Templos de In-Justicia
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Apariencias
Apariencias
El 11 de agosto de 2014 el mundo es sacudido con la noticia del fallecimiento de Robin Williams. Meses más tarde se confirma el rumor que ya se había dispersado por el mundo: un suicidio.
Se había ganado todos los premios a los que podía aspirar: Oscar, Globo de oro, Emmy, Grammy. Todo lo que sería suficiente para vivir bien, considerarse exitoso y ser feliz era en verdad una apariencia que ocultaba una vida atormentada por una enfermedad, alcoholismo, drogas y otros excesos.
Es fácil vivir de apariencias hasta que te levantas al día siguiente y tienes que seguir fingiendo. El problema de las apariencias es que engañan a todos los que te rodean menos a ti.
Somos dados a criticar a los actores y famosos por vivir de apariencias pero todos (o casi todos) lo hacemos, proyectando en RS una apariencia de alguien que no somos.
Nos tratamos de ver bien y queremos agradar a los demás sometiéndonos a estándares imposibles de mantener. Las apariencias nos están matando.
El tema de las apariencias es preocupante en el entendimiento de que somos el libro 67 que el mundo está leyendo. Tenemos que ser muy honestos y permitir que Dios cambie, desde adentro, nuestra vida.
Estoy seguro, por lo que dice la Biblia, que Dios nos cambia desde el corazón, no solo en lo que hacemos sino en quiénes somos.
Ser saciados
Ser saciados
6 Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Vamos a analizar esta bienaventuranza de atrás hacia adelante. Empezaremos por el final: “ser saciados”.
Las bienaventuranzas son un tratado de gracia, no solo ellas sino el sermón del monte.
La vida cristiana no consiste en las reglas que debemos cumplir sino del Espíritu Santo en nosotros transformándonos. Ser cristiano no se trata de lo que nosotros podamos hacer sino de lo que Dios hizo por nosotros.
No significa que los mandamientos están invalidados, significa que es imposible, en nuestra humanidad, alcanzar la justicia de Dios, por eso Dios se hizo hombre, para llevar el castigo de nuestro pecado y darnos acceso a su presencia.
22 Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, 23 pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, 24 pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.
Tan imposible es que puedas salvarte por las obras como que seas salvo y no produzcas buenas obras.
Podemos tener hambre y sed de justicia pero no podemos saciarnos, no está en nosotros, eso es lo que Dios hace.
Al decir “serán saciados” está poniendo la acción en alguien más que lleva a cabo el acto de saciar. Es Dios quien produce la saciedad.
Justicia
Justicia
El concepto de justicia está ampliamente extendido en toda la Biblia. La justicia está relaciona primeramente con la salvación.
Dios es justo, nosotros injustos. Él nos hace justos a través de Jesucristo. Tener hambre y sed de justicia es desear la salvación de Jesucristo. Creer que le necesitamos para redimir nuestros pecados y ser salvos.
Esta frase presenta un verbo en presente, no es algo que sentimos una vez sino algo que experimentamos constantemente. Por eso cada día debo anhelar la justicia de Dios que solo puede ser satisfecha a través de la cruz de Cristo.
La justicia está relacionada a la voluntad de Dios, el desear hacer su voluntad. Permitir que Jesús no solo sea el salvador sino el señor de la vida.
Anhelar la voluntad de Dios es querer seguirle, estar dispuesto a cambiar y aceptar gozosamente su propósito, aun cuando no lo comprendamos en parte o totalmente.
21 »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
¿A qué voluntad te sometes? ¿A qué aspiramos? ¿Cuáles son nuestros proyectos? ¿Metas? ¿Los de Dios? ¿O son egoístas? ¿Anhelamos hacer la voluntad de Dios o la nuestra?
Además, la justicia también incluye la realidad del mundo sin Dios, en el cual no hay justicia.
Jesús, en este sentido, fue una voz profética y un señalador de la injusticia. Dejó en evidencia la explotación de parte de los líderes judíos hacia el pueblo.
Cuando entró al templo y se enojó por el comercio que se había establecido dejó claro que el manejo de los líderes era precario, egoísta e injusto (las palomas se vendían a precios que no podían pagar los pobres).
“Cueva de ladrones” es un lugar de seguridad que le permite a los ladrones seguir robando. El templo se volvió un lugar de apariencias y de cumplimiento de reglas que deban apariencia de santidad pero que era un forma de mantener el pecado.
Debe haber en nosotros hambre y sed por buscar la justicia de Dios en el mundo.
La injusticia en el mundo no debe movernos a las armas de la violencia y la anarquía sino a utilizar el amor, la generosidad y la misericordia como armas contra la injusticia.
Jesús declara que para heredar el reino de los cielos, nuestra justicia debería ser mayor que la de los escribas y fariseos.
20 Porque les digo a ustedes, que no van a entrar en el reino de los cielos a menos que su justicia supere a la de los fariseos y de los maestros de la ley.
Ellos eran fieles cumplidores de la ley y eran respetados como autoridad en la Torá, sin embargo su religión estaba llena de atajos convenientes. Nuestra justicia debe llevarnos a pensar en las personas más que en las reglas. Nuestro cristianismo debe movernos a pensar en las necesidades de los que sufren.
Hambre y sed
Hambre y sed
¿Alguna vez ha tenido hambre? Hambre real.
El pueblo de Israel, en tiempos de Jesús, entendía mejor lo que es el hambre y la sed; al tener escases y no ser una nación libre sino tener que pagar impuestos a Roma, los oyentes comprendían mejor el hambre.
Comprendemos poco lo que es pasar hambre y por eso comprendemos poco lo que quiere decir Jesús, no entendemos cómo tenemos que desear la justicia. Y, de hecho, no es con el hambre que conocemos o hemos experimentado.
Se trata de un hambre y sed desesperados; por la que estaríamos dispuestos a hacer cualquier cosa.
¿Nuestro deseo por la justicia debe ser un pasatiempo o una parte de la agenda? ¿O debe ser un anhelo prioritario y total en la agenda?
La mejor parte de tener hambre y sed es que seremos saciados.
1 »¡Vengan a las aguas todos los que tengan sed! ¡Vengan a comprar y a comer los que no tengan dinero! Vengan, compren vino y leche sin pago alguno. 2 ¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, y su salario en lo que no satisface? Escúchenme bien, y comerán lo que es bueno, y se deleitarán con manjares deliciosos. 3 Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán. Haré con ustedes un pacto eterno, conforme a mi constante amor por David.
Nosotros somos templos, debemos permitir que Dios nos transforme, de lo contrario seremos templos de In-Justicia.