Sermón sin título (4)

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Introducción.

Muchas personas tiene una cruz en algún lugar de su hogar, quizá una pintura, algunos llevan la cruz alrededor de su cuello. Otros tendrán tatuada en su piel.
Pensamos que el significado que le dan son tan diferentes como diferente es una persona a otra.
Sin embargo, todas esas cruces tienen un significado en común, nos muestra la esencia de nuestra fe.
Ya sea una cruz vacía o un crucifijo, lo que esa cruz está reflejando es la esperanza cristiana.
Debido a que Jesucristo fue crucificado y resucitó de entre los muertos, las buenas noticias es que hay perdón y también la promesa de resurrección a la vida eterna para cada pecador creyente.
Es que al hablar de Dios, no hay otra opción, cuando nosotros predicamos a Cristo, implica predicar su cruz.
1 Corintios 2.1–2 NVI
Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría. Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de éste crucificado.
Parece extraño que el propósito más elevado de Dios sea a través del dolor, sufrimiento, muerte de Su Hijo.
Sin embargo, cuando vemos el evangelio que Jesús proclama, todo está al revés. En nuestro mundo, los ganadores se llevan todo, los primeros son los reconocidos.
En su Reino, los mejores toman el asiento más bajo, el que quiere ser el primero debe ser el servidor de todos.
Lucas 14.11 NVI
Todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Del mismo modo, quien decide seguir a Jesús, necesita un ajuste radical de actitud:
Marcos 8.34–35 RVR60
Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.

¿Qué significa negarse a sí mismo y tomar su cruz?

Tiene muchas implicancias para tantos seguidores genuinos de Jesús, para algunos será renunciar a sus carreras y dedicarse a aprender el evangelio y pastorear iglesias, otros son ridiculizados y tachados de fanáticos porque defienden la verdad bíblica en lugar de las modas culturales, etc., etc. cada una de éstas muestra que la vida cristiana es al revés de lo que la mayoría piensa, porque seguimos el patrón de la cruz de Jesús, así como Jesús, ganó al perder, también vivimos al morir a nosotros mismos.
En su cruz y con su muerte ganó la vida para nosotros, entonces por su invitación, seguimos a Jesús a pesar de que puede venir sufrimiento, pruebas, dolor, desgracia.
En respuesta al llamado de Jesús, las personas de todas las generaciones lo han confesado audazmente en palabra y obra, sin importar las consecuencias. A lo largo de la historia a muchos les ha costado persecución, críticas, y aún su propia vida.
Ojo, que seguir a Jesús, no siempre requiere martirio, tampoco necesita ser pastor o misionero, cada cristiano en su llamado diario tiene el desafio de poner a Jesús y su reino por encima de toda motivación egoísta, o sea, negarse a sí mismo y luego seguir a Jesús donde los lleve.
Sin importar sus circunstancias u ocupaciones diarias, Jesús lo está llamando a seguir su ejemplo, incluso si lo lleva a lugares a los que preferiría no ir; si usted es joven o viejo, casado o soltero, sin importar su trabajo o rol en la sociedad, la invitación de Jesús es un desafío: “niéguese a sí mismo” y “tome su cruz y sígame”.

Lo olvidado (abnegación y sacrificio)

Esto, es lo que muchos creyentes hemos olvidado, lo inherente a la cruz, donde la abnegación y las dificultades se unen en su paquete de discipulado, y eso no puedes esquivar si vas a seguir a Jesús.
Jesús no sería un Salvador, sin su cruz, porque su cruz y en su muerte, nos rescató a todos de las garras del pecado, la muerte y el infierno.
La cruz fue el precio que pagó para liberarnos de esa esclavitud, debido a nuestros pecado, no merecemos nada más que el juicio y la condenación de Dios, sin embargo, por su muerte redentora, Jesús ha cancelado el juicio que merecíamos; y a derrotado al diablo y sus huestes.
Colosenses 2.14–15 RVR60
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Desafío

La cruz no es tan mala, si es la cruz de Jesús, porque con su cruz ha el pecador ha ganado salvación, gozo, perdón, vida eterna.
Finalmente, la cruz es un signo de propiedad. no tenemos que seguir nuestras inclinaciones egoístas, ya que eso nos llevará a estar alejados no solo de aquellos a quienes amamos, sino alejados de Dios mismo.
Por eso mismo, a veces Dios, necesita llevarnos a una situación difícil para acercarse más a El, una y otra vez, hemos visto esto en nuestra vida, y aunque suena contradictorio, debemos recordar que aquello que parece que está de cabeza y al revés es en realidad estar al lado de Jesús.
Aunque los enemigos de Jesús se burlaron de El en su muerte, obtuvo la victoria eterna con aquello que parecía derrota.
Es similar con su cruz, al ganar, pierde, pero al perder por el amor de Jesús, gana. Será humillado, pero Jesús levanta a los humildes; al dar recibe, perdonando es perdonado, y al morir, nace para la vida eterna.
Así que no se sorprenda si se encuentra en las tormentas de la vida, mire a Cristo Jesús, quien le compró con su sangre y su cruz. lo conocerá mejor cuando experimente lo que significa negarse a sí mismo.
Para conocer a Jesús y experimentar el poder de su resurrección aquí y ahora, debemos compartir sus sufrimientos, volviéndonos como El en su muerte; al final cada uno ocupará su propio lugar en la gloria en la resurrección de todos los fieles.
Filipenses 3.10–11 RVR60
a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
Primero la cruz, para ser salvos, pero luego la corona, ¡gracias a Dios!
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