La Preeminencia del Amor
1) Dones vs Amor
225. EL MARTIRIO DE POTIN
2 Tim. 2:12.
Potín era un anciano de una iglesia y hombre de edad muy avanzada.
Los enemigos se apoderaron de él cuando dirigía la iglesia de Liján en calidad de obispo o pastor. Tenía más de ochenta años y se encontraba enfermo; como apenas podía sostenerse y respirar a causa de sus enfermedades, aunque la proximidad del martirio le daba nuevas fuerzas, se vieron obligados a llevarlo al tribunal. La enfermedad y la edad ya habían deshecho su cuerpo; pero su alma quedaba erguida para servir al triunfo de Jesucristo. Mientras los soldados lo conducían, era seguido por otros soldados de la ciudad y de todo el pueblo que daba voces contra él, como si hubiera sido el mismo Cristo.
Pero nada pudo abatir al anciano, ni impedirle confesar lealmente su fe.
Interrogado por el gobernador acerca de quién era el Dios de los cristianos, le contestó que si fuera digno, lo conocería.
En seguida fue bárbaramente golpeado sin que tuvieran ninguna consideración a su avanzada edad.
Los que estaban cerca lo herían a puñetazos y a puntapiés; los que estaban lejos le tiraban la primera cosa que hallaban.
Todos se habrían creído culpables de un gran crimen, si aquella crueldad no hubiera tenido por objeto vengar el honor de los dioses.
Apenas respiraba cuando fue llevado a la prisión, donde p 161 entregó su alma dos días después.La Marcha del Cristianismo.
“No te dé temor sufrir por Cristo,
Los reproches o el dolor;
Sufre con amor tus pruebas todas
Cual sufrió tu Salvador.
No te dé temor morir por Cristo,
Vía, verdad y vida es él;
El te llevará con su ternura,
A su célico vergel.”
2) Características del Amor
3) Cristo como modelo
Conclusión
todas las cosas hermosas de este día caducarán; a los goces e ilusiones de hoy seguirá la vida matrimonial con sus dificultades. La belleza física que hoy está en su clímax desaparecerá. Así como el vigor de la juventud, y se aproximará la separación. Una gota de acíbar en todas las hermosas bodas es la del ritual «hasta que Dios os separe con la muerte». Pero el Señor invita a todos a una boda eterna. Allá os dirigís los dos si sois cristianos y os encontraréis para una relación moral, aunque no física, pues «el amor nunca deja de ser». A ella tenemos el gozo de invitar a todos los amigos, parientes, vecinos y conocidos de esta hermosa pareja cristiana. El secreto es uniros hoy por la fe con el divino esposo que nos ha dado prueba de su amor en su venida al mundo y en su muerte redentora.