Sermón sin título (20)

Introducción

La semana pasada vimos salmo 49 de los hijos de Coré, notamos que era muy diferente de los otros salmos que hemos estudiado, era mas proverbial que poético. El Salmo 50 de Asaf es tambien algo diferente.

Notemos que el Salmista esta convocando a juicio a toda la tierra, todo el mundo es llamado a venir a Sion, a Jerusalén al lugar donde Dios hizo visible Su morada en medio de su pueblo.

Notemos lo que sucede cuando el mundo llega a Sion.

El mundo no esta listo para el escrutinio de Dios.

Ni es el mundo el que cae bajo el juicio justo de Dios. Es el pueblo de Dios.

El pueblo de Dios al comienzo de este Salmo, esta anticipando el juicio de Dios contra las naciones. El pueblo esta aclamando: '¡Dios, revélate! ¡Muéstrate!' Ellos están esperando que las naciones sean juzgadas y ellos vindicados… pero eso no es lo que sucede en este Salmo. Esto es sorprendente y de echo es un recordatorio para nosotros como pueblo de Dios, que en razón de la relación especial que tenemos El, la gracia que nos ha mostrado en Jesucristo, caeremos bajo el escrutinio y la disciplina de Dios Padre. Dios nos escudriña para ver si hay algo inmundo en nosotros.

Esta convocatoria no es el juicio final; es una convocatoria en al que Dios llamará a su pueblo al arrepentimiento. Vemos 4 etapas en este llamado:

1 al 6 Dios convoca a su pueblo y al mundo.

7 al 15, habla del problema grave que existe en su pueblo. Ellos tienen una visión pobre de Dios y una mala comprensión de la adoración y especialmente del sistema de sacrificios.

16 al 21, habla de la hipocresía: personas que dicen que aman a Dios con la boca pero muestran que no lo hacen con sus vidas.

22 y 23, El predicador llama al pueblo al arrepentimiento.

Como ven, la idea aquí no es de un juicio final. Sino de un llamado al arrepentimiento para el pueblo que no conoce a Dios como debería.

I. El Dios Poderoso, el Señor del Pacto, convoca al mundo a su tribunal.

La imagen es Dios llamando a todas las naciones a reunirse en Jerusalén. Dios en Su carácter, justicia, pureza, resplandece en medio de Su pueblo en Sion.

Y este Dios Poderoso, el Señor del pacto, el Dios de Sión, convoca al mundo a venir a su corte. Su pueblo espera que el Juicio de Dios caiga sobre las naciones cuando lleguen allí, la descripción es como la escena del Jardín de Edén después del pecado de Adán y Eva o la del monte Sinaí cuando Dios entrego su ley a Israel (Hay fuego, tempestad poderosa).... Ellos convocan a Dios para que no guarde silencio y lo vindique delante de sus enemigos y fuego los consuma. Las naciones no han seguido a Jehová, han rechazado su gobierno justo, han andado en su propio camino, han perseguido a su pueblo y ellos esperan vindicación.

Pero vemos la sorpresa del Vs. 4-5 . Lo que viene es el juicio de Dios contra su propio pueblo. Dios va hablar con las personas con las que él ha echo pacto. Entonces la convocatoria es para todo el mundo, todas las naciones son llamadas pero a ser testigos del juicio que Dios traerá sobre su pueblo. Vemos un eco de este juicio en 1 Pedro 4:17 y de hecho en varios libros proféticos.

Es muy fácil para nosotros señalar con el dedo la maldad que vemos en el mundo que nos rodea, nos indignamos y pedimos que Dios venga en juicio, pero hermanos, debemos recordar que cuando Dios responde a esta oración y se mueve para Juzgar, su juicio comienza por su casa.

Recordemos cuando Dios estaba listo para traer Juicio contra el imperio Romano descrito en Daniel, ¿dónde comienza ese juicio? Comienza con los hijos de Israel en cautiverio durante setenta años y luego sin rey durante 490 años. El juicio comienza en la casa de Dios.

Cuando Jeremías es llamado a llevar la palabra de Dios en juicio contra Israel, el que mas en su alma el juicio de Dios, por encima de todos los demás, incluso mientras predica el mensaje de Dios, es el mismo Jeremías. Dios le da Jeremías un mensaje para predicar Israel en medio de una época muy oscura para el pueblo, este mensaje no era de "consuelo, salud o riqueza" era un mensaje de juicio. Y debido a que fue llamado a predicar el juicio, ¿saben lo que le sucedió a Jeremías? Fue juzgado, Fue juzgado por su propia gente, Fue rechazado por su pueblo que lo consideraba un traidor aunque había crecido en los tribunales de Israel y amaba al pueblo de Dios y a la nación de Dios con todo su corazón. El fue Juzgado.

Mi hermano, mientras hablamos al mundo sobre el evangelio, sobre el juicio que vendrá, debemos reconocer que el juicio de Dios comienza con su propio pueblo. Hemos sido pesados ​​y hallados faltos, y nuestra única esperanza no está en nuestra propia justicia o en nuestro propio merecimiento, sino en la misericordia de Dios en Jesucristo.

Al igual que Jeremías, cuando hablamos al del juicio de Dios, debemso saber que nosotros tambien caímos bajo este juicio. El juicio comienza en la casa de Dios, por lo que los hijos de Israel son llevados ante el tribunal de Dios para ser juzgados.

II. Dios presenta una acusación contra el formalismo y una mala interpretación de la adoración.

En los Vs. 7 al 15. Dios habla específicamente del pecado de su pueblo, ellos han malinterpretado las leyes ceremoniales (especialmente los sacrificios), las han convertido en mero formalismo religioso y no están adorando a Dios, ellos tienen una visión pobre de Dios.

Ellos no han dejado de hacer sacrificios como Dios lo había ordenado en la ley de Moisés. pero lo estaban haciendo con un propósito incorrecto. No habían entendido porque Dios les ordenó sacrificios y como resultado no estaban conociendo verdaderamente a Dios.

Israel no entiende su adoración y no tiene una visión suficientemente elevada de Dios . Y entonces el salmista dice esto:

“Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo.” (Salmo 50.7, RVR60)

Noten que no son juzgados por su adoración “No te reprenderé por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí.” (Salmo 50.8, RVR60)

La idea es que ellos No sabes por qué lo estaban haciendo, habían perdido de vista el propósito de los sacrificios. El les explica que lo que ofrecen no es para Dios, ya que todo le pertenece , Dios no necesitaba algo de sus manos, Dios no se beneficiaba de los sacrificios. Al parecer ellos al traer ofrenda pensaban que Dios se beneficiaba en algo, le estaban haciendo un favor a Dios.

No hubiera sido extraño que un sacerdote le diera las gracias a la gente por venir al templo.

El formalismo conduce fácilmente a tal endurecimiento, razón por la cual el salmo habla de él con tanta fuerza.

El salmista parece decir que la cura es darse cuenta de nuevo de que Dios no necesita nada de nosotros. Es decir, la cura es una buena dosis de realidad espiritual. Es lo que dicen los versículos 9-13

Boice: Suponer que nuestra adoración aporta algo a Dios o satisface una necesidad en Dios es el colmo del absurdo. Necesitamos ver eso. Pero también necesitamos ver el lado positivo, a saber, que lo que Dios requiere de nosotros es una actitud de corazón agradecido.

Debió de ser claro para ellos que la razón por la que existía el sistema de sacrificios de la ley ceremonial, era por que ellos lo necesitaban, ellos necesitaban perdón, un perdón que solo podría ser ofrecido mediante la muerte de un sustituto, sustituto que Dios había prometido ofrecer a Abraham para bendecir a las familias de la tierra. Asi que los sacrificios era la sombra, un tipo de Cristo…

“porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.” (Hebreos 10.4–9, RVR60)

Solo la sangre provista por Dios puede pagar por el pecado. Los sacrificios no daban perdón; les recordaban que necesitaban perdón. Por tanto con ellos no le estaban haciendo un favor a Dios, mas bien les estaba recordando que ellos necesitaban el favor de Dios.

Pensar que la adoración de alguna manera le hará un favor a Dios, distorsiona totalmente la función de la adoración. Adorar es dar a Dios la gloria debida a Su nombre de corazones llenos de gratitud por lo que ya ha hecho por nosotros en Cristo. En la adoración, es Dios quién provee lo que nosotros no podemos. Él da lo que nos falta, por lo que toda la adoración es en respuesta a lo que Dios nos da y nos ha dado en Cristo. Cuando adoramos, adoramos como deudores a Dios, como necesitados y, por lo tanto, agradecidos y agradecidos por un suministro que Dios nos ha dado.

El Señor no necesita que le demos la gloria debida a Su nombre, pero nosotros si necesitamos darle la gloria debida a Su nombre, porque Él nos ha mostrado su gracia y misericordia en Jesucristo.

En este texto vemos que a Dios le importa cómo adoramos y por qué adoramos. No es suficiente ir a la iglesia a los servicio de adoración para estar bajo los medios de gracia (palabra leída, la palabra proclamada, la palabra cantada, la palabra orada) - Necesitamos saber por qué estamos aquí, y debemos adorar de acuerdo con las razones por las que Dios nos ha dicho que lo adoremos.

“Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.” (Salmo 50.14–15, RVR60)

Aprendemos tambien en este texto que la adoración incorrecta siempre genera una comprensión incorrecta de quién es Dios, y una comprensión incorrecta de quién es Dios siempre conduce a una adoración incorrecta. Todo en la vida cristiana fluye de quien es Dios. Por eso es que cuando adoramos es muy importante para nosotros adorar de acuerdo con la palabra de Dios, de lo contrario, terminamos adorando a alguien que no es Dios.

Ya vimos la acusación del Señor contra el formalismo. veamos ahora otra acusación:

III. Dios presenta una acusación contra los hipócritas. 16-21 Noten que inicia con una reprensión a los malos de Israel.... y el texto inicia con un pero, esto es para hacer un contraste con las personas de los versiculos anteriores (ellos estaban tratando de hacer lo correcto - pero con propósitos incorrectos - estaban actuando con honestidad) pero estas personas del 16-21 son hipócritas.

Son unos cuando se juntan con el pueblo para adorar, pero su vida es otra en la práctica. Estos profesaban la fe, hablaban de los mandamientos de Dios y se enorgullecían de estar en pacto con Dios, pero son malos, delincuentes o impíos que no tenían derecho de hablar de su ley y de estar en pacto con el Señor.

La razón Salmo 50:17-21

El que adora al Señor, debe hacerlo en espíritu y en verdad, y deben adorar con todo el ser durante toda la vida, y deben adorar en la belleza de la santidad.

¿Recuerda lo que había dicho en el Salmo 15?

“Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino. Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás.” (Salmo 15.1–5, RVR60)

Debido a que Dios es justo, solo se le puede adorar en justicia. Y lo peor que se puede decir de un hipócrita es que finge ser justo mientras en realidad es lo contrario.

Lo que es peor, hay un tipo de teología evangélica que se niega a afrontar el hecho de que tales personas no son cristianas e incluso las alienta en la ilusión de que pueden pertenecer a Dios y al mismo tiempo seguir desobedeciendo voluntariamente. En nuestros días, la forma en que esto se expresa es para decir que es posible tener a Jesús como Salvador sin tenerlo como Señor. En otras palabras, es posible ser salvo por él sin tener que seguirlo en un discipulado obediente. O, como también diría, es la noción errónea de que se puede justificar sin ser regenerado o nacido de nuevo. Permíteme decirlo claramente: es posible que los cristianos pequen; ellos pecan. Pero no es posible que sean hipócritas. Si no tienen la intención de hacer lo correcto y quieren hacer lo correcto, según lo define la ley moral de Dios, no son cristianos, como tampoco los "inicuos" de este salmo eran verdaderamente el pueblo de Dios.

¿Cuál es el problema con esas personas? Han olvidado que Dios es un Dios moral. Dios dice: “Pensaste que yo era completamente como tú” (v. 21). Excusamos el pecado y tomamos los requisitos morales a la ligera. Dios no lo hace. Suponemos que debido a que Dios permanece en silencio durante largos períodos de tiempo, es tan indiferente a la justicia como nosotros. Pero Dios no es indiferente. Pedro se refirió a los que se burlan del juicio de Dios porque está retrasado, diciendo: (2 Pedro 3: 9-11).

Esto es un recordatorio del hecho de que no podemos adorar a Dios sin Cristo, porque no somos justos. ¿Y cómo pueden los injustos dar gloria con labios y vida al Dios de justicia? No pueden. Es por eso que necesitamos a Cristo: necesitamos ser vestidos con Su justicia; necesitamos ser transformados por Su justicia.

Y el autor nos recuerda que aparte de Cristo, no podemos adorar a Dios.

El Señor no busca una adoración ritual que no fluya de una vida recta, justificada y transformada por Jesucristo mediante su Espiritu.

Necesitamos ser revestidos de la justicia de Cristo, y luego necesitamos ser transformados por el Espíritu Santo para entrar y darle a Dios, la gloria debida a Su nombre.

Les pido, hermanos, que escudriñen sus corazones esta noche y se pregunten sobre la hipocresía que puede existir en su propia vida. Puede manifestarse en su familia: en su relación conyugal, en su relación con sus hijos. Puede manifestarse en sus relaciones comerciales o en sus relaciones con los vecinos. Puede manifestarse en el testimonio que das en la comunidad en relación con los incrédulos.

Esta es una acusación contra el pueblo de Dios que dice ser el pueblo de Dios pero que vive de otra manera.

Por ultimo veamos como

III. Dios envió una advertencia urgente y un llamado al arrepentimiento.

Salmo 50:22-23.

Ves algo de nuestra necesidad de perdón y fidelidad aquí.

En primer lugar, Dios se dirige a los hipócritas que se han olvidado de Dios (22) Profesan la fe, pero viven como si Dios no existiera. a ellos se les advierte severamente que Dios los hará pedazos, y nadie los podrá librar de su mano". Ésa es la palabra de Dios para ti, amigo. Esa es la palabra de Dios para ti. Adóralo con tus labios, olvídalo con Tu vida, Él te hará pedazos y no habrá quien te libere de su mano.

En segundo lugar, habla a los que entendieron mal la naturaleza de la adoración verdadera (23), y los anima a vivir en agradecimiento y fidelidad y así llegar a ver la plenitud de la salvación de Dios en los sacrificios.

Así, que nuestra esperanza está en el arrepentimiento

Un sacrificio de acción de gracias, era una ofrenda que no se consumía por completo en el altar. La ofrenda de agradecimiento fue en parte consumida por usted, por lo que mostró visiblemente que el sacrificio que Dios nos llama a ofrecerle en realidad tiene la intención de beneficiarnos.

¿Qué mejor tipo de sacrificio que ofrecer como ofrenda de agradecimiento, un agradecimiento a Dios por redimirnos del merecido castigo por nuestros propios pecados? Verá, en la salvación dar es la parte que le corresponde a Dios; lo nuestro es recibir. ¿Ahora cómo lo recibimos? Lo recibimos con agradecimiento y con una obediencia que fluye de su obra de salvación en nuestros corazones.

CONCLUSIÖN

Esta es una advertencia para todos y cada uno de nosotros a la luz del nuevo pacto ¿Como deberían ser nuestros sacrificios de alabanza, como debería ser nuestra vida, sino una de creciente obediencia en virtud de todo lo que ya poseemos en Cristo?.

Es difícil pensar en un salmo que sea tan relevante para nuestros días como este.

Alexander Maclaren escribió una vez: “El salmo tiene una ventaja tanto para los pecados modernos como para los antiguos. Sobrevive la dependencia supersticiosa de los elementos externos de la adoración, aunque han cesado los sacrificios; y los hipócritas, con la boca llena del Evangelio, aún arrojan detrás de sí las palabras de Dios ”6. ¿Quién puede negar la verdad de eso? Es tan descriptivo de nuestro tiempo como cualquier otro, quizás nuestro tiempo en particular. Lo que debemos hacer es aprender de él humillándonos ante Dios, arrepintiéndonos de nuestros muchos pecados y honrando a Dios ofreciéndole nuestras vidas.

Señor y Dios, tu palabra nos escudriña. Nos atrapa justo donde no queremos que nos atrapen, pero nos dice la verdad, y te agradecemos por eso.

Tu palabra no es palabra de un adulador; es la palabra del juez de la verdad, pero también es la palabra del Dios de gracia que nos dice las cosas antes de que sea demasiado tarde. ´

Oh Dios, nos lo has dado en tu palabra. Por la gracia de Tu Santo Espíritu, haz que cada corazón responda ahora con arrepentimiento y fe, en fidelidad que fluyen de esta fe, porque la noche llega cuando la oscuridad desciende y será demasiado tarde.

Gracias por esta intervención en Sion antes de tu intervención final en el juicio. Gracias por decirnos ahora antes de que sea demasiado tarde. Concédenos la gracia de responder, en el nombre de Jesús. Amén.