La oración de Jonás

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En este sermón vemos la reconciliación que obtuvo Jonás después de desobedecer a Dios.

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La oración de Jonás

Si no somos capaces de discernir que en medio de la prueba o dificultad encontramos la misericordia de Dios, nos rodearemos de desesperanza y temor. Pues aun en medio del sufrimiento el Dios soberano tiene el control sobre esas adversidades, en respuesta a ello nuestras almas deberían descansar en su gracia.
Oremos

2

1Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, 2y dijo:

Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;

Desde el seno del Seol clamé,

Y mi voz oíste.

3 Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,

Y me rodeó la corriente;

Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

4 Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;

Mas aún veré tu santo templo.

5 Las aguas me rodearon hasta el alma,

Rodeóme el abismo;

El alga se enredó a mi cabeza.

6 Descendí a los cimientos de los montes;

La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;

Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

7 Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,

Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

8 Los que siguen vanidades ilusorias,

Su misericordia abandonan.

9 Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios;

Pagaré lo que prometí.

La salvación es de Jehová.

10Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.

Hoy estaremos viendo la oración de Jonás, porque en este capítulo Dios quiere enseñarnos varias cosas la primera es que.

I. Dios muestra su misericordia vv. 1-2

La semana pasada vimos que Jonás no recurrió a su fe para enfrentar el sufrimiento de los que iban con él. No les dijo cómo tener una relación con el Padre Celestial, ni siquiera utilizó algún recurso espiritual con los que contaba por tener una relación con Dios. No estaba amando o sirviendo a sus semejantes. Se encerró en su necedad.
Es interesante porque Dios está control absoluto de lo que sucede a cada momento. Jonás 1.17. Nos dice que el Señor tenía preparado un gran pez. En el que estuvo Jonás durante 3 días y 3 noches.
El Señor es dueño del cielo, la tierra , el mar y de todo lo que en ellos hay. En este libro Dios nos deja ver su corazón, el Señor que controla todo nos muestra su poder y gracia al mismo tiempo.
El pecado es dulcemente cruel. Bueno al principio pero su final tiene consecuencias terribles, para nuestra mete y corazón.
Recuerda que el mal entró en el mundo cuando le dimos la espalda a Dios, pero Él tiene atado Su corazón al nuestro de tal manera que cuando ve el pecado y el sufrimiento en el mundo, Su corazón se llena de dolor Gén. 6.6 y Isaías 63.9
“El Señor quiere transformar nuestro corazón, pero no siempre quiere transformar nuestras circunstancias.”
La solución de Dios no es cambiar el ambiente o las reglas. Es cambiar lo que hay en nuestro corazón, es salvar nuestras almas, es hacer una obra espiritual.
Ve cómo Dios trabaja en el corazón de Jonás 2:1 Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez
El Señor lleva a Jonás a reconocer la autoridad, o como le llamamos la soberanía de Dios pero también su hesed, su compasión. Y toma el recurso de la oración.
Jonás 2.2. y dijo:
Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;
Desde el seno del Seol clamé,
Y mi voz oíste.
En su angustia, en su lucha, en su sufrimiento clamó al Señor, le llamó, lo reconoció, podríamos pensar que fue demasiado tarde, pero lo hizo ¿qué haces tú, qué hago yo cuando sabemos que hemos hecho lo malo, cuando seguimos de necios y obstinados? ¿vamos en oración para recordar la verdad del Evangelio- (Dios nos ama porque así se le place)?
Quiero que veas la compasión de Dios, el amor de Dios en todo lo que está experimentado Jonás, recuerda Dios quiere el bien de Jonás, pero su bien no es cambiar las circunstancias, no ves al Señor diciéndole, bueno Jonás ya no vas a ir a Ninive, porque eso quiere el niño. ¡No!, no dice eso, pero El Señor si muestra su amor
Jonás 2.2 dice: y él me oyó, clamé, y mi voz oíste.
Recuerda que “Dios puede darnos Su misericordia en el interior de nuestras dificultades”
Eso debería transformar nuestro corazón, cuándo le crees a Dios viene el cambio a tu vida; esta mañana te pregunto ¿Le crees a Dios, que en medio de tus adversidades verás la misericordia de Dios?
Esta oración no quiere decir que Jonás era un producto terminado al invocar el nombre del Señor y al recibir su amor.
Por ello deberíamos de ser realistas, ninguno de nosotros es alguien perfecto, nadie ha alcanzado la estatura y plenitud de Cristo, por ello deberíamos de conducirnos en humildad ante nuestros hermanos.
Pero a su vez deberíamos de ser pacientes con nuestros demás hermanos, no hablo de tolerar el pecado, sino de caminar con pies de plomo cuando pensamos en otro hermano, el que asista a una iglesia de hace 20 años o más no quiere decir que ese hombre o mujer es maduro, porque pueden ser personas aun necias, pero todos somos hijos de Dios que estamos en el proceso de ser transformados a su imagen.
Pareciera que Jonás va entendiendo que Dios le ama, que Él controla todo. Pero Dios deja seguir la oración de Jonás para ver lo que pasa en su corazón en estos versos del 3-6, porque Dios quiere revelarnos a nosotros también la realidad en nuestro corazón.

II. Dios revela la realidad en nuestro corazón. Jonás 2.3-6.

Al principio en (Jonás 2.3) parece que Jonás va entendiendo lo que el Señor es dueño de todo, es soberano, y que le ama.
En los versículos vemos a Jonás no con un arrepentimiento, reconociendo: Dios pequé contra ti, no te adoré, no oré, no te busqué, no te creí, no hizo eso nada de eso, sino que empieza a auto-compadecerse,

3 Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,

Y me rodeó la corriente;

Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

4 Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;

Mas aún veré tu santo templo.

5 Las aguas me rodearon hasta el alma,

Rodeóme el abismo;

El alga se enredó a mi cabeza.

6 Descendí a los cimientos de los montes;

La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;

Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

¿Cuántos de nosotros no hemos pensado así o dicho esto? El Señor me ha desechado, porque me están pasando cosas malas.
A veces Dios va a permitir que lleguemos a la Banca rota- espiritual, banca rota económica, banca rota emocional. Y nos vamos a sentir como Jonás, y vamos a hablar como lo hizo este profeta.
Recuerda que la manera de ir conforme a la voluntad de Dios es:
¿Es bíblico?
¿Las circunstancias se están dando?
¿La paz de Dios es contigo?- es saber que la paz de Dios viene cuando haces Su voluntad, no como te sientes. No podemos vivir con Dios pensando que hacemos 50-50
Hacemos un drama por meternos en dónde Dios no quería, pero todavía tenemos el valor y le decimos, ¡Yo te dije que me ayudaras, que me cuidaras! y me molesto porque no lo hizo. Pero es nuestra rebeldía la que nos conduce a rodearnos de la adversidad, es nuestro pecado que un nos impide ver el amor de Dios en todo su esplendor. Así pasaba con Jonás.
¿Por qué tenía que arrepentirse Jonás? no de qué se tiene que arrepentir. ¿Cuál es la razón para arrepentirse? Recuerda es un problema del corazón
Si nos damos cuenta Jonás no está implorando por perdón, sino que su corazón lo conduce a autocompadecerse. Y le hace ver que está todo rodeado, está enredado en sus consecuencias.
Pero hay un “pero”, el Señor sigue trabajando con el corazón de Jonás, así lo hace con cada uno de nosotros. Dios revela dónde está nuestro corazón, para colocarlo como al final de este versículo.

Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

III. Dios puede dar amor, salvación y dirección Jonás 2:7-10.

Cuándo entendemos que todo le pertenece a Dios, y que no hay nada que puedas robarle o que lo haga cambiar de parecer, puede descansar nuestra alma o se rebelarse, cuando sabes que no es tu casa sino la del Señor, que no es tu cuerpo sino del Señor, que no son tus hijos sino del Señor, que no es tu iglesia persé sino del Dios Soberano, tal vez te preguntas ¿con qué me quedo, que tengo, que es mío? Recuerda el Evangelio, tienes a Cristo, Él lo es todo.

7 Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,

Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

Dios salvó la vida de Jonás cuando el pez se lo tragó, pero esta salvación parecía ser aparente, ¿por cuánto tiempo seguiría respirando Jonás dentro de este pez? Era un respiro temporal a no ser que Dios realizara otro acto de liberación.
El caracter de Jonás estaba escondido mientras las cosas le iban bien, cuando solo confiaba en sus obediencia, en sus fuerzas, en su celo patrio. Necesitaba Dios liberarlo con su compasión de su sistema de auto salvación.

8 Los que siguen vanidades ilusorias,

Su misericordia abandonan.

9 Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios;

Pagaré lo que prometí.

La salvación es de Jehová.

Dios quería que Jonás reconociera los recurso que le había dado, Su amor- Perdón, Salvación, Dirección- Dios está a cargo de nuestra vidas mis hermanos, que gran alivio.
Por que cuando crees perderlo todo, Dios muestra en medio de todo esto, su amor, su salvación y su Dirección.
10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.
Dios está al mando. Y mada al pez a que vomite a Jonás, no nos dice si llegó el pez hasta la tierra, no dice si Jonás nadó, pero pudo haber muerto el pez por expulsar a Jonás. Para que continué la transformación de su corazón.
El Señor conduce a Jonás a una bancarrota moral, sabía que no era justo, que merecía el castigo, porque había pecado, había hecho lo malo.
La segunda cosa es que lo llevó a una impotencia espiritual, dónde reconoció que no podía hacer nada para restaurarse, para limpiarse, para que Dios le amara y aceptara. Puede ser que nosotros reconocemos nuestro mal, nuestro pecado, pero aunque lo hagamos creemos que nosotros podemos corregirlo. Pero Dios nos salvará de ello.
La salvación tiene un costo. Jonás no solo ve al templo porque es un patriota, sino porque está recordando que es en el Templo dónde se pagaban con sacrificios nuestro pecados. Dónde un animalito inocente tomaba nuestro lugar para que Dios nos perdonara, ahora nosotros ya no miramos hacia un templo hecho por manos de hombres, miramos hacia el cielo, dónde se encuentra el Cordero de Dios que no solo perdona, sino que quieta el pecado del mundo.
¿Cuál será tu respuesta ante lo que estás atravesando?
¿Cómo responderás al amor de Dios que te muestra aun en las pruebas?
¿Comprendes la gracia de Dios para tu vida que está se mostró en la cruz del calvario?
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