Los sepulcros blanqueados, era tradición de adornar los sepulcros para que se vieran hermosos, aunque por dentro hubo muerte. Jesús le resalta la horrenda condición de los fariseos, de su muerte espiritual, aunque luciéndose santos por afuera.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
La provisión divina.
Dios ve a través de toda máscara. Para Él no hay nada escondido, Luc. 8:17; 12: 2-3; Heb. 4:13.
Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.
Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Dios le preguntó a Adán en el huerto, “¿Dónde estás?” Eso no era porque no sabía la ubicación de Adán, era porque era necesario que Adán reconociera y admitiera su propia condición caída, Sal. 32:5.
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah
Dios tomó lo que se habían echo a mano, y los vistió con piel de animal, dándonos una ilustración viviente del sacrificio de Cristo en la cruz para cubrir nuestros pecados, Sal. 85:2, Rom. 4:7.
Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; Todos los pecados de ellos cubriste. Selah
diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos.
Dios provee el evangelio de Cristo para descubrir la condición caída del hombre, para que pudieran ver la gloria de Jesucristo, 2 Cor. 3:14-16; 4:2-4.
Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.
Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto;en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Ilustración: “Cuando un hombre descubre sus faltas, Dios las cubre. Cuando un hombre las esconde, Dios las descubre. Cuando un hombre las reconoce, Dios las olvida.”
Aplicación:
La máscara esconde la realidad de una condición herida.
La máscara esconde la realidad de una condición herida.
La condición herida:
La mujer samaritana pide el agua viva de Jesús, el cual responde con una propuesta interesante que revela su pasado dudosa, y al toque, la mujer se esconde detrás de una máscara de curiosidad religiosa, Jn. 4:16-19.
Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
Jesús hizo esto para revelar que para recibir lo que Él ofrece, debía descubrir que realmente lo necesitaba. La mujer había ido de esposo a esposo, buscando ser satisfecha con el amor, pero Cristo era el único quién podría darle llenura plena.
Jesús destaca que la relación con Dios no es ligada a lugares ni edificios, sino a la sinceridad del ser buscando la Verdad de Dios, Jn. 4:23-24. Interesantemente, parado frente a ella estaba el que diría “Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida.”
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Es allí cuando Cristo se revela a ella como el Mesías prometido, Jn. 4:25-26.
Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
Al compartir las buenas noticias con el resto del pueblo, la mujer se saca su máscara como parte de su testimonio, Jn. 4:28-29.
Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
La provisión divina:
Las heridas pasadas son comunes, no hay casos aislados. De hecho, eso es uno de los engaños mas grandes del enemigo. No hay nadie en el barco solo, 1 Cor. 10:13; 1 Ped. 5:9.
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
En muchos casos, las heridas son causados por nuestra propia pecaminosidad, y en otros casos, son causadas por los pecados directos de otros, o las consecuencias de sus pecados.
Pero Dios busca al corazón sincero, que no esconde su condición, Mat. 5:3-4, 8.
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Dios ha provisto a Su Iglesia para ser instrumental en ayudar encontrar sanidad en Cristo por las heridas de la vida, Gal. 6:1-3; 1 Ped. 4:8. Se hace con restauración intencional y humilde.
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
Ilustración: Rachel Huffman testimonio.
Aplicación:
La máscara esconde la realidad de una condición temida.
La máscara esconde la realidad de una condición temida.
La condición temida:
La mujer de Sidón, no era judía, ni era hombre (dos elementos en su contra por la cultura de ese tiempo y región), por lo tanto hubo una incomodidad en enfrentarse al maestro reverenciado judío Jesús, especialmente si realmente era el Mesías. Pero, en humildad sincera, acudió a Jesús para auxiliar a su hija, Mat. 15:21-22.
Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
De manera muy rara, Jesús no le responde, y los discípulos incomodados por los reclamos de la mujer, piden a Jesús que la eche. Él responde con una contestación incómoda a nuestros oídos, rehusando ministrar a alguien afuera del pueblo de Israel, y de cierta forma parece estar hablándole de forma despreciativa, Mat. 15:24-26.
El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
Al escuchar la respuesta humilde y sincera de la mujer, Jesús revela la razón de su respuesta tan cortante, estaba probando la fe de la mujer, y recompensa su fe al sanar a la hija, Mat. 15:27-28.
Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
La provisión divina.
Dios conoce nuestros corazones, no hay nada oculto en Sus ojos, Jer. 17:9-10.
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Él conoce nuestros temores y angustias, y ha provisto en Cristo una puerta abierta al Trono de Su gracia en el cual podemos echar nuestras angustias, Fil. 4:6-7, Heb. 4:16; 1 Ped. 5:6-7.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
También nos ha provisto de una familia espiritual de apoyo cuya meta es de ayudar a otros crecer en Cristo. Por ende, es necesario poder acercarnos los unos a los otros a compartir en las batallas, victorias y derrotas, para que podamos estimularnos al amor y las buenas obras, Sant. 5:16, 19-20, Heb. 10:24-25.
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Ilustración: Un granjero ambicioso, infeliz por la producción de sus cosechas, oyó hablar de una nueva semilla de maíz grandemente recomendada. Él compró mucha de esa semilla, la cual produjo una cosecha que era tan abundante que sus vecinos quedaron asombrados y le pidieron que les vendiera una porción de la nueva semilla. Pero el granjero, asustado de que pudiera perder una ventaja de ganancia competitiva, rechazó
la oportunidad. El segundo año la nueva semilla no produjo una buena cosecha tan grande, y cuando la cosecha del tercer año se recogió, fue aun menos. El fracaso de las cosechas del granjero era debido a que
su maíz era polinizado por el grado inferior de maíz de los campos de sus vecinos. Si no hubiera sido tan egoísta, se hubieran beneficiado todos, él y sus vecinos. Al tomar decisiones egoístas, lastimamos no
solamente a los demás, sino también a nosotros mismos.
Aplicación: Algunos consejos prácticos.
Evalúa con quién abrirte. No hace falta abrirse con todos, pero los que sabes que te serán de ánimo y desafío personal en tu andar con el Señor. No es demasiado sabio tener demasiados cocineros en la cocina.
Invierte con integridad. No busques una confianza profunda en alguien del sexo opuesto que no sea tu cónyuge, no es sabio los lazos profundos emocionales.
Enfrenta en específicas. No temas dar detalles de alguna lucha espiritual para así reconocer cuales son las situaciones y circunstancias que te tientan a desviarte de lo que Dios quiere para ti.
Respeta la privacidad de alguien quién te comparte. Si hace falta la ayuda de un tercero, pide permiso de la persona para llevarlo a algún otro quién será de ayuda.
Recuerda la meta. Siempre debes buscar ser más como Cristo, y las críticas en amor de un hermano, aunque pueden ser dolorosas, son para moldearte a ser mas como Cristo.
Refúgiate en la comunión con Dios. Que el amonestar del hermano/a sea respaldada por la Palabra de Dios, y seguido por la oración a Dios por ti.
Conclusión:
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