La Expiación Limitada
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Introducción
Introducción
Solo quiero inicia recordando que la doctrina de la Expiación imitada su sistematizada en el sínodo de Dort que se reunió en la ciudad de Dordrecht en 1618-1619 con el propósito de solucionar una seria controversia en las iglesias Holandesas iniciadas por el surgimiento del Arminianismo.
Jacobo Arminio, un teólogo profesor en la Universidad Leiden, cuestionó la enseñanza de Calvino y sus seguidores en un número de puntos importantes. Después de la muerte de Arminio, sus seguidores presentaron sus posiciones en cinco de estos puntos en la "Protesta de 1610". En este documento ó en escritos tardíos mas explícitos, los Arminianos ensañaron que la elección estaba basada en fe prevista por Dios, que la expiación de Cristo fue universal, que la depravación del hombre es parcial, que la gracia de Dios es resistible, y que existe la posibilidad de una caída de la gracia en los creyentes.
En los Cánones el Sínodo de Dort se rechazaron estas posiciones y se proclamó la doctrina Reformada en estos puntos, que ustedes están estudiando: la elección incondicional, la expiación limitada, la depravación total, la gracia irresistible, y la perseverancia de los santos.
La doctrina de la expiación limitada es expuesta en el segundo capitulo de este documento histórico.
De que se trata esta doctrina básicamente, responde a la siguiente preguntas: ¿Cuál fue el propósito, plan o diseño original, de Dios en enviar a Cristo al mundo a morir en la cruz? ¿Fue la intención del Padre enviar a su Hijo a morir en la cruz para hacer posible la salvación para todos, pero también con la posibilidad de que no fuera eficaz para ninguno?
Es decir, ¿Dios simplemente envió a Cristo a la cruz para hacer la salvación posible, o Dios, desde toda la eternidad tenía un plan de salvación por el cual conforme a las riquezas de su gracia y su elección eterna diseñó la expiación para asegurar la salvación de su pueblo?
Así que de esto es de lo que se trata. ¿Fue esto limitado en su diseño original?
Asi declara esta doctrina el sínodo Dort.
DE LA DOCTRINA DE LA MUERTE DE CRISTO Y DE LA REDENCION DE LOS HOMBRES POR ESTE
I.- Dios es no sólo misericordioso en grado sumo, sino también justo en grado sumo. Y su justicia (como Él se ha revelado en Su Palabra) exige que nuestros pecados, cometidos contra Su majestad infinita, no sólo sean castigados con castigos temporales, sino también castigos eternos, tanto en el alma como en el cuerpo; castigos que nosotros no podemos eludir, a no sea que se satisfaga plenamente la justicia de Dios.
II.- Mas, puesto que nosotros mismos no podemos satisfacer y librarnos de la ira de Dios, por esta razón, movido Él de misericordia infinita, nos ha dado a Su Hijo unigénito por mediador, el cual, a fin de satisfacer por nosotros, fue hecho pecado y maldición en la cruz por nosotros o en lugar nuestro.
Esta es la esencia de la Expiación : “Cristo murió haciendo expiación Penal en sustitución por su pueblo escogido"
Fue un intercambio glorioso. Cristo tomó el lugar de su pueblo escogido. Nos tocaba ser humillados y avergonzados como el lo fue, recibir el castigo que él recibió y sufrir lo que él sufrió.
El fue nuestro vicario (represntate)
“Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.” (2 Corintios 5.21);
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero),” (Gálatas 3.13);
“Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.” (Hebreos 2.9);
“El mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.” (1 Juan 2.2);
“Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (Marcos 10.45; “… pues también Cristo sufrió por vosotros… y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz.” (1 Pedro 2.21–24).
En cada verso se usa la conjunción POR o en lugar de, en favor de. Su muerte fue sustitutoria. Así lo planeó Dios y lo reveló en el Antiguo testamento, era lo que los Judíos deberían creer, que vendría uno que moriría en su lugar:
En la promesa de Genesis 3:14-15 (cf. Heb. 2)Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Heb 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. (JESUS VINO A HACER UNA OBRA EN FAVOR DE OTRO) En los Sacrificios de los Patriarcas: Gen 8:20 – 21 “Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. 21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre. Sacrificio de Noé fue grato, La ira de Dios en el diluvio para ellos fue aplacada por este sacrificio. - Gen 22:2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. 13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte (Jerusalén) de Jehová será provisto. (¿Puedes ver el aspecto sustitutorio? La Obra de otro resuelve el problema.
En la Promesa Resultante del Sacrificio de Abraham: Gen 22
15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente (el Mesías) poseerá las puertas de sus (singular) enemigos. 18 En tu simiente (el Mesías) serán benditas todas las naciones de la tierra” - Jehová prometió proveer a Abraham un sustituto, un hijo, la simiente (Cristo), como fundamento de toda bendición. Provisionalmente Dios proveyó un carnero por su hijo, en el lugar donde Jesus ofrecería su vida “Monte Moriha” Levítico 4:1-4: Habló Jehová a Moisés y le dijo: "Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguna persona peque involuntariamente contra alguno de los mandamientos de Jehová sobre cosas que no se han de hacer, y hace alguna de ellas: "Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo así culpable al pueblo, ofrecerá a Jehová, por el pecado que ha cometido, un becerro sin defecto, como expiación. Llevará el becerro a la puerta del Tabernáculo de reunión delante de Jehová, pondrá su mano sobre la cabeza. Estos sacrificios eran temporales e insuficientes, Hebreos 10:4 La Ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados, porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados” Dios es quien perdona y quien provee el sacrificio: ”Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación." Lev. 17:11 - ES UNA SUSTITUCIÓN DIVINA.Levítico 16:20-22,26 El Chivo Expiatorio "Cuando haya acabado de expiar el santuario, el Tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo. Pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados. Así los pondrá sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por medio de un hombre destinado para esto. Aquel macho cabrío llevará sobre sí todas sus iniquidades a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto. EL PUEBLO NO MUERE, HAY UN SUSTITUTO QUE MUERE POR ELLOS. Isaías 53.5–6 “Mas El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino; pero el Señor hizo que cayera sobre El la iniquidad de todos nosotros.” Murió por los pecados de su pueblo, no por los suyos.
El Sacrificio de Cristo Fue Penal
La muerte de Cristo fue el castigo prescrito como pena a todo aquel que se rebela en contra de la ley de Dios. El problema del hombre después de la caída no puede resolverse con un cambio de conducta (la ley debe castigarlo). Jesus tampoco fue un hombre ejemplar, un modelo a seguir que desafortunadamente paro en manos de un imperio cruel, no el vino a dar su vida, su muerte no fue para corregir nuestra conducta, no fue una calamidad, fue un castigo penal.
Dios ha ligado la gloria de su nombre a su justicia y su justicia demanda que todo aquel que no camine en conformidad con su ley, con su carácter, debe ser castigado:
El alma que pecare morirá..." Ezeq 18:20Levíticos 24:15-16 Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cualquiera que maldijere a su Dios, llevará su iniquidad. Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera.Gal 3:10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas
La justicia de Dios demanda castigo y el castigo por todo pecado es la muerte “Separación eterna de Dios y su reino bondadoso”:
Levíticos 24:15-16 Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cualquiera que maldijere a su Dios, llevará su iniquidad. Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera. Rom 6:23 Porque la paga del pecado es muerte.
Así que “O paga el pecador o paga Cristo”: 2 Corintios 5.21 “Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.” Col 2:14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz”
El Sacrificio de Cristo Satisfizo Toda Justicia.
El elemento de satisfacción es nuestra garantía de que no hay manera que se pague dos veces por un mismo pecado. Todos los pecados fueron pagados por Cristo y la Justicia de Dios satisfecha. Cristo es nuestra Justicia (Justicia Activa) “En sus días será salvo Judá, e Israel morará seguro; y este es su nombre por el cual será llamado: “El Señor, justicia nuestra.”” (Jeremías 23.6); “Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención, para que, tal como está escrito: El que se gloria, que se glorie en el Señor.” (1 Corintios 1.30–31)
Dios demanda que la infracción (pecado) debe ser castigada con la muerte eterna del alma y del cuerpo (Justicia Pasiva). ¿Quién ejecutó la sentencia? Dios el Padre. En la cruz se manifestó la justicia de Dios. El castigo, la muerte eterna, el martillazo divino con toda la ira del Todopoderoso golpeo al Vicario, a Cristo, el sustituto.
Rom 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?Is 53:10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperadaHeb 9:27-28 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.Juan 19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Murió voluntariamente, estuvo dispuesto y entregó su vida. 2 Cor 5:14 – 15 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
IV.- Y por eso es esta muerte de tan gran virtud y dignidad, porque la persona que la padeció no sólo es un hombre verdadero y perfectamente santo, sino también el Hijo de Dios, de una misma, eterna e infinita esencia con el Padre y el Espíritu Santo, tal como nuestro Salvador tenía que ser. Además de esto, porque su muerte fue acompañada con el sentimiento interno de la ira de Dios y de la maldición que habíamos merecido por nuestros pecados.
III.- Esta muerte del Hijo de Dios es la ofrenda y la satisfacción única y perfecta por los pecados, y de una virtud y dignidad infinitas, y sobradamente suficiente como expiación de los pecados del mundo entero.
Aquí se explica lo que la expiación limitada no significa
No quiere decir que hay que trazar un límite sobre el valor o el mérito de la expiación de Jesucristo. Por tradición se dice que la obra expiatoria de Cristo es suficiente para todos. Es decir que su valor meritorio es suficiente para cubrir los pecados de toda la gente, y ciertamente cualquiera que pone su confianza en Jesucristo recibirá la plena medida de los beneficios de esa expiación.
Y también es importante entender que el Evangelio debe ser predicado universalmente y en ese sentido es que hablamos de una oferta universal del Evangelio, y ese es otro punto controversial porque, por una parte, el Evangelio se ofrece universalmente. a todos los que estén al alcance de oír la predicación del mismo, pero no es ofrecido universalmente en el sentido de que se ofrezca a cualquiera sin condición alguna. Se ofrece a todo aquel que cree. A todo aquel que se arrepiente, y, obviamente, el mérito de la expiación de Cristo se da a todos los que creen y a todos los que se arrepienten de sus pecados.
V.- Existe además la promesa del Evangelio de que todo aquel que crea en el Cristo crucificado no se pierda, sino que tenga vida eterna; promesa que, sin distinción, debe ser anunciada y proclamada con mandato de conversión y de fe a todos los pueblos y personas a los que Dios, según Su beneplácito, envía Su Evangelio.
VI.- Sin embargo, el hecho de que muchos, siendo llamados por el Evangelio, no se conviertan ni crean en Cristo, mas perezcan en incredulidad, no ocurre por defecto o insuficiencia de la ofrenda de Cristo en la cruz, sino por propia culpa de ellos.
“El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” (Juan 3.18–21, RVR60)
VII.- Mas todos cuantos verdaderamente creen, y por la muerte de Cristo son redimidos y salvados de los pecados y de la perdición, gozan de aquellos beneficios sólo por la gracia de Dios que les es dada eternamente en Cristo, y de la que a nadie es deudor.
VIII.- Porque este fue el consejo absolutamente libre, la voluntad misericordiosa y el propósito de Dios Padre: que la virtud vivificadora y salvadora de la preciosa muerte de Su Hijo se extendiese a todos los predestinados para, únicamente a ellos, dotarlos de la fe justificante, y por esto mismo llevarlos infaliblemente a la salvación; es decir: Dios quiso que Cristo, por la sangre de Su cruz (con la que Él corroboró el Nuevo Pacto), salvase eficazmente, de entre todos los pueblos, tribus, linajes y lenguas, a todos aquellos, y únicamente a aquellos, que desde la eternidad fueron escogidos para salvación, y que le fueron dados por el Padre; los dotase de la fe, como asimismo de los otros dones salvadores del Espíritu Santo, que Él les adquirió por Su muerte; los limpiase por medio de Su sangre de todos sus pecados, tanto los originales o connaturales como los reales ya de antes ya de después de la fe; los guardase fielmente hasta el fin y, por último, los presentase gloriosos ante sí sin mancha ni arruga.
IX.- Este consejo, proveniente del eterno amor de Dios hacia los predestinados, se cumplió eficazmente desde el principio del mundo hasta este tiempo presente (oponiéndose en vano a ello las puertas del infierno), y se cumplirá también en el futuro, de manera que los predestinados, a su debido tiempo serán congregados en uno, y que siempre existirá una Iglesia de los creyentes, fundada en la sangre de Cristo, la cual le amará inquebrantablemente a Él, su Salvador, quien, esposo por su esposa, dio Su vida por ella en la cruz, y le servirá constantemente, y le glorificará ahora y por toda la eternidad.
Aqui están textos claros acerca de la expiación limitada (Sacerdote de Israel y su pectoral)
El buen pastor da su vida no por las cabras, sino por las ovejas (Jn. 10:11). Es por eso que en Juan 6 está escrito que Jesús vino a salvar a los que el Padre le había dado, y Mateo 1:21 dice que murió por su pueblo, y en Juan 15:13 por sus amigos, y en Hechos 20:28 por la Iglesia, y en Efesios 5:25 por su esposa, y en Efesios 1:4 por los elegidos en Cristo Jesús.
“Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.Yo y el Padre uno somos.” (Juan 10.24–30, RVR60)
La razón por la que a veces los términos universales son a veces usados con referencia a la muerte de Cristo
La primera razón es para contrarrestar la Nueva humanidad con la Vieja humanidad.
Cada humanidad esta representada (En Adan o Cristo como cabeza federal) Cristo no murió por toda la humanidad original, sino por todos los de la humanidad nueva, los que están en el (Romanos 5:15) Aquí tenemos dos uno y dos muchos. Tenemos los unos que son Adán y Cristo y tenemos a un muchos anexos a Adán y el otro muchos anexo a Cristo.
(Romanos 5:18) De nuevo tenemos dos uno y dos todos los hombres. Tenemos a un hombre Adán y todos los hombres en Adán y tenemos a un hombre Cristo y todos los hombres en Cristo.
(1Corintios 15:22) Cristo murió por la nueva humanidad completa. Murió por todos los hombres, pero no por todos los hombres en Adán sino en El mismo. Esta nueva humanidad no excluye a nadie por clase social o raza. Incluye a judíos y griegos. En Apocalipsis se nos dice que incluye a personas de toda tribu, lengua y nación.
La segunda razón es para evitar excluir diferentes etnias, culturas o estratos sociales.
1 Juan 2:1-2 Juan está preocupado de que su palabra no fuesen entendidas como que el estaba restringiendo la propiciación de Cristo específicamente a los judíos. Tendríamos un gran problema si creyéremos que Juan esta hablando de la redención universal, ¿podemos decir que la ira de Dios ha sido propiciada por los pecados de TODOS los hombres? si es así, nadie experimentara la ira de Dios. Y Juan esta enseñando que Cristo es nuestro abogado y la propiciación por nuestros pecados ¿Los de todo el mundo? esto va en contra del contexto de todo la biblia, ¿Juan esta equivocado? No, debemos entender que el esta escribiendo esta carta para Judíos, recordemos que él fue un apóstol para los de la circuncisión, a diferencia de Pablo. Entendiendo esto podemos leer: (los gentiles en todo el mundo que habrían de creer). [Juan 11:51-52] [1Timoteo 2:5-6]. Los Judíos debían recordar las promesas del pacto, Dios extendería la salvación mas allá de los limites de Israel, a toda raza, tribu y nación: “Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. Porque de Jehová es el reino, Y él regirá las naciones.” (v. 27-28) Salmo 72:8, “Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra.” Daniel 7:13-14,“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.” Los profetas del Antiguo Testamento profetizaron que el mundo ciertamente sería salvo. No que todo individuo que ha vivido sería salvo, sino que vendrá un día en que existirá un mundo salvo. Cristo ha redimido al mundo, es Su mundo, y lo redimió con Su sangre; entonces un mundo salvado será el resultado final de su muerte, y es en ese sentido que Cristo es el Salvador del mundo, aunque no de cada individuo que ha existido en la historia.
Para compartir esta doctrina con demás hermanos que no están de acuerdo con la Redención Particular debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
Entender la doctrina, todo lo que enseñaSer amable, de espíritu conciliador, sin degradar a los demás.Ser paciente, siempre orandoConocer las implicaciones prácticas de esta doctrina.
Objeciones basadas en Pasajes que aparentan enseñar que aquellos por quienes Cristo murió pueden perderse.
“Y por tu conocimiento se perderá el que es débil, el hermano por quien Cristo murió.”(1 Corintios 8.11)“Porque si por causa de la comida tu hermano se entristece, ya no andas conforme al amor. No destruyas con tu comida a aquel por quien Cristo murió.” Romanos 14.15)“¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia?”(Hebreos 10.29)
En lugar de dar una completa exposición de cada uno de esos pasajes, tomaremos el que parece más difícil para ser justos con los que no comparten esta doctrina, y el que más comúnmente se usa para contradecir esta doctrina., 2da de Pedro 2:1. Muchas de las observaciones que se pueden aplicar a este texto se pueden aplicar a los demás textos.
Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.” 2 Pedro 2:1
Los oponentes de la Redención Particular dicen básicamente lo siguiente: aquí tenemos referencia de personas que fueron redimidas por Cristo, y aún perecieron. Ahora, la Redención Particular, como la hemos visto, enseña una Expiación efectiva; enseña que todos aquellos por los cuales Cristo murió, al final todos esos serán salvos; que redimió solamente a los elegidos y que todos los elegidos fue por quienes murió. Pero los que se oponen dicen que este texto indica la posibilidad de que alguien por quien Cristo murió pueda perderse; entonces argumentan que Cristo rescató a todos los hombres, todos los que han de ser salvos, y todos lo que serán condenados.
¿Qué podemos decir a eso?
Lo primero es que hay muchas cosas en este versículo que son difíciles de interpretar:
La palabra “Señor” ¿hace referencia a Dios el Padre o al Hijo o solo a Dios en general?. No hay mención específica de Jesucristo en este texto, y de hecho los versículos que siguen sólo están hablando de Dios, y sólo habla de Dios como Dios y como El se trata con estas personas. No se menciona al Señor Jesucristo hasta llegar al versículo 20. Además, la palabra en particular traducida como “Señor” normalmente no se usa para referirse a Cristo. Cuando se usa la palabra “Señor” en el Nuevo Testamento para referirse a Cristo se utiliza el vocablo “kurios” (κύριος). Hay una o dos posibles excepciones, pero no hay ninguna excepción cierta o segura. Casi siempre se utiliza “kurios” pero no la palabra que se usa aquí: “despotis” (δεσπότης). Esta palabra casi nunca se usa en referencia a Cristo, pero muchas veces se usa en referencia a Dios el Padre. “kurios” se utiliza como un título redentor para el Señor Jesucristo. Pero “despotes” es una palabra utilizada para describir la relación del amo o maestro con su siervo. Es una palabra que se refierea alguien que tiene propiedad y dominio absolutos. Asi que no hay seguridad de que este sea el Señor Jesucristo. Hay mucha evidencia que indica que se trata del Dios Padre, y su relación como Supremo y Soberano sobre los hombres.La palabra traducida como “rescató” ¿hace referencia a la redención en la Sangre de Cristo? La palabra principal usada en el Nuevo Testamento para referirse a Redención es “lutron” (λύτρον), en sus maneras diferentes, y significa “libertad obtenida por el pago de un precio”, no simplemente libertad, sino libertad por el pago de un precio o rescate. Cristo adquirió libertad de la esclavitud de la culpa y el poder del pecado, por aquellos por quienes murió pagando un precio, así es que “lutron” se usa. Pero aquí la palabra usada es “agoradzo” (ἀγοράζω) significa “comprar, o apropiarse de algo”, es una palabra que a veces se usa en referencia a la muerte de Cristo: “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” 1ra Corintios 6:20. Pero po lo general “Agoradzo”, por sí sola, simplemente significa “adquirir” o “comprar”; cuando se usa con referencia a la muerte de Cristo o la Redención, el precio pagado siempre es mencionado en el contexto. Pedro no menciona el precio pagado. Así que estas personas fueron adquiridas de alguna forma, no es seguro que el texto esté diciendo que estas personas fueron redimidas por la sangre de Cristo.¿Cómo, o, de qué manera fueron adquiridos? El texto no lo dice. Algunos han interpretado este texto como el señorío soberano de Dios sobre estas personas, o simplemente como el señorío general de Dios sobre las personas y que Dios es dueño de ellos por ser su Creador. A este se le llama el punto de vista Soberano de la Creación. Estamos tratando con un texto oscuro que puede dar a varias interpretaciones.
Una de las cosas más importantes y fundamentales en la interpretación bíblica es que no se puede interpretar la enseñanza general de la Biblia sobre un tema con textos oscuros y difíciles sino que los pasajes difíciles y oscuros deben ser interpretados con la enseñanza general de la Biblia como un todo. Así que sería poco sabio tirar toda la evidencia que se ha considerado sobre la Redención Particular al piso, y argumentar a favor de la Expiación General con un texto difícil de interpretarVamos a asumir que el término “Señor” se refiere a Cristo, y que el término “rescató” se refiere a Redención por su muerte. Asumiendo esto lo que tenemos es falsos profetas que negaron a Jesús, que los rescató con su sangre, y que traen sobre ellos mismos destrucción repentina. Si eso es lo que está diciendo, ¿Cómo puede entonces interpretarse de manera que encaje con toda la evidencia bíblica sobre la Redención Particular?Debe ser notado en el pasaje que se habla de personas que profesan ser cristianos pero han apostatado. En un sentido fueron contados con la iglesia visible y adheridos al pueblo de Dios, parecían verdaderos cristianos.
Veamos los versos 20-21 “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.” Estas personas han sido influenciadas del evangelio; y siendo influenciados por el evangelio, reformaron su conducta externa, y sus vidas cambiaron en varias maneras, profesaron fe en Cristo, y por un tiempo en la manera en que se conducían externamente parecían cristianos, aunque al final demostraron que no lo eran; como dice el verso 22: “Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.” Estos son falsos profetas que Pedro anticipó que vendrían sobre el pueblo, son personas que profesaban ser cristianos, que aparentaban serlo hasta el momento que apostataron.Este texto no apta una expiación general. Pedro habla de personas que profesan ser cristianas, que por un tiempo parecieron ser verdaderos cristianos, y que por un tiempo fueron aceptados como tales, aunque al final apostataron y se demostró que eran hipócritas. Aquí se describe a estas personas según su profesión y privilegios externos y no según su realidad espiritual interna. (Aqui entra en juego la realidad de la iglesia Visible (Profesantes) y la Iglesia invisible (Elegidos). En la iglesia se reciben las personas sobre la base de su profesión de fe, no de su regeneración, la iglesia siempre ha estado compuesta de los que profesan fe verdadera juntamente con sus hijos.
El Autor de Hebreos entiende esto y sobre esta base hace serias advertencias ala iglesia sobre la realidad de la apostasía.
REPROBACION DE LOS ERRORES
Habiendo declarado la doctrina ortodoxa, el Sínodo rechaza los errores de aquellos:
I.- Que enseñan: que Dios Padre ordenó a Su Hijo a la muerte de cruz sin consejo cierto y determinado de salvar ciertamente a alguien; de manera que la necesidad, utilidad y dignidad de la impetración de la muerte de Cristo bien pudieran haber existido y permanecido perfectas en todas sus partes, y cumplidas en su totalidad, aun en el caso de que la redención lograda jamás hubiese sido adjudicada a hombre alguno.
- Pues esta doctrina sirve de menosprecio de la sabiduría del Padre y de los méritos de Jesucristo, y está en contra de la Escritura. Pues nuestro Salvador dice así: ...pongo mi vida por las ovejas... y yo las conozco (Jn. 10:15-27); y el profeta Isaías dice del Salvador: Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada (Is. 53:10); y por último, está en pugna con el artículo de la fe por el que creemos: una Iglesia cristiana católica.
II.- Que enseñan: que el objeto de la muerte de Cristo no fue que Él estableciese de hecho el nuevo Pacto de gracia en Su muerte, sino únicamente que Él adquiriese pata el Padre un meto derecho de poder establecer de nuevo un pacto tal con los hombres como a Él le pluguiese, ya fuera de gracia o de obras.
- Pues tal cosa contradice a la Escritura, que enseña que Jesús es hecho fiador de un mejor pacto, esto es, del Nuevo Pacto (Heb. 7:22), y un testamento con la muerte se confirma (Heb. 9:15,17).
III.-- Que enseñan: «que Cristo por Su satisfacción no ha merecido para nadie, de un modo cierto, la salvación misma y la fe por la cual esta satisfacción es eficazmente apropiada; si no que ha adquirido únicamente para el Padre el poder o la voluntad perfecta para tratar de nuevo con los hombres, y dictar las nuevas condiciones que Él quisiese, cuyo cumplimiento quedaría pendiente de la libre voluntad del hombre; y que por consiguiente podía haber sucedido que ninguno, o que todos los hombres las cumpliesen».
- Pues éstos opinan demasiado despectivamente de la muerte de Cristo, no reconocen en absoluto el principal fruto o beneficio logrado por éste, y vuelven a traer del infierno el error pelagiano.
IV.- Que enseñan: «que el nuevo Pacto de gracia, que Dios Padre hizo con los hombres por mediación de la muerte de Cristo, no consiste en que nosotros somos justificados ante Dios y hechos salvos por medio de la fe, en cuanto que acepta los méritos de Cristo; si no en que Dios, habiendo abolido la exigencia de la obediencia perfecta a la Ley, cuenta ahora la fe misma y la obediencia a la fe, si bien imperfectas, por perfecta obediencia a la Ley, y las considera, por gracia, dignas de la recompensa de la vida eterna.
- Pues éstos contradicen a las Sagradas Escrituras: siendo justificados gratuitamente por Su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puro como propiciación por medió de la fe en Su sangre (Rom. 3:24,25); y presentan con el impío Socino una nueva y extraña justificación del hombre ante Dios, contraria a la concordia unánime de toda la Iglesia.
V.- Que enseñan: «que todos los hombres son aceptados en el estado de reconciliación y en la gracia del Pacto, de manera que nadie es culpable de condenación o será maldecido a causa del pecado original, sino que todos los hombres están libres de la culpa de este pecado».
- Pues este sentir es contrario a la Escritura, que dice: ... y éramos por naturaleza hijos de la ira, lo mismo que los demás (Ef. 2:3).
VI.- Que emplean la diferencia entre adquisición y apropiación, al objeto de poder implantar en los imprudentes e inexpertos este sentir: «que Dios, en cuanto a Él toca, ha querido comunicar por igual a todos los hombres aquellos beneficios que se obtienen por la muerte de Cristo; pero el hecho de que algunos obtengan el perdón de los pecados y la vida eterna, y otros no, depende de su libre voluntad, la cual se une a la gracia que se ofrece sin distinción, y que no depende de ese don especial de la misericordia que obra eficazmente en ellos, a fin de que se apropien para sí mismos, a diferencia de como otros hacen, aquella gracia».
- Pues éstos, fingiendo exponer esta distinción desde un punto de vista recto, tratan de inspirar al pueblo el veneno pernicioso de los errores pelagianos.
VII.- Que enseñan: «Que Cristo no ha podido ni ha debido morir, ni tampoco ha muerto, por aquellos a quienes Dios ama en grado sumo, y a quienes eligió para vida eterna, puesto que los tales no necesitan de la muerte de Cristo».
- Pues contradicen al Apóstol, que dice: ...del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gál. 2:20). Como también: Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió (Rom. 8:33,34), a saber: por ellos; también contradicen al Salvador, quien dice: ...y pongo mi vida por las ovejas Un. 10:15), y: Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. (Jn, 15:12,13).
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Cita de Spoull ´Objeción mas famosa a esta doctrina
2 Pedro 3:8-9 pareciera sugerir que Dios no quiere que ninguno perezca, sino que Él está, obviamente, deseando la salvación de todos.Hay dos palabras en el texto que han sido motivo de discusión: La primera es la palabra «voluntad» y la segunda es «ninguna».
Dios no quiere que ninguno perezca. Sabemos que en el Nuevo Testamento hay dos palabras griegas las cuales se pueden traducir al español por la palabra voluntad. Desafortunadamente, cada una de estas palabras puede tener muchos matices diferentes y cuando queremos saber específicamente qué tipo de voluntad es esta, no se puede resolver la duda con solo buscar el texto griego y mirar el léxico griego para saber qué se está usando aquí. Hay seis o siete formas diferentes en que la Biblia habla acerca de la voluntad de Dios o de su disposición. Con el fin de ahorrar tiempo, permítanme tomar unos minutos para ver las tres formas más frecuentes en que la Biblia habla de la voluntad de Dios. La primera forma que la Biblia habla de la voluntad de Dios es, en términos de la voluntad de Dios que decreta, o lo que algunas personas llaman la voluntad soberana efectiva de Dios; otros la llaman la voluntad definitiva de Dios.
Y lo que queremos decir con este significado de voluntad o disposición, tiene que ver con la voluntad de Dios por la cual Dios lleva a cabo soberanamente todo lo que Él elige hacer. Cuando Dios desea que el mundo llegue a existir su voluntad lo hace una realidad. Este es un decreto soberano que debe llegar a hacerse realidad. No puede dejar de ocurrir, y no lo puede frustrar ninguna fuerza externa. Y a eso nos estamos refiriendo cuando hablamos del decreto soberano de la voluntad.
Ahora supongamos que este texto está usando este significado o matiz de la voluntad de Dios. ¿Qué significa esto? Que Dios no quiere que ninguno perezca. Si «ninguno» se refiere a cualquier persona, y si lo traducimos para que signifique que Dios decreta que ningún ser humano se pierda, ¿cuál sería la conclusión obvia? Si Dios soberanamente decreta que ningún ser humano perezca entonces, claramente ningún ser humano perecería jamás, y entonces este texto se convertiría en el texto de prueba clásico para el universalismo. Pero es claro que no todo el mundo se salva.
Y entonces buscamos otros significados posibles para la palabra voluntad. Ahora la segunda forma más frecuente en que la Biblia habla de la voluntad de Dios es llamada la voluntad preceptiva de Dios. Y un precepto es una ley o un mandamiento. Y la voluntad preceptiva de Dios se refiere a los mandamientos que Dios da a las personas. Los Diez Mandamientos serían una expresión de la voluntad preceptiva de Dios. Cuando Dios dice «No tendrás dioses ajenos delante de mí», y así sucesivamente, está manifestando su ley.
Ahora bien, no podemos desobedecer la voluntad preceptiva de Dios con impunidad, pero tenemos el poder y la capacidad para romper esta ley. Así que hay un sentido en el que la voluntad preceptiva no siempre se cumple, porque la gente no siempre obedece. Tratemos, de nuevo, de aplicar este posible significado a este texto que Dios no está queriendo en el sentido preceptivo que nadie perezca, lo cual significa que Él no permite o da su aprobación o su permiso moral a la gente cuando perecen.
Ahora hay un sentido en el cual eso es cierto, porque, aunque Él manda a todos a venir a Cristo, claramente el hecho de no obedecer esa orden sería violar su voluntad preceptiva. Así que yo diría que eso es una interpretación posible de este texto, y hay teólogos de renombre que asumen este significado de la voluntad en este versículo específico.
Yo personalmente creo que es un poco incómodo y simplemente no tiene sentido decir que uno no está autorizado a perecer, y no creo que esté incluso en el contexto. Creo que con el contexto hasta se hace aún más dificultoso.
La tercera forma en la que el término voluntad se usa en la Biblia con respecto a Dios es lo que llamamos su voluntad de disposición. Y aquí se trata de una de esas expresiones antropomórficas que se refieren a las emociones de Dios, lo que agrada a Dios, lo que hace que Dios se complazca, y lo que hace que Dios se aflija y ese tipo de cosas.
Y se nos dice en varias partes de la Escritura, por ejemplo, que Dios no se deleita en la muerte de los malvados. Esto quiere decir que Él no se alegra de enviar a la gente al infierno, aun cuando Él lo haga. Del mismo modo que un juez de la Corte, a fin de mantener la justicia, se vea obligado a enviar a su propio hijo a cadena perpetua en prisión.
Él lo haría porque eso era lo que correspondía, pero lo haría con lágrimas. Es decir, que no sentiría ningún placer personal por esto, nada que no sea el placer porque se haga y mantenga la justicia.
Entonces, en este caso sería un reflejo de lo que significa la disposición de Dios, como Él dice, como lo dice la Biblia en otro lugar, que Él no se deleita en la muerte de los malvados, que aquí la voluntad de Dios, en un sentido disposicional, no desea que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Así que esas son las tres formas básicas en que esta palabra puede ser utilizada. Y para mí, cuál de estas es la más apropiada, se determinará por la referencia a la segunda palabra en discusión, la palabra «ninguna». Si, de hecho, Pedro está hablando de «ninguno» refiriéndose a todos los seres humanos en este mundo, entonces yo llegaría a la conclusión de que sólo podría significar la disposición o la voluntad de disposición de Dios.
Pero yo no creo que él esté hablando de nadie en un sentido absoluto y sin restricción. Cada vez que usamos la palabra «ninguno» estamos asumiendo alguna Referencia – Ningún ¿qué? ¿Ninguno de que grupo? ¿No es cierto que Pedro no dice que Dios no quiere que ninguna persona perezca? Tuvimos que considerar tal persona como si se entendiera tácitamente. Pero ¿Hay alguna otra posible referencia a la de «ninguno» además de ningún ser humano? Bueno, obviamente, hay otras posibilidades, ninguna de la cuales es una clase específica.
Aquí tienen un tipo de gente y esa palabra «gente» hace una clase distintiva, y si dije ninguno de esa clase, me refería a ninguna persona. O podría tener otra clase, una clase llamada judíos, y si hablo de cualquiera en esa clase, me estaría refiriendo a cualquiera que sea judío, o americano, o de cualquier otro grupo que yo incluya en ese círculo.
Creo, sinceramente que de lo que Pedro está hablando aquí es de ese grupo que se menciona con frecuencia en su epístola por el término elegido. Ciertamente, la Biblia habla con frecuencia de los elegidos, y los elegidos conforman un grupo distintivo, y la pregunta es: ¿Está Pedro hablando aquí acerca de gente? ¿Está hablando del grupo de discípulos del cual Pedro era miembro? ¿O está hablando de todos los elegidos?
Recordamos en el Evangelio de Juan cómo Jesús menciona que ninguno de aquellos que el Padre le ha dado, perecerá y que todos ellos vendrán a la fe, para que todos en ese grupo de los que son elegidos sean, sin duda, redimidos. Ahora, de nuevo, Pedro no es específico aquí sobre a qué grupo se está refiriendo con la palabra ninguno.
Pero no está del todo en silencio. Si miramos atrás en el texto y vemos con cuidado, leemos esto, en el versículo 9 del capítulo 3: «El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con… [¿quién?»]… es paciente para con nosotros.» «Él es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento»
Ahora gramaticalmente el antecedente inmediato de la palabra ninguno aquí es la palabra “nosotros”, y creo que es perfectamente claro que lo que Pedro está diciendo es que Dios no quiere que ninguno de nosotros nos perdamos, sino que todos vengamos a la salvación. Y aún no hemos terminado con el problema, ¿Verdad? Porque ahora tenemos que preguntarnos ¿Quién es «nosotros»?
Ahora, en el contexto más amplio de su carta el «nosotros», no creo que se refiera a toda la humanidad de manera indiscriminada, pero el «nuestro» o el «nosotros» es una referencia a los creyentes, a aquellas personas a quienes Pedro les habla, que son los creyentes en Jesucristo.
Y así, no creo que este texto elimina la idea de que Dios diseñó la expiación para un propósito cuyo propósito según su diseño es necesario que llegue a ocurrir. No creo que queramos creer en un Dios que es un espectador del drama de la redención que envía a Cristo a morir en la cruz y luego se queda ahí esperando, cruzando sus dedos con la esperanza de que alguien lo llegue a tomar. Nuestra visión de Dios es diferente de eso. Nuestra visión es, que el plan de redención era un plan eterno de Dios, y que la planificación y el diseño estaban perfectamente concebidos y ejecutados a la perfección, para que la voluntad de Dios de salvar a su pueblo, en realidad, se lleve a cabo por la obra expiatoria de Cristo.
La Libre Oferta del Evangelio
¿Cómo podemos dar una libre oferta del evangelio para que reciban a Cristo y sean salvos si Cristo no murió por cada hombre?, en últimas para que evangelizar.
Nosotros no negamos la libre oferta del evangelio. La mayoría de Reformados creemos que la salvación en Cristo debe ser ofrecida libremente a todo hombre. Veamos lo que dice los estándares de Westminster al respecto:
Capitulo 7: “El hombre por su caída se hizo incapaz de la vida por ese pacto, el Señor le plació de hacer una segunda (5 Gálatas 3:21; Romanos 8:3; Romanos 3:20, 21; Génesis 3:15; Isaías 42:6), comúnmente llamado el pacto de gracia; EN LA CUAL ÉL LIBREMENTE OFRECE HACIA LOS PECADORES VIDA Y LA SALVACIÓN POR MEDIO DE JESUCRISTO, requiriendo de ellos fe en Él para que sean salvos (Marcos 16:15, 16; Juan 3:16; Romanos 10:6, 9; Gálatas 3:11), y prometiendo de dar a todos quienes son ordenados hacia la vida Su Espíritu Santo, para hacerlos deseosos y capaces para creer (Ezequiel 36:26, 27; Juan 6:44, 45).”
El Catecismo Mayor de Westminster – Pregunta 32 ¿Cómo se manifiesta la gracia de Dios en el segundo pacto? R. La gracia de Dios se manifiesta en el segundo pacto, EN QUE DIOS LIBREMENTE HA PROVISTO Y OFRECIDO A LOS PECADORES UN MEDIADOR( Génesis 3:15; Isaías 42:6; Juan 6:27), así como la vida y la salvación por éste (1 Juan 5:11, 12), requiriendo la fe como condición para que ellos tengan parte en él (Juan 3:16; Juan 1:12), prometiendo y dando su Espíritu Santo a todos sus elegidos (Proverbios 1:23), obrando en ellos tanto la fe (2 Corintios 4:13), como todas las otras gracias salvadoras (Gálatas 5:22, 23), capacitándolos para toda obediencia santa (Ezequiel 36:27), como la evidencia de la verdad de su fe (Santiago 2:18, 22), y de su gratitud a Dios (2 Corintios 5:14, 15), y como el camino que él les ha señalado para la salvación (Efesios 2:18).”
El Catecismo Mayor de Westminster – Pregunta 63 ¿Cuáles son los privilegios especiales de la Iglesia visible? R. La Iglesia visible tiene el privilegio de estar bajo el gobierno y cuidado especial de Dios (Isaías 4:5, 6; 1 Timoteo 4:10); de ser protegida y preservada en todos los tiempos, no obstante la oposición de todos sus enemigos (Salmo 115:1, 9; Isaías 31:4, 5; Zacarías 12:2, 3, 4, 8, 9); de disfrutar de la comunión de los santos, los medios ordinarios de salvación(Hechos 2:39, 42), Y LAS OFERTAS DE GRACIA HECHAS POR CRISTO A TODOS LOS MIEMBROS DE SU IGLESIA POR EL MINISTERIO DEL EVANGELIO, testificando que todos los que creen en él serán salvos (Salmo 147:19, 20; Romanos 9:4; Efesios 4:11; 12 Marcos 16:15, 16), y excluyendo a todos los que no vienen a él (Juan 6:37).”
El Catecismo Mayor de Westminster – Pregunta 68 “P. 68. ¿Sólo los elegidos son eficazmente llamados? R. Todos los elegidos y solamente ellos son eficazmente llamados (Hechos 13:48), aun cuando otros son llamados externamente por el ministerio de la palabra (Mateo 22:14), y gozan de las operaciones comunes del Espíritu (Mateo 7:22; 21 Hebreos 6:4-6), sin embargo, por su negligencia y desprecio voluntario DE LA GRACIA OFRECIDA A ELLOS son dejados justamente en su incredulidad y nunca vienen en verdad a Jesucristo(Juan 12:38-40; Hechos 28:25-27; Juan 6:64, 65; Salmo 81:11, 12).”
El Catecismo Menor de Westminster – Pregunta 31 “P. 31. ¿Qué es el llamamiento eficaz? R. El llamamiento eficaz es la obra del Espíritu de Dios por la cual, convenciéndonos de nuestro pecado y de nuestra miseria, iluminando nuestras mentes con el conocimiento de Cristo (Hechos 26:18; 1Corintios 2:10; 2 Corintios 4:6; Efesios 1:17-18) y renovando nuestras voluntades (Deuteronomio 30:6; Ezequiel 36:26-27; Juan 3:5; Tito 3:5), nos persuade de abrazar a Cristo (Juan 6:44-45; Hechos 16:14), que NOS HA SIDO OFRECIDO GRATUITAMENTE EN EL EVANGELIO (Isaías 45:22; Mateo 11:28-30; Apocalipsis 22:17).”
El Catecismo Menor de Westminster – Pregunta 86 ¿Qué es la fe en Jesucristo? R. La fe en Jesucristo es una gracia salvadora (Efesios 2:8-9 cf. Romanos 4:6 ) por la cual recibimos y reposamos en Él solamente para la salvación COMO NOS ES OFRECIDO EN EL EVANGELIO (Juan 20:30-31; Gálatas 2:15-16; Filipenses 3:3-11).”
El Directorio para la Adoración Pública de Dios
De la Oración Pública antes del Sermón “Ciertamente, no tan sólo hemos despreciado las riquezas de la bondad, longanimidad y paciencia de Dios, SINO TAMBIÉN NOS HEMOS OPUESTO A MUCHAS DE SUS INVITACIONES Y LLAMAMIENTOS DE LA GRACIA DEL EVANGELIO, no procurando, como deberíamos, recibir a Cristo en nuestros corazones por fe o caminar como es digno de Él en nuestras vidas.”
Si cualquier persona dice que creer en la Redención Particular quiere decir que uno niega la libre oferta del evangelio está equivocado.
Esta doctrina la encontramos en el Concilio de Dort, “Es la promesa del evangelio que cualquiera que cree en el evangelio no perecerá sino que tendrá vida eterna, la cual promete junto con el mandamiento de arrepentirse en fe, ofrecida libremente y sin distinción debe ser declarada en público a todos los hombres y a todas las personas”. y también en escritos y sermones de John Owen, Jonathan Edwards, Juan Bunyan, George Witfield, Charles Spurgeon y muchos otros. Cada uno de estos hombres defendía fuertemente la Redención Particular, pero también afirmaban la libre oferta del evangelio. Pero más importante y relevante que esto, la Biblia enseña que Cristo mandó a que Su evangelio sea predicado a todos libremente.
¿Qué es lo que se entiende por “Libre Oferta del Evangelio”?
Es la compasiva y autoritativa oferta de salvación en la cual Dios manda y llama libre e indiscriminadamente al hombre perdido a que venga a El en arrepentimiento y fe, por que El sinceramente desea y se deleita en su salvación, para que cualquiera que voluntariamente desee recibir a Cristo en sus términos y reglas pueda obtenerlo. Esta definición subraya tres puntos importantes en relación a la libre oferta:
Está la esencia de la libre oferta: Es la compasiva y autoritativa oferta de salvación en la cual Dios manda y llama libre e indiscriminadamente al hombre perdido a que venga a El en arrepentimiento y fe. También señala el motivo de la libre oferta: por que El sinceramente desea y se deleita en su salvación.Y también tenemos la consecuencia y el resultado de la libre oferta: para que cualquiera que voluntariamente desee recibir a Cristo en sus términos y reglas pueda obtenerlo
¿Donde enseña esto la Biblia?
[Isaias 55:1,7; Mateo 11:28-29; Juan 7:37; Hechos 17:30; Apocalipsis 22:17]
¿Es Dios totalmente sincero en su oferta de salvación, incluso a hombres que no son elegidos, a aquellos por quienes Cristo no murió? Aunque pueda ser muy misterioso para que nuestras mentes finitas lo entiendan, aunque nos sea difícil reconciliar esto con la doctrina de la Redención Particular, la Biblia enseña que, en la oferta del evangelio a todos, Dios es sincero, y que El verdaderamente desea que todos los que oigan el evangelio se arrepientan y sean salvos.
Ezequiel 33.11 “Diles: “Vivo yo”—declara el Señor Dios—“que no me complazco en la muerte del impío, sino en que el impío se aparte de su camino y viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos. ¿Por qué habéis de morir, oh casa de Israel?” Dios desea sinceramente que se arrepientan.
Dios habló de la siguiente manera con relación a los israelitas hipócritas: Deuteronomio 5:29 “¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!”
¿Suena eso como un Dios que no es sincero? ¿Esta jugando Dios alguna clase de juego cínico? ¡No!
“¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí, vuestra casa se os deja desierta; y os digo que no me veréis más, hasta que llegue el tiempo en que digáis: “Bendito el que viene en nombre del Señor.”” (Lucas 13.34–35).
A lo largo de la Biblia Dios es presentado misericordioso ante los pecadores, sinceramente deseando que se arrepintiesen.
¿Enseña la Biblia que cualquiera que desee tener a Cristo puede tenerlo? Nuevamente, la respuesta es sí. [Juan 3:15-16; Juan 6:37; Apocalipsis 22:17]
¿Cómo podemos dar una libre oferta del evangelio para que reciban a Cristo y sean salvos si Cristo no murió por cada hombre?, debemos saber que la respuesta no es negar la libre oferta del evangelio. Dios manda y llama libre e indiscriminadamente al hombre perdido a que venga a El en arrepentimiento y fe, por que El sinceramente desea y se deleita en su salvación, para que cualquiera que voluntariamente desee recibir a Cristo en sus términos y reglas pueda obtenerlo. No tenemos que negar la doctrina de la Expiación Particular. Ya que ambas son enseñadas claramente en la Biblia.
¿Cómo se puede predicar y evangelizar creyendo que Cristo no murió por todos los hombres?
Debemos reconocer que predicar el evangelio y ofrecerle a Cristo a los pecadores no es lo mismo que decirles que Cristo murió por ellos.
Predicar el evangelio no es decirle a la gente: “Cristo murió por ti.” En ningún sitio en la Biblia el evangelio es proclamado diciéndoles a los pecadores inconversos que Cristo murió por ellos; a lo largo de todo el Nuevo Testamento nunca encontraremos que los apóstoles proclamaran el evangelio de esa manera.
¿Predicaron los apóstoles sobre la muerte de Cristo? Claro que sí. Predicaron la muerte, resurrección y exaltación de Cristo. Y en base a la muerte de Cristo por los pecadores y su posición exaltada como Rey y Señor y en la base de que El es el único en el cual los hombres pueden ser salvos llamaban a los hombres a arrepentirse y a confiar en El, con la promesa de que si lo hacían serían aceptados; pero nunca le dicen a los pecadores que Cristo murió por ellos en particular. Sí predicaban que Cristo murió por pecadores pero nunca predicaban que Cristo había muerto por alguien en particular.
La Biblia no llama a los hombres a creer que Cristo murió por ellos para poder ser salvos no es fe salvadora. El creer que Cristo murió por mí no es fe salvadora. Dice J. I. Packer en su libro “Evangelismo y la Soberanía de Dios”: “La realidad es que el Nuevo Testamento nunca llama a ningún hombre a arrepentirse bajo el argumento de que Cristo murió particularmente y específicamente por el. La base en la que el Nuevo Testamento invita a los pecadores a poner su fe en Cristo es que simplemente ellos le necesitan, y que El se ofrece a ellos; y que aquellos que le reciben se les promete que recibirán todos los beneficios que Su muerte ha asegurado a Su pueblo. Lo que es universal y todo comprehensivo en el Nuevo Testamento es la invitación a tener fe y la promesa de salvación a todo el que cree. El evangelio no es creer que Cristo murió por el pecado de todo el mundo, y por consiguiente por los pecados tuyos ni tampoco es pensar que Cristo murió por el pecado de algunos y quizás no murió por los tuyos. Ninguna de esas cosas es el evangelio, sino que el evangelio es: cree en el Señor Jesucristo, que murió por pecadores, y ahora se ofrece a ti como tu salvador. Este es el mensaje que debemos llevar al mundo.—En lugar de decir al pecado: Cristo Murio por ti, les decimos que la expiación de Cristo es gloriosamente suficiente para borrar todos los pecados de cualquier pecador que viene a El en arrepentimiento y fe, Dios ha prometido recibir a todo aquel que venga a él para ser limpio. Como evangelistas no sabemos por quién murió Cristo, pero sí sabemos que Dios ha llamado a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan y que vengan a El. Nuestra llamado es exhortar a los hombres a venir sin esperar mas y sin miedo a un Expiación que es suficiente para que todos los que vengan sean limpiados.” Debemos entender que la libre oferta del evangelio a todos es el medio que Dios usa para traer a sus elegidos a si mismos:
¿Qué tal si el Evangelio no se ofreciere libremente a todos los hombres, sino que proclamara que Cristo solo se ofrece a los elegidos, por quienes murió? En ese caso uno tendría que saber que uno es uno de los elegidos antes de creer en el evangelio. Pero Dios no nos ha dicho en ningún lugar quienes son los elegidos. La única manera de que un hombre puede saber si es uno de los elegidos es viniendo a Cristo y por esto Cristo es libremente ofertado a todos los hombres a través de la libre oferta del evangelio a todos los hombres Dios llama efectivamente a los elegidos para que vengan a El por medio del poder del Espíritu Santo a través de la predicación.
Debemos entender que en lo que a Dios se refiere hay misterios que nuestras mentes finitas no pueden entender: ¿Enseña la Biblia que Dios es sincero en su oferta de Cristo a todos los hombres? Si, ¿Enseña la Biblia la doctrina de la elección incondicional y de la redención particular? Si, entonces debemos abrazar estas verdades.
Debemos evitar dos posiciones que no son bíblicas:
Arminianismo: este punto de vista se va a un extremo y elimina lo que es la doctrina de la Expiación ParticularHipercalvinismo: este punto de vista va hacia el otro extremo y rechaza la libre oferta del evangelio.
Pero nunca debemos permitir que la lógica humana este por encima de la Palabra de Dios. Si vamos a hacer bíblicos, debemos creer en la tensión que existe entre estas verdades. Debemos entender y aceptar que hay ciertas cosas sobre Dios que van más allá de nosotros. Para Dios y en su mente no hay contradicción, pero en nuestras mentes finitas al tratar de comprender la gloria de este Dios infinito hay misterios que van más allá de nuestra capacidad mental para armonizar completamente en nuestras mentes.
La Biblia esta llena de misterios porque el Dios a quien servimos es un Dios grande y en muchas maneras incomprensibles. Nuestro deber es creer lo que La Biblia nos enseña, y no solo abrazarlo sino también proclamarlo. Y cuando nos atravesemos con misterios que no podemos comprender totalmente, no debemos salirnos del contexto bíblico sino seguir lo que las Escrituras enseñan. Y esto es uno de los misterios que debemos cuidar y proteger: que por un lado Dios es sincero en la oferta de la salvación a todos los hombres y que por otro lado Dios no envío a su Hijo para redimir a TODOS los hombres.