Mayordomía: un paradigma Bíblico

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¿Para quien es todo ese pan?

La mayordomía se trata de generosidad, no de prosperidad.
Prosperidad: la persona es el destino de la bendición.
Generosidad: la persona es el distribuidor de la bendición.
La mayordomía se trata de dar, no de recibir. Recibir es parte del proceso de dar.

La M se trata del uso de tus recursos en función de tu relación con Dios

Desde el punto de vista Bíblico, cuando la M está relacionada a las finanzas, estas adquieren un estado espiritual.
Las finanzas se vuelven un termómetro de tu relación con Dios.
El ejemplo más claro es toda la Biblia, desde que Dios llama a Abraham para formar una nueva nación y cuando esta se constituye como tal (con Moisés), Dios le da a su pueblo una promesa de bendición a través de la tierra.
A la nueva nación la distinguían tres cosas: el ángulo teológico (su relación con Dios), el social (su constitución como nación) y el ángulo económico (la tierra que Dios le prometió).
La tierra estaba ligada a Dios, condicionada a la relación con Él. Por eso en Deuteronomio 28 Moisés le explica al pueblo que de ser obediente tendría todas las bendiciones y abundancia prometidas pero al ser desobediente y alejarse de Dios lo que tendría sería maldición.

La M se trata de tu carácter (corazón) no de tus finanzas

Para Dios, las finanzas nunca fueron el fin de la bendición sino el medio para redimir el corazón del pueblo.
Dios está ocupado en formar tu carácter, no en darte dinero.
Dios, como eterno, se está formando para la eternidad y allá no necesitas dinero, pero sí necesitas tu corazón.
El dinero no es más que un medio para un fin mayor: formarte.
La forma en que usas tus recursos indica cuánto honras a Dios. Es una cuestión de adoración.

Verdad central: Dios es dueño de todo

Por eso debemos “desmaterializar” a Dios, él no se rige por nuestros sistemas financieros consumistas. Él no necesita dinero porque no tiene que comprar lo que le pertenece. Él es dueño de todo.
Hasta que no entendamos que Dios es dueño de todo no dejaremos de pretender lo material de manera egoísta.
El paradigma Bíblico acerca de las finanzas no es como el de la tierra, el que nos enseñan es dependiente y egoísta, el de Dios está libre de apegos egoístas y pone su mirada en el Reino de Dios, no en las cosas de la tierra.

Dios demuestra ser dueño de todo por medio de su creación

Salmo 24.1 NVI
1 Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan;

Dios demuestra ser dueño de todo por su señorío

Efesios 1.18–23 NVI
18 Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, 19 y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz 20 que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, 21 muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero. 22 Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. 23 Ésta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.

Dios demuestra ser dueño de todo por medio de su posición

Mateo 6.25–33 NVI
25 »Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? 27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? 28 »¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; 29 sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. 30 Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? 31 Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” 32 Los *paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. 33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

Dios demuestra ser dueño de todo por su control

Éxodo 9.29 NVI
29 —En cuanto yo salga de la ciudad—le contestó Moisés—, elevaré mis manos en oración al Señor, y cesarán los truenos y dejará de granizar. Así sabrás que la tierra es del Señor.

Dos demuestra ser dueño de todo por su soberanía

Éxodo 19.5–6 NVI
5 Si ahora ustedes me son del todo obedientes, y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece, 6 ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.” »Comunícales todo esto a los israelitas.»

SiDiosEsDueñoDeTodo nosotros no somos dueños de nada pero sí administradores de todo

Al no ser dueños somos libres de apegos a las cosas materiales.
Los bienes esclavizan, pero al no ser dueños podríamos perderlos y no atravesar por crisis innecesarias.
Al ser administradores de todo debemos rendir cuentas de todo (no solo del famoso diezmo).
El propósito de la administración es la multiplicación.
Génesis 1.26–28 NVI
26 y dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» 27 Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, 28 y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.»

SDEDDT nosotros administramos según los principios de Dios

En la creación del hombre, Dios no le regaló la tierra, la puso a cargo de ella.
No puedes ni debes usar los recursos de Dios a tu antojo sino según las reglas que Él determinó. Eso no solo te hace responsable del dinero que recibes sino de la tierra en donde Dios te puso para administrarla.
Así como dijimos al principio, la bendición de Dios está ligada a la formación de tu corazón para la eternidad.

SDEDDT no hay escasez pero sí una demanda de fe.

2 Corintios 8.1–7 NVI
1 Ahora, hermanos, queremos que se enteren de la gracia que Dios les ha dado a las iglesias de Macedonia. 2 En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad. 3 Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que podían, 4 rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos. 5 Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios. 6 De modo que rogamos a Tito que llevara a feliz término esta obra de gracia entre ustedes, puesto que ya la había comenzado. 7 Pero ustedes, así como sobresalen en todo—en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros—, procuren también sobresalir en esta gracia de dar.
Al administrar los recursos para un Dios que tiene una visión grande, tenemos que tener fe para creer a su dirección y obedecerle.
Como seguimos los principios de Dios, muchas de sus indicaciones desafiarán la lógica financiera de la tierra.
Juan 3.16 NVI
16 »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
La salvación en sí es un acto de dar. Tampoco tiene sentido lógico para nosotros.
Damos aunque haya escasez porque realmente no la hay, lo que nos falta es fe para ver lo que Dios está viendo.

SDEDDT no debería haber una competencia por los recursos

Todo le pertenece a Dios y Él le da a cada uno según la medida que sabe que puede administrar.
Mateo 25.14–15 NVI
14 »El reino de los cielos será también como un hombre que, al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encargó sus bienes. 15 A uno le dio cinco mil monedas de oro, a otro dos mil y a otro sólo mil, a cada uno según su capacidad. Luego se fue de viaje.

SDEDDT todos los recursos son utilizables

Recuerda que no son nuestros, son de Dios.
Debemos entender que la mayordomía se trata de todo lo que le pertenece a Dios: inteligencia, dones, talentos, tiempo, habilidades, etc.
Para todos los recursos de Dios debemos ser buenos administradores.

No somos el destino de la bendición, la prosperidad o los recursos, somos el medio a través del cual se multiplican.

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