LA JUSTICIA DE DIOS
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Introducción
Introducción
La parábola de la viuda y el juez injusto (Lc 18:1-8)
Dios es justo en todo lo que hace. Él ejecuta su juicio en conformidad a su propio carácter y no existe ley fuera de Él mismo que determine lo que tiene que hacer.
En esta mañana veremos:
Lo que queremos decir con la justicia de Dios
La manifestación del carácter de su justicia
La justicia de Dios, el modelo a seguir
La justicia de Dios en Cristo
El anhelo de la justicia de Dios en nuestra vida
I. LO QUE QUEREMOS DECIR CON LA JUSTICIA DE DIOS
Definición
Cuando nos referimos a la justicia de Dios es hablar de su rectitud y estas se relacionan con su santidad. De modo que, la justicia de Dios es la expresión de la santidad de Dios.
En este estudio solo me enfocaré en la justicia relativa de Dios y no en la absoluta.
Jonathan Edwards "una disposición natural, necesaria e inmutable de la naturaleza divina para dar a cada uno lo suyo" (Jonathan Edwards, A Just and Righteous God, ed. Don Kistler (Orlando, Fla.: Soli Deo Gloria Publications, 2006), 2.
Entonces, la justicia de Dios es conforme a su carácter.
Deut 32:4 El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.
Is 45:21 Declaren y presenten su caso; Sí, que deliberen juntos. ¿Quién ha anunciado esto desde la antigüedad Y lo ha declarado desde entonces? ¿No soy Yo, el Señor? No hay más Dios que Yo, Un Dios justo y salvador; No hay ninguno fuera de Mí. (NBLA)
la rectitud de Dios es evidente en la forma que Él actúa consecuentemente con Su propio carácter.
Dios es justo porque tiene un entendimiento infinito y, por lo tanto, no hay posibilidad de que ejecute una injusticia por ignorancia o error.
II. LA MANIFESTACIÓN DEL CARÁCTER DE SU JUSTICIA
II. LA MANIFESTACIÓN DEL CARÁCTER DE SU JUSTICIA
Es incomparable (Job 4:17)
Es incorruptible (Dt 10:17; Ex 34:7)
La justicia de Dios es la voluntad constante de dar a todos lo que corresponde.
Dios es justo con todos. Él es insobornable. (2Cr 19:7)
Es indefectible -inevitable (Sof 3:5)
Nm 14:18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable..
Es imparcial (Jer 32:19)
No actúa por favoritismo ni cohecho.
Dios no se acomoda a criterios humanos, sino actúa en conformidad a su propio carácter sin ninguna influencia que no sea el mismo.
Entonces, la justicia de Dios es consistente y necesariamente implícita en Sus perfecciones.
III. SU JUSTICIA ES EL MODELO A SEGUIR
III. SU JUSTICIA ES EL MODELO A SEGUIR
Dios no se define con el término ‘recto’más bien este término es definido por Dios. Él no es medido por el estándar de la rectitud; Dios estable el estándar de la rectitud.
Es dador de una ley justa (Stg 4:12)
Su ley justa revela su carácter, naturaleza y, posteriormente, su voluntad (Deut 4: 7-8; Sal 19: 7-9; Isa 45:19)
Su ley no solo prohíbe todo tipo de maldad, sino que Él lo hace en todos los grados, en todos los casos y en todo momento.
Tenemos que abrazar su ley como el estándar más alto de lo que es correcto para nuestra vida (Sal 19:7-9).
Debemos entender que todo lo que hacemos o seguimos sin tomar en cuenta la ley de Dios como el estándar de nuestra vida, estaremos en rebeldía. Eso es seguir nuestra propia justicia y despreciar aquella que Dios ya nos ha enseñado. En consecuencia, recibiremos el juicio justo de Dios.
Es juez justo (Ro 2:6)
Como gobernador y juez supremo le pertenece recompensar y castigar según lo que cada uno merece.
Justicia remunerativa -recompensas, no porque el hombre, más bien porque Dios es fiel a sus promesas (Dt 7:9, 12-13; Sal 58:11).
Justicia retributiva -castigo como manifestación de su ira divina (Rom 2:6-9)
Dios es infinitamente Santo y opuesto al pecado, está infinitamente disgustado con el pecado, por tanto, ejercita ese disgusto y actúa en consecuencia. (Jonathan Edwards, Our Great and Glorious God, ed. Don Kistler (Morgan, Pa.: Soli Deo Gloria Publications, 2003), 171.)
Dios espera de los que recibieron el encargo de administrar su ley sigan su ejemplo. Su justicia es el modelo a seguir, sin embargo hay jueces que han pervertido su puesto (cp. Am 5:12)
Todos los que alguna vez recibieron una injusticia deben confiar en la justicia de Dios. Nadie escapará de la justicia de Dios -todos un día se presentaran ante el gran trono blanco de Dios (Ap 20:11-13).
En consecuencia a la santidad de Dios, en su justicia el hombre es condenado a muerte eterna (Hch 17:31; Rom 6:23a).
Por causa de la desobediencia del hombre (pecado) y la naturaleza de la justicia de Dios existe el castigo eterno.
Dios es justo en todas sus acciones hacia la humanidad y Dios debe ser alabado por todo lo que hace.
Todos hemos pecados, nos hemos revelado a Dios, por tanto, todos somos merecedores de la justicia retributiva, no hay quien se libre del martillazo de la ira justa de Dios.
IV. LA JUSTICIA DE DIOS EN CRISTO
IV. LA JUSTICIA DE DIOS EN CRISTO
En el AT Una persona declarada justa a los ojos de Dios siguió fielmente los mandamientos de la ley y, debido a la gracia de Dios, se le permitió existir y ministrar en su presencia. En el Nuevo Testamento, la justicia de Dios se revela en la persona y el evangelio de Jesucristo. (Carroll, J. Owen. «God’s Righteousness». En Lexham Survey of Theology)
La justicia de Dios provee salvación como respuesta a la fe en el evangelio de Jesucristo (Rom 1:16-17; 3:22 ).
el hombre es incapaz de alcanzar esa justicia para ser salvo del juicio de Dios donde condenará a todos los que no creen en el evangelio.
El creyente es justificado por la pura gracia de Dios (Rom 3:23-24)
El creyente es declarado justo por depositar su fe en Cristo (Rom 10:3-4)
Los resultados de la justificación en Cristo
Siendo justificados tenemos paz con Dios (Rom 5:1)
Siendo justificados somos salvos de su ira justa (Rom 5:9)
Siendo justificados no hay quien nos acuse (Rom 8:33)
V. EL ANHELO DE LA JUSTICIA DE DIOS
V. EL ANHELO DE LA JUSTICIA DE DIOS
Debemos emular la rectitud y justicia de Dios (Jer 9:24)
Como juez, Dios no solo actúa según lo que se considera justo; su voluntad revelada también sirve como el estándar más alto de lo que es correcto.
Solo cuando practicamos la justicia de Dios somos verdaderamente saciados.
Vivir la justicia de Dios es mostrar amor, misericordia, pureza y paz. (Mat 5:6; 6:33).
No seremos saciados si seguimos a Dios religiosamente.
Los fariseos practicaban su propia justicia (Mat 5:20).
Los escribas y los fariseos creían que ellos determinaban el estándar de la rectitud. Creían que ellos, entre todos los hombres, eran justos.
Practicar la justicia es más que hablar en nombre de Dios (Mat 7:22-23).
Dios evalúa los corazones para enseñarnos si verdaderamente estamos viviendo en rectitud (Lc 16:15).
Hacer de la justicia nuestra pasión en nuestro hogar, en el trabajo, en el mundo
John Piper: Haced de los grandes actos de justicia la pasión, el hambre y la sed de vuestra vida. No os conforméis con la saciedad desganada de ser millonario.
CONCLUSIÓN
Esta mañana hemos visto que “la justicia de Dios es conforme a su carácter, es el juez y el dador de una ley justa, su justicia es el estándar de vida del cual debemos tener hambre y sed todos los días, y en Cristo, solo en Cristo, somos justificados para entrar al reino de los cielos”.
APLICACIÓN
Ap 22:10-12 Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. 11 El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
Cree en Jesucristo como tu Señor y Salvador.
Si Cristo no es el objeto de tu fe recibirás el martillazo del juicio justo de Dios.
Si has depositado tu fe en Cristo Jesús, santifica tu vida deseando y practicando la justicia de Dios. Como dijo Jesús “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mat 5:6)
ORACIÓN: Señor, gracias por tu infinita y eterna justicia que recibimos en tu Hijo Jesucristo, a quien has enviado para rescatarnos de tu ira santa, justa y recta. Tu nombre sea glorificado en nuestras vidas practicando tu justicia en el hogar, la calle, el trabajo y donde nos encontremos.
BIBLIOGRAFÍA
Carroll, J. Owen. «God’s Righteousness». En Lexham Survey of Theology, editado por Mark Ward, Jessica Parks, Brannon Ellis, y Todd Hains. Bellingham, WA: Lexham Press, 2018.
Berkhof, L. Teología Sistemática. 7ma ed. Grand Rapids, Michigan: Publicaciones TELL, 1987.
Jonathan Edwards, A Just and Righteous God, ed. Don Kistler (Orlando, Fla.: Soli Deo Gloria Publications, 2006
Easton, M. G. (1893). En Easton’s Bible dictionary. New York: Harper & Brothers.
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Aiken, Peter. «Jonathan Edwards on the Justice of God». Puritan Reformed Journal 6, no. 2 (2014): 88–102.
Erickson, Millard J. Teología sistemática. Editado por Jonatán Haley. Traducido por Beatriz Fernández. Segunda Edición. Colección Teológica Contemporánea. Viladecavalls, Barcelona: Editorial Clie, 2008.
Buswell, J. Oliver, Jr. Teología sistemática, tomo 1, Dios y Su revelación. Miami, Florida: LOGOI, Inc., 1979.
Easton, M. G. Easton’s Bible dictionary. New York: Harper & Brothers, 1893.
Torrey, R. A. The New Topical Text Book: A Scripture Text Book for the Use of Ministers, Teachers, and All Christian Workers. New, revised and enlarged edition. Chicago; New York; Toronto: Fleming H. Revell, 1897.
Walvoord, John F., y Roy B. Zuck. El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Nuevo Testamento, tomo 2: San Juan, Hechos, Romanos. Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C., 1996.
Robert L. Deffinbaugh, La Justicia de Dios en https://bible.org/seriespage/la-justicia-de-dios. Consultado el 22 de agosto 2020.