Lo que vemos frente a lo que econtramos

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Lo que vemos puede llevarnos a terribles equivocaciones cuando juzgamos por ello, como a Samuel con David en 1 S. 16

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Lo que la mujer vio
Vio a un enemigo: por ser judío.
Los judíos y los samaritanos tenían una amistad que se remonta muy temprano en su historia, pero se hizo mas fuerte con la separación del reino de Israel después de la muerte de Salomón.
Aumentó con la deportación de los hebreos por parte de los asirios en 723/722 a C. Estos había repoblado el país con gentes de otras naciones paganas (2 R 17:23-24)

hasta que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como él lo había dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy

Esto condujo a una mezcla semipagana en lo que antes era el reino del norte
Estas diferencia crecieron después del cautiverio babilónico de los judíos. Cuando regresaron encontraron una oposición férrea por parte de los samaritanos quienes se opusieron a reconstrucción de sus ciudades
Los samaritanos establecieron su propio templo en Gerizim como rival al de Jerusalén y alegaban que la religión judía era ilegítima. No había ningún tipo de relacionamiento social entre los dos pueblos como lo declara la misma mujer:

La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí

Los judíos y los samaritanos eran acérrimos enemigos, y en cuanto les era posible, evitaban todo trato unos con otros. Los rabinos tenían por lícito el negociar con los samaritanos en caso de necesidad; pero condenaban todo trato social con ellos. Un judío no debía pedir nada prestado a un samaritano, ni aun un bocado de pan o un vaso de agua
DTG 155
Vio a un hombre débil y cansado
Efectivamente estaba cansado: 4:6

Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.

Según el Comentario Exegético y explicativo de la Biblia, de Jerusalén a Sicar hay de 57 kms. Había estado caminando desde temprano en la mañana y el fuerte sol del mediodía lo agobiaba
Mientras Jesús estaba sentado sobre el brocal del pozo, se sentía débil por el hambre y la sed. El viaje hecho desde la mañana había sido largo, y se hallaba ahora bajo los rayos del sol de mediodía. Su sed era intensificada por la evocación del agua fresca que estaba tan cerca, aunque inaccesible para él; porque no tenía cuerda ni cántaro, y el pozo era hondo
DTG 155
Vio a un hombre impotente

11La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

Su sed era intensificada por la evocación del agua fresca que estaba tan cerca, aunque inaccesible para él; porque no tenía cuerda ni cántaro, y el pozo era hondo. Compartía la suerte de la humanidad, y aguardaba que alguien viniese para sacar agua
DTG 155

12¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?

Estaba argumentando que cuando Jacob anduvo por esas tierras cavó ese pozo para él, su familia y sus ganados y que Jesús no podía pretender ser mas sabio y poderoso que el patriarca
Lo que la mujer encontró
Amor sin señalamientos
Alguien que no tuvo reparos en caminar por tierras enemigas, que no se dio la vuelta por el valle del Jordán para evitar personas despreciables. Él ha venido a tierra de enemigos para decirnos que está interesado en reconciliarse con nosotros: “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” (2 Cor. 5.19)
Jesús no se detuvo a cuestionar sus pecados ni a señalarle la vida libertina que llevaba. La amó y por ella caminó toda la mañana a cumplir su cita.
En el más terrible camino en que se encuentre el pecador es preciso que sepa que no está demasiado lejos de donde el amor de Dios no pueda rescatarlo
El v 4 dice que le era necesario pasar por Samaria. Realmente era la ruta más corta, pero no la única. la más común era por el valle del Jordán y por Perea, pero todas las demás eran para evitar a los samaritanos
Encontró aceptación (gracia)
Sin importar su pasado y su presente de errores
Sin importar su prejuicios religiosos y culturales
Cuando todos la cuestionaban
En su más profunda soledad donde ni siquiera su marido le ayudaba
Gracia es el regalo inmerecido de Dios. No importa lo que seamos, no merecemos nada de Dios. Pero tampoco importa lo que seamos, Dios nos extiende su gracia
encontró salvación (el agua de vida). Fue por agua corriente y encontró el agua de vida. El agua de vida es lo que calma la sed de Dios. En todo ser humano hay un anhelo insatisfecho , ese vago descontento, ese algo que falta, esa frustración que solo puede ser llenada con la presencia de Dios. Como dijo Agustín: «Tenemos el corazón inquieto hasta que encontramos el reposo en Ti» (Agustín).
Encontró a Dios, el Mesías: el que cambiaría la ruina de la humanidad, quien le haría perder sus vergüenzas, quien le ayudaría a ver al mundo sin temores.
Conclusión. La historia de la mujer de Samaria es un retrato de nosotros. No hay nadie que no tenga algo que ocultar, que no tenga algún temor, en quien no haya decisiones erradas. Pero no importa lo lejano, Jesús siempre tendrá una cita con nosotros: Hoy es ese día
Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (p. 405). Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE.
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