¿Qué es la fe?
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Introducción
Introducción
El concepto de fe es fundamental en el cristianismo, la fe es central en la perspectiva bíblica de la redención.
Sin embargo, la fe es un concepto polifacético, por lo que muchos creyentes luchan por comprender qué es exactamente.
Vamos a explorar la naturaleza de la fe según como define la Biblia, cómo se relaciona la fe con la salvación, y analizaremos los elementos necesarios de lo que llamamos fe para ser salvo; veremos también como se relaciona la fe con la razón y otros asuntos que hallamos en la Biblia.
1. La fe es la sustancia de la esperanza.
1. La fe es la sustancia de la esperanza.
La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver. Por su fe, la gente de antaño gozó de una buena reputación.
Notemos que el autor hace una diferencia entre fe y esperanza. si bien estos dos elementos están íntimamente conectados entre sí, no obstante, la Biblia los distingue.
1 Corintios 13 habla de la triada de las virtudes: fe, esperanza y amor.
Veamos primeramente lo que la biblia dice acerca de la esperanza, porque en el NT la palabra esperanza funciona de una manera distinta a como se usa hoy en día (occidente).
cuando nosotros usamos la palabra esperanza, generalmente nos referimos a: un estado emocional de deseo en nuestro corazón respecto a lo que nos gustaría que ocurriera en el futuro, pero no estamos seguros de que llegue a suceder.
ilustración “puede que esperamos que nuestro equipo de fútbol que gane, pero puede que esa esperanza nunca se haga realidad”. no importa si es una esperanza vana, es cualquier cosa. menos una certeza.
En la siguiente referencia bíblica, hay un tipo de esperanza que no nos defrauda.
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Muy a menudo pienso que mis esperanzas que mi equipo de fútbol me defraude, porque a veces ganan otras veces perderán.
Sin embargo, cuando la biblia habla de esperanza, no se refiere a un deseo por un resultados futuro que es incierto, sino más bien a un deseo por un futuro que es absolutamente seguro.
Basados en las promesas de Dios, podemos tener plena confianza acerca del resultado. por tanto, como creyente, no estás a la deriva y sin rumbo porque las promesas de Dios para mañana son un ancla para nosotros los creyentes.
Entonces, cuando la biblia dice que la “fe es la certeza de lo que se espera”, habla de algo que tiene peso, algo de mucho valor (porque Dios lo dijo, y el efecto es que la fe comunica la esencia de la esperanza.
La esperanza es la fe que mira hacia el futuro. La palabra fe encierra un fuerte elemento de confianza. Si mi esperanza se basa en algo que Dios ha dicho que sucederán en el futuro, la esperanza que tengo de esa futura promesa adquiere sustancia a partir de mi seguridad y confianza en Aquel que hace la promesa.
Puedo tener esperanza porque tengo fe en Dios; puesto que puedo confiar en la promesa de Dios para el mañana, mi esperanza tiene garantía, mi esperanza no es una fantasía o la proyección de mis deseos o sueños.
La fe es la prueba de lo que no se ve
La fe es la prueba de lo que no se ve
El autor en Hebreos está usando no de los sentidos del cuerpo humano por medio del cual adquirimos conocimiento: el sentido de la vista.
“ver para creer” , esta actitud, no se opone a la fe bíblica, porque en el NT nos llama a poner nuestra confianza en el evangelio, no sobre la base de un salto irracional hacia la oscuridad, sino sobre la base del testimonio de testigos oculares que reportan que vieron.
Cuando les enseñábamos acerca del poder de nuestro Señor Jesucristo y de su regreso, no estábamos inventando una historia, sino que con nuestros propios ojos vimos el gran poder de nuestro Señor.
Muy distinguido amigo Teófilo:
Usted bien sabe que muchos se han puesto a escribir informes acerca de las cosas que han pasado entre nosotros. Las escribieron tal como nos las contaron quienes estuvieron con Jesús desde el principio. A ellos, Jesús los mandó a anunciar su mensaje.
Yo también he estudiado con mucho cuidado todo lo sucedido, y creo conveniente ponerlo por escrito, tal y como sucedió. Así, usted podrá saber si le han contado la verdad.
Lucas está hablando de las cosas que él ha corroborado sobre la base de testigos oculares.
Lo vio Pedro y luego lo vieron los Doce. Más tarde, lo vieron más de quinientos de sus seguidores a la vez, la mayoría de los cuales todavía viven, aunque algunos ya han muerto. Luego lo vio Santiago, y después lo vieron todos los apóstoles. Por último, como si hubiera nacido en un tiempo que no me correspondía, también lo vi yo.
Entonces nos damos cuenta que la Biblia nunca enseña que para creer debemos dar un salto en la oscuridad, es decir, la fe no es ciega en el sentido de ser arbitraria, caprichosa o una mera expresión de deseos humanos.
Ilustración de prueba o examen laboratorio.
Sin embargo, el libro de Hebreos dice que la fe es la prueba de lo que no se ve. La prueba es tangible, porque la prueba es algo que podemos conocer a través de nuestro cinco sentidos. son pruebas visibles y señalan algo.
La idea es esta:
Yo no se lo que traerá el mañana, pero sé que Dios sabe qué traerá el mañana. Así que si Dios promete que el mañana traerá algo, y si confío en Dios para el mañana, tengo fe en algo que aún no he visto.
Esa fe actúa como prueba porque su objeto es Dios.
El es Dios, es infalible, y nunca miente, Dios lo sabe todo y es perfecto en todo lo que comunica. Así que si Dios me dice que algo va a suceder mañana, yo lo creo aun cuando todavía no lo he visto.
Esto no es irracional, al contrario, es irracional no creer algo que Dios dice respecto a algún acontecimiento futuro.
Fe es creer en Dios
Fe es creer en Dios
El Señor le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti».
vemos que Dios está hablando a Abraham acerca del futuro. Abraham le creyó a Dios. es más el libro de
porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Abraham no era un explorador en busca de un tesoro escondido basado en una leyenda. Dios le dijo que le mostraría. El confió en Dios respecto a lo que aún no había visto.
Igualmente nosotros, somos peregrinos en este mundo, buscando aquel país celestial, no hemos visto esa ciudad, pero sabemos que existe, y la evidencia de ello es nuestra confianza en Aquel que promete llevarlo a cabo.
En esencia, la fe es lo siguiente, no es creer en Dios, sino creerle a Dios.
La vida cristiana trata de eso, de creerle a Dios. Se trata de vivir por cada palabra que sale de su boca (Dt 8.3; Mt 4.4). seguirle a lugares donde nunca has estado, estar en situaciones que nunca hemos experimentado, porque sabemos quién es El.
Este es el tipo de fe que la biblia llama: “fe como de un niño”, no es una fe infantil.
cuando somos niños, somos llevados de la mano de nuestros padres, porque no sabemos diferenciar los peligros. Ellos nos guiaban.
Por analogía, estamos llamados a confiar en Dios, a saber que El está pendiente de nosotros, Dios no nos va a llevar al desastre, la fe como de un niño confía en el carácter de Dios quien nos considera sus hijos.
La vida cristiana, es un peregrinaje de fe, comienza cuando Dios crea fe en nuestro corazón. En la primera etapa de nuestra experiencia, confiamos en Cristo para nuestra salvación, y seguidamente debemos seguir viviendo por fe, aunque se presenten situaciones adversas, pero creyendo en todo momento en el autor y consumador de la fe.
Es por eso que Dios le dijo al profeta Habacuc: “el justo por su fe vivirá”.
Habacuc estaba perplejo porque Dios permitía que su pueblo elegido fuese derrotado por una nación pagana y fuese puesto en un estado de opresión. Habacuc dijo que él subiría a una torre de vigilancia y esperaría a que Dios se pronunciara, escribe:
Decidí mantenerme vigilante. Decidí mantenerme en pie sobre la fortaleza. Decidí no dormir hasta saber lo que el Señor me iba a decir, y qué respuesta daría a mi queja.
Y el Señor me respondió, y me dijo:
«Escribe esta visión. Grábala sobre unas tablillas, para que pueda leerse de corrido.
La visión va a tardar todavía algún tiempo, pero su cumplimiento se acerca, y no dejará de cumplirse. Aunque tarde, espera a que llegue, porque vendrá sin falta. No tarda ya.
Aquel cuya alma no es recta, es arrogante; pero el justo vivirá por su fe.
Dios le dice a Habacuc: “responderé a tu pregunta. pero no responderé inmediatamente, debes esperar, pero mientras esperas, recuerda que la respuesta llegará con seguridad”.
Luego, Dios hace un contraste entre la persona orgullosa, que no es recta, que vive según la vista, no tiene tiempo para confiar en las promesas invisibles de Dios. y en un marcado contraste está el hombre de fe.
Aún cuando las promesas de Dios se tarden , es seguro que se cumplirán, y a los ojos de Dios la persona justa es la que vive por fe.
Así que fíate de la Palabra de Dios, confía en Dios, confíale tu vida (cuerpo, alma y espíritu), entrégate para vivir sus valores, a su estructura, a su Palabra.