El Postmodernismo. Introducción.
Introducción
En nuestro mundo actual ya no se acepta la idea de que Jesús es el único camino de salvación. La gente considera cada día más arrogante esa idea e incluso la odia. Esta situación hace que muchos cristianos se vuelvan atrás antes que afirmar la necesidad mundial de conocer y creer en Jesús. Siempre ha habido un precio que pagar para llevar las buenas nuevas de Jesús a aquellos que lo necesitan pero no quieren reconocerlo. La diferencia actualmente es que las voces de esas personas están más cerca que nunca de nosotros, ya sea en el barrio o en Internet. Su proximidad hace que parezcan más numerosas (no lo son), y se sienten más peligrosas (tampoco lo son).
La pregunta para la Iglesia en cada generación es la siguiente: ¿Vamos a someternos con gusto a las Escrituras?, ¿Vamos a dedicarnos a entenderlas realmente, las vamos a valorar supremamente (bajo Dios mismo) y aplicarlas correctamente, a fin de obedecerlas de todo corazón y hablarlas en público con valentía? En todas las épocas, algunos aspectos en la Biblia encajan perfectamente con la moda y no son controversiales y pueden incluso ganar algo de renombre; pero en cada época también hay otros aspectos que no se ajustan a las modas, y hablar de ello será motivo de crítica e incluso persecución.
La gente del mundo quiere ser amada en alguna de las formas que nos ordena la Biblia. Y esa misma gente del mundo no quiere ser amada por otros medios que la Biblia nos manda a amarlas. Millones de personas no quieren ser amadas cuando se les dice que tienen que confiar en Jesús para ser rescatados de la destrucción eterna. Esto les parece cerrado, arrogante, presuntuoso y ofensivo. Aunque esto no es nuevo, quizá es más frecuente en la actualidad que nunca antes.
Para poder comunicar hoy adecuadamente el mensaje de Jesucristo es necesario comprender las evoluciones periódicas que experimenta nuestra sociedad y reflexionar sobre sus últimas manifestaciones. Hay que saber cómo piensan los hombres y mujeres a los que se dirige la Buena Nueva. Este es el sentido del presente trabajo. Un intento de plantear el complejo asunto de la postmodernidad desde la perspectiva evangélica.