¿por qué sufren los justos?
El drama del libro de Job • Sermon • Submitted
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¿por qué sufren los justos?
¿por qué sufren los justos?
Aunque ningún libro de la Biblia fue escrito para el teatro, y aunque solamente uno es dramático
en su formato, el impulso dramático se encuentra en toda la Biblia. La incidencia de discursos
directamente citados en la Biblia no tiene paralelo en la literatura antigua, y no tiene precedente
hasta que llegamos a la novela moderna. La forma más común de narrativa bíblica es, sin ninguna
duda, la escena dramatizada que se construye del diálogo entre personajes en un escenario definido.
El libro de Job es el único libro de la Biblia que está estructurado como un drama. El libro presenta
un problema—¿por qué sufren los justos?—y luego presenta los discursos de los personajes
mientras debaten las posibles soluciones a dicho problema. Por supuesto que los discursos son más
largos y oratorios de lo que esperaríamos en el drama moderno. Pero como en todos los dramas,
el enfoque de nuestra atención está en las discordias entre los personajes, mientras Job argumenta
con sus visitantes y con Dios. Si leemos el libro dramático de Job buscando principalmente acción,
nos vamos a sentir frustrados. El ritmo es lento, mientras el orador repite unas pocas ideas
comunes. El estilo poético nos invita a deleitarnos por la forma en que se expresa una idea,
mientras escuchamos todo por lo menos dos veces.
La superestructura de este drama es por lo menos tripartita. Un principio de organización es la
búsqueda del héroe del entendimiento y de la unión con Dios. Un segundo punto de unidad es la
actitud obtusa de sus tercos amigos, cuyos discursos repetitivos sirven de trasfondo estático contra
el que podemos medir el progreso intelectual y espiritual de Job. Un tercer elemento que unifica
en el drama es la ironía. En el caso de los amigos, vemos la ironía de la ortodoxia—de creer en
principios que generalmente son verdad, pero que no concuerdan con la situación de Job.
Equilibrando esto se encuentra la ironía de la rebelión contra Dios, mientras observamos a Job
haciendo acusaciones contra Dios que sabemos del prólogo que no son ciertas.