Venciendo al Mundo
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10 Todas las naciones me rodearon; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
11 Me rodearon y me asediaron; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
12 Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego de espinos; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
13 Me empujaste con violencia para que cayese, Pero me ayudó Jehová.
14 Mi fortaleza y mi cántico es JAH, Y él me ha sido por salvación.
No cabe duda de que estamos en una guerra diaria encontra muchas adversidades.
Peleamos encontra Satanas y sus demonios
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
2. Encontra el mundo y sus atracciones
4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
3. Nuestra propia carne
5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
Se nos a dado una posicion en medio de la guerra.
Vinimos hacer cristianos y nos pusieron en el mismo medio de la guerra.
En la 2nda guerra mundial, los soldado aterizaban en las orillas del mar ante balasos de miles de direcciones. Tenian que correr hacia la cubertura pero muchos no llegaban.
Muchos fueron pero pocos llegaron, porque haci es la lucha en estos dias, muchos
Permiten que las balas de este mundo los limiten.
Nuestro salvador ya vencio y nos ha ensenado el camino.
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
El a vencido y nos ha dejado saber que hay guerra y que la lucha es real
12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Porque hay lucha
4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
Pero en este parentasis de la vision de Juan vemos la formula para vencer.
11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Ellos an vencido por 3 cosas
La Sangre de Cordero
El Testimonio de ellos
Menospreciaron sus vidas hasta la muerte
Ya nosotros tenemos la victoria pero, como a la iglesia de Pergamos se le dio una advertencia
13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.
Balaam fue el profeta malvado que fue comprado para maldecir a los hijos de Israel en el desierto por Balak.
El quiso pero no se le permitio maldecir, sino bendecirlos.
A nosotros es lo mismo, el diablo y sus sequases no pueden maldecir, pero si puede inflitrar.
Eso fue lo que hizo Balaam, como no pudo maldecir, le dijo a Balak yo te enseno como maldecirlos.
Los israelitas se maldicieron ellos mismo por habrir le la puerta al pecado.
La desobediencia los maldijo, no satanas.
Por esos la biblia nos dice
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
El que esta bajo la ley, es porque esta bajo la condenacion del pecado, porque esta practicando las cosas que la ley condena, y pues se ponde de nuevo a la condenacion.
Si tu eres guiado por la carne, no puedes agradar a Dios, y no puedes vencer!!!!
7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,
5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
a la iglesia de Laodicea
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Los tres jovenes hebreos
16 Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.
17 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.