La verdadera prosperidad

INTRODUCCIÓN

Cada epístola que tenemos en el nuevo testamento es el resultado del profundo de amor del emisor para con el receptor. Ya sea una persona individual o a toda un iglesia. Pero todas las cartas fluyen del amor de alguien hacia otro. Esto no quiere decir que no haya advertencias ni disciplinas, pero justamente todo lo que encontramos procede de un profundo amor. De la misma forma, el autor detrás de todo esto, el Espíritu Santo, inspira todo esto para que quede registrado para nosotros y para que como receptores también podamos ver el amor de Dios detrás de cada una de estas cartas.

El pasaje que hoy vamos a analizar es 3 juan 2, y entendiendo este principio entonces podemos decir que, por un lado Juan desea la prosperidad de Gayo, pero que por otro lado, entonces, Dios desea nuestra prosperidad. El punto que vamos entonces a tratar de desarrollar es “que es la prosperidad que Dios desea para nosotros”. Ya que posiblemente el mayor problema radica en desear para nosotros lo mismo que Dios desea.

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 1

1El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. 2Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. 4No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.

La idea sobre la prosperidad que Juan desea esta clara, y este pasaje ha dado mucho de que hablar sobre el tema de la prosperidad. Hoy vamos a hablar de dos tipos de prosperidad que pueden estar en la mente de una persona al hablar sobre este tema y veremos cual es la postura que tiene respaldo biblico.