Enfrentando la injusticia
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· 575 viewsAprendamos a esperar en Dios cuando enfrentamos la dificultad y la injusticia.
Notes
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Introducción:
Introducción:
¿Eres una persona paciente?
Si tuvieras que evaluar tu paciencia en una escala del 1 al 10, ¿cuál sería tu calificación?
Video: El ejemplo de Derek Redmond que llega a la meta (YouTube).
Muchas veces enfrentamos circunstancias difíciles, de esas que parecen gritarnos a la cara que no lo vamos a lograr. Vemos injusticia por todas partes, nuestros esfuerzos parecen no traer resultados, los malos parecen ir ganando...
Entonces, Dios habla a nuestro corazón diciendo:
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.
Consideremos cómo funcionó esto para la vida de un profeta que solo veía injusticia, y no veía la respuesta a sus oraciones.
1. La queja, la oración y la respuesta.
1. La queja, la oración y la respuesta.
Habacuc siente que lo que está pasando es injusto.
La profecía que vio el profeta Habacuc.¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan.Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.
Ésta es la profecía que el profeta Habacuc recibió en visión.
¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda
sin que tú me escuches?
¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia
sin que tú nos salves?
¿Por qué me haces presenciar calamidades?
¿Por qué debo contemplar el sufrimiento?
Veo ante mis ojos destrucción y violencia;
surgen riñas y abundan las contiendas.
Por lo tanto, se entorpece la ley
y no se da curso a la justicia.
El impío acosa al justo,
y las sentencias que se dictan son injustas.
2. ¿Alguna vez te has sentido así? ¿Has llegado a sentir que oras y no obtienes respuestas? ¿Has pasado por ese sentimiento que te sugiere que todo lo que está ocurriendo es injusto, y que parece que Dios no hace nada al respecto?
3. ¿Una oración reprobable? “¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué tengo que ver toda esta injusticia?”, le dijo Habacuc a Dios. ¿Es una oración mal hecha? ¿Acaso Dios la rechaza? No. Más bien le responde.
4. La respuesta de Dios. Dios le responde algo así como: “Tal vez tú no lo entiendas ahora, pero yo estoy obrando; todo eso que ves, el ataque de los enemigos y la violencia, Yo mismo lo he permitido”.
5. Aunque no lo entendamos, Dios está obrando. Así como en aquel momento, aunque nos resulte difícil de comprender, Dios está obrando. Como sucedió con el corredor que cayó en medio de la carrera más importante de su vida, podemos confiar en que Dios está haciendo algo especial y bueno, aunque nosotros no comprendamos.
Aunque aquella no fue suficiente respuesta para Habacuc todavía. No se conformaba. ¿Cómo iba a suceder que los malos se salieran con la suya?
2. La insistencia y la decisión de esperar una respuesta.
2. La insistencia y la decisión de esperar una respuesta.
Habacuc recuerda quién es Dios. ¿Lo recuerdas tú? ¿Se lo dirías?
¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar.Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él,y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne?
¡Tú, Señor, existes desde la eternidad!
¡Tú, mi santo Dios, eres inmortal!
Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia;
tú, mi Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo.
Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal;
no te es posible contemplar el sufrimiento.
¿Por qué entonces toleras a los traidores?
¿Por qué guardas silencio
mientras los impíos se tragan a los justos?
Has hecho a los hombres como peces del mar,
como reptiles que no tienen jefe.
2. Habacuc considera que sabe lo que va a pasar.
Sacará a todos con anzuelo, los recogerá con su red, y los juntará en sus mallas; por lo cual se alegrará y se regocijará.Por esto hará sacrificios a su red, y ofrecerá sahumerios a sus mallas; porque con ellas engordó su porción, y engrasó su comida.¿Vaciará por eso su red, y no tendrá piedad de aniquilar naciones continuamente?
Babilonia los saca a todos con anzuelo,
los arrastra con sus redes,
los recoge entre sus mallas,
y así se alegra y regocija.
Por lo tanto, ofrece sacrificios a sus redes
y quema incienso a sus mallas,
pues gracias a sus redes su porción es sabrosa
y su comida es suculenta.
¿Continuará vaciando sus redes
y matando sin piedad a las naciones?
3. Habacuc se propone esperar la respuesta de Dios.
Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.
Me mantendré alerta,
me apostaré en los terraplenes;
estaré pendiente de lo que me diga,
de su respuesta a mi reclamo.
3. El corazón transformado.
3. El corazón transformado.
1. La respuesta de Dios: la visión
1. La respuesta de Dios: la visión
a. La invitación a caminar por la fe.
a. La invitación a caminar por la fe.
Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
Y el Señor me respondió:
«Escribe la visión,
y haz que resalte claramente en las tablillas,
para que pueda leerse de corrido.
Pues la visión se realizará en el tiempo señalado;
marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse.
Aunque parezca tardar, espérala;
porque sin falta vendrá.
»El insolente no tiene el alma recta,
pero el justo vivirá por su fe.
b. Dios va a hacer justicia. No es cierto que los malos van a salir victoriosos.
b. Dios va a hacer justicia. No es cierto que los malos van a salir victoriosos.
Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Porque así como las aguas cubren los mares,
así también se llenará la tierra
del conocimiento de la gloria del Señor.
Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.
En cambio, el Señor está en su santo templo;
¡guarde toda la tierra silencio en su presencia!»
2. El nuevo Habacuc
2. El nuevo Habacuc
Habacuc canta la victoria de Dios. Dios se va a levantar, poderoso, y la injusticia no va a prevalecer. Dios no va a dejar abandonado a su pueblo. Le importan los suyos, y sale a socorrerlos (Hab. 3.13).
Saliste para socorrer a tu pueblo,
Para socorrer a tu ungido.
Traspasaste la cabeza de la casa del impío,
Descubriendo el cimiento hasta la roca.
Selah
Saliste a liberar a tu pueblo,
saliste a salvar a tu ungido.
Aplastaste al rey de la perversa dinastía,
¡lo desnudaste de pies a cabeza! Selah
Habacuc reacciona ante la revelación de Dios celebrando una confianza excepcional.
Oí, y se conmovieron mis entrañas;
A la voz temblaron mis labios;
Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí;
Si bien estaré quieto en el día de la angustia,
Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.
Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.
Al oírlo, se estremecieron mis entrañas;
a su voz, me temblaron los labios;
la carcoma me caló en los huesos,
y se me aflojaron las piernas.
Pero yo espero con paciencia
el día en que la calamidad
vendrá sobre la nación que nos invade.
Aunque la higuera no florezca,
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
ni ganado alguno en los establos;
aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!
El Señor omnipotente es mi fuerza;
da a mis pies la ligereza de una gacela
y me hace caminar por las alturas.
Al director musical.
Sobre instrumentos de cuerda.
Conclusión:
Conclusión:
¿Cómo enfrentas las situaciones que tienes por delante? La clave consiste en ver a Dios y confiar en Él. Dios está obrando. Pueden existir desafíos importantes y situaciones difíciles de superar, pero teniendo a Dios lo tenemos todo.