Enseñanzas de los apóstoles (13)

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Buenos días es muy grato reunirnos nuevamente para continuar aprendiendo sobre las enseñanzas que dejaron los apóstoles para los cristianos de hoy, le pido al Señor todo poderoso de en él día de hoy una revelación especial a sus corazones para que esto traiga renovación a sus mentes y transformación a sus vidas.
En el día de hoy estaremos recordando a los apóstoles Pedro y Juan, una de las características que acompañaba a los apóstoles eran las manifestaciones del Espíritu santo, a través de ellos, él Señor hacia milagros y prodigios, uno de estos eventos fue el que sucedió con el cojo de nacimiento en la puerta “la hermosa”, en el templo de Jerusalem, quien acostumbraba a recibir limosna de las personas que cruzaban por allí, pero el día que se encontró con Pedro y Juan, Pedro lo miró y le dijo:
“No tengo oro ni plata, pero de lo que tengo te doy. En el nombre Jesucristo de Nazaret, levantate y anda”. Hechos 3:6
La Biblia dice que Pedro tomo la mano del cojo, lo levanto y al cojo se le afirmaron los pies y y los tobillos, ese hombre pudo andar de la emoción se puso a saltar y alababa a Dios. Esto fue algo que todo el pueblo vio y obviamente les produjo asombro y admiración.
Es entonces en medio de este suceso que nuevamente Pedro se levanta como lo hiciera el día de Pentecostés, con ese valor y propiedad de saber ya quién es en Cristo Jesús y hace su discurso en el pórtico de Salomón.
Abran sus Biblias en:
Hechos 3: 11 -15: 11 Mientras el cojo que había sido sanado no soltaba a Pedro ni a Juan, todo el pueblo fue al pórtico llamado «de Salomón», y sin salir de su asombro se acercó a ellos. 12 Cuando Pedro los vio, les dijo: «Varones israelitas, ¿qué es lo que les asombra? ¿Por qué nos ven como si por nuestro poder o piedad hubiéramos hecho que este hombre camine? 13 El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, que es el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien ustedes entregaron y negaron delante de Pilato, cuando éste ya había resuelto ponerlo en libertad. 14 Pero ustedes negaron al Santo y Justo, y pidieron que se les entregara un homicida. 15 Fue así como mataron al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos. De eso nosotros somos testigos.
I. Los apóstoles eran entendidos
Cuando digo que los apóstoles eran entendidos, me refiero a que ellos tenían claras las cosas y sabían a la perfección como aprovechar los momentos para testificar sobre Yehoshua.
Hechos 3:11 Mientras el cojo que había sido sanado no soltaba a Pedro ni a Juan, todo el pueblo fue al pórtico llamado «de Salomón», y sin salir de su asombro se acercó a ellos.
Después de hacer el milagro del cojo de nacimiento la gente estaba, expectante y dispuesta a escuchar lo que Pedro les iba a decir.
Imagínese la escena el cojo emocionado agarrado de los dos apóstoles, diciendo lo que acababa de suceder con él, su condición física era de conocimiento público, entonces no se trataba de algo de oídas, sino era un milagro que las personas podían ver.
Los milagros del Señor tienen el poder de reforzar la fe de los creyentes, pues hay cosas que se salen de cualquier explicación racional, y hace parte de las cosas que son sobrenaturales y nadie puede explicar. Así, como esa sanación del cojo, sé que muchos de los presentes hemos sido testigos y beneficiados de los milagros del Señor, el tema es entonces que hacer después de ser testigos de ellos.
La atención de todo el pueblo se centró en Pedro y Juan, debió ser mucho el alboroto que se armó porque el pueblo se acerca al pórtico de Salomón donde estaban ellos. El pórtico de Salomón o pórtico de las columnas hace referencia, a las columnas que Salomón coloco a otras edificaciones después de haber culminado la construcción del templo, entre estos estaba su palacio. Este es el mismo lugar que se menciona en:
Juan 10:22-23: Era invierno, y en Jerusalén se estaba celebrando la fiesta de la dedicación. Jesús andaba en el templo, por el pórtico de Salomón.
En este mismo lugar Yehoshua fue cuestionado por los judíos, quienes le preguntaban:
Juan 10:25-30 «¿Hasta cuándo vas a perturbarnos el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.» Jesús les respondió: «Ya se lo he dicho, y ustedes no creen; pero las obras que yo hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí. 26 Si ustedes no creen, es porque no son de mis ovejas. 27 Las que son mis ovejas, oyen mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen. 28 Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre, que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 El Padre y yo somos uno.»
Cuando Jesús les da esta respuesta ellos cogieron piedras para apedrearlo, y Jesús les respondió:
«Yo les he mostrado de mi Padre muchas buenas obras; ¿por cuál de ellas me apedrean?» 33 Los judíos le respondieron: «No te apedreamos por ninguna buena obra, sino por la blasfemia; porque tú eres hombre, pero te haces Dios.» Juan 10: 32-33
Es justo en este mismo lugar en donde Pedro y Juan, son rodeados por el pueblo para escuchar el testimonio que Pedro tenía que dar sobre el Señor.
La celebración de la fiesta de la dedicación es la fiesta que celebran los judíos que se conoce como Janucá, en ella se celebra la dedicación del Templo de Jerusalén en el segundo siglo d.C., cuando un grupo de judíos en cabeza de Yehuda el macabeo, se levantaron contra los griegos y triunfaron.
Los griegos habían profanado el Templo colocando dentro de este una estatua de Zeus -el soberano de los dioses griegos-. Los judíos limpiaron el templo de todo lo que fuera profano, y de acuerdo con el Talmud, se dice que encontraron una vasija de aceite para alumbrar la menorá un solo día. Pero ¡ocurrió un milagro! El aceite duro por ocho días, y así hubo tiempo para hacer más aceite.
Así como Pedro tuvo el discernimiento para saber que era el mejor momento de hablar, usted debe identificar cuáles son las mejores circunstancias en las que usted debe testificar del Señor.
II. Los apóstoles dirigían la atención hacia Dios
Los apóstoles no buscaban que las personas los adoraran a ellos porque tenían muy claro que no era por su poder que sucedían los milagros.
Hechos 3:12 Cuando Pedro los vio, les dijo: «Varones israelitas, ¿qué es lo que les asombra? ¿Por qué nos ven como si por nuestro poder o piedad hubiéramos hecho que este hombre camine?
En este discurso de Pedro a diferencia de su discurso en el día de Pentecostés, predomina el asombro de las personas y no hay ninguna duda de lo que acababa de suceder, recuerden que en el Pentecostés algunos pensaron que los apóstoles se encontraban embriagados. Era entonces un público muy receptivo a lo que él les fuera a decir.
Pedro está hablando a varones israelitas que conocían la Escrituras, en ese momento solo nos referimos a la Torá, los profetas y los escritos que corresponden a lo que conocemos actualmente como Antiguo Testamento.
Les llama la atención porque los miran como si ellos tuvieran el poder para haber hecho que el cojo anduviera y saltara, y los apóstoles tienen claro que no es así. Esa claridad de ellos sobre quien es el responsable de los milagros es muy importante para los creyentes de hoy. Hay ministros de Dios bendecidos con una gran unción, pero esto no implica necesariamente que su carácter sea el de un cristiano. Entonces, las personas pueden mantenerse en un lugar con la convicción equivocada de no moverse de donde está por lo que ven que sucede. Así, que tengan siempre presente que la obra en realidad es de Dios, y las personas por decisión de él son los medios usados por él para llevarla a cabo. No pierda de vista que el Señor puede usar a cualquier persona, situación o animal para hacer lo que él necesita que se haga, recuerden cuando uso el asna de Baalam para darle un mensaje. Esto me recuerda un perro que conocí, era un labrador dorado de nombre Mateo, el vivía en la iglesia donde nací de nuevo, en esa iglesia tuve la oportunidad de ve muchos milagros y prodigios, y este perro era tan entendido que uno podía pensar que en cualquier momento iba hablar, y recuerdo que era tanta mi impresión que yo decía: “si ese perro habla me voy de acá.”
III. Los apóstoles reconocían a Jesús como el Hijo de Dios
Pedro dijo al pueblo que estaba reunido, sobre el milagro del cojo de nacimiento:
Hechos 3:13 El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, que es el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien ustedes entregaron y negaron delante de Pilato, cuando éste ya había resuelto ponerlo en libertad.
El Dios de quien Pedro les habla es el Dios en quien los creyentes cristianos creen - el Dios de Abraham, Isaac y Jacob – los judíos apoyan sus creencias y actuaciones en las escrituras, por eso se encuentran tantas referencias entre el Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento. Eso, es lo que hace en este caso Pedro, acude a las creencias religiosas del pueblo de Israel para llevarlos a entender que Yehoshua es el hijo de Dios.
Varios textos de las Escrituras judías (Antiguo Testamento), menciona a los israelitas como los hijos de Dios, entre ellas, esta:
Deuteronomio 14:1 »Ustedes son hijos del Señor su Dios, así que no deben hacerse heridas en el cuerpo ni raparse por causa de un muerto.
El rey David es mencionado también como su hijo, eso lo pueden encontrar en el Salmos 89, léanlo que por cierto es precioso, es sobre el pacto de Dios con David, de este cito estos solo dos versículos:
Salmos 89: Él me dirá: “Tú eres mi padre. Eres mi Dios, la roca de mi salvación”, 27 y yo lo declararé mi primogénito, ¡el más excelso de los reyes de la tierra!
Pero, aunque los israelitas y de ellos David, es conocido como el hijo de Dios, los apóstoles entendían que Jesús como hijo de Dios, tenía una connotación diferente, sabían que él era único, entendían que su naturaleza era de origen divino, de allí que al escribir sobre él le dicen también el unigénito, o sea, “único”,
Juan lo enseña, cuando dice:
“A Dios nadie lo vio jamás; quien lo ha dado a conocer es el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre.” Juan 1.18.
La posición de Yehoshua como hijo de Dios, queda muy claro desde el momento mismo de la anunciación del ángel Gabriel a la virgen María, en;
Lucas 1:32-33 Éste será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios, el Señor, le dará el trono de David, su padre, 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Esa posición de Yehoshua como hijo de Dios se ratifica en otros momentos de su vida, muerte y resurrección, en:
- En su bautizo: Recuerden que cuando Jesús fue a buscar a Juan el bautista, para bautizarse en el río Jordán, Juan se opuso y Jesús le dijo:
«Por ahora, déjalo así, porque conviene que cumplamos toda justicia.» Entonces Juan aceptó. 16 Después de ser bautizado, Jesús salió del agua. Entonces los cielos se abrieron y él vio al Espíritu de Dios, que descendía como paloma y se posaba sobre él. 17 Desde los cielos se oyó entonces una voz, que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco.» Mateo 3:15-17
- En su transfiguración: La circunstancia más significativa, en donde se demuestra la naturaleza divina de Yehoshua, en:
Mateo 17: 1- 5 Seis días después Jesús se llevó aparte a Pedro, a Jacobo y a su hermano Juan. Los llevó a un monte alto, 2 y allí se transfiguró delante de ellos. Su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3 De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, y hablaban con él. 4 Pedro dijo entonces a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es para nosotros estar aquí! Si quieres, podemos hacer tres cobertizos: uno para ti, otro para Moisés, y otro para Elías.» 5 Todavía estaba hablando cuando una nube de luz los cubrió, y desde la nube se oyó una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco. ¡Escúchenlo!»
Es la segunda vez que se escuchan esas palabras del cielo diciendo: “Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco”
- En su resurrección: Yehoshua fue levantado de la muerte por el poder de Dios y es declarado su hijo, conforme a:
Romanos 3:1-4 Les escribo acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que conforme a los hombres descendía de David, 4 pero que conforme al Espíritu de santidad fue declarado Hijo de Dios con poder, por su resurrección de entre los muertos.
A través de la Palabra de Dios, se conoce que solo los que crean en Jesús como el Hijo de Dios, obtienen la salvación:
Juan 3:16-18 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
IV. Los apóstoles conocían quien era Jesús
Pedro llama la atención sobre el hecho de que ellos por su Escrituras, debieron entender que Yehoshua, era el Mesías el santo de Israel, pero no lo hicieron.
Hechos 3:14-15 Pero ustedes negaron al Santo y Justo, y pidieron que se les entregara un homicida. 15 Fue así como mataron al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos.
El profeta Isaías fue uno de los profetas más citados en el tiempo en que Jesús estuvo en la tierra. Esto se puede evidenciar gracias a los esenios, una secta religiosa de los judíos, que se estableció probablemente a mediados del segundo siglo a.C., hasta el siglo I d.C., en lo que hoy recibe el nombre de Qúmran. En cuevas de este lugar se hizo el hallazgo arqueológico más importante para los cristianos y los judíos.
Entre el año 1947 y 1956 d.C., se hizo uno de los hallazgos arqueológicos más trascendentes para la fe de los judíos y los cristianos, que fue el descubrimiento de los rollos del Mar muerto: son manuscritos escritos en hebreo, arameo y griego provenientes de 11 cuevas situadas en los alrededores de Khirbet Qumrám, que tienen una antigüedad calculada del I y II siglos d.C.
Los manuscritos hallados en Qumrán están relacionados de una u otra forma con los libros sagrados de la Septuaginta, que corresponden a lo que se conoce hoy en día como el Antiguo Testamento en la Biblia Griega, usada por la iglesia católica.
Comentarios, interpretación o traducción de la literatura bíblica, y otros textos todos relacionados con literatura sagrada.
Del libro que más copias se encontraron fueron del profeta Isaías, de hecho, en una de esas cuevas se encontró el rollo completo, cuando lo analizaron, dijeron que las diferencias con lo que nosotros conocemos es mínima.
Traigo toda esta información porque Isaías profetiza sobre el Mesías. Hay un relato en Lucas que menciona un suceso que se dio en Nazareth, cuando Yehoshua entro a la sinagoga como era su costumbre, y se levanto para leer las Escrituras, a él le pasaron un rollo porque ellos no tenían la Biblia como se tiene hoy en día, en libro físico o en forma virtual, ellos tenía rollos hechos de cuero de animal que eran tratados con técnicas que les permitían perdurar en el tiempo, y la lectura que el hizo fue sobre el libro de Isaías de acuerdo a lo relatado en:
Lucas 4:18-19 18 «El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos19 y a proclamar el año de la buena voluntad del Señor.» (Isaías 61:1-3)
Isaías hablo del santo de Israel:
Isaías 49:7 Así ha dicho el Señor, el Santo Redentor de Israel, al que es menospreciado, al que es odiado por las naciones, al siervo de los gobernantes: «Los reyes y los príncipes te verán y se levantarán, y se inclinarán ante el Señor, porque el Santo de Israel, que te ha escogido, es fiel.»
Isaías predijo que el Mesías era justo y por él muchos serian justificados:
Isaías 53:10-11 Pero al Señor le pareció bien quebrantarlo y hacerlo padecer.
Cuando se haya presentado a sí mismo como ofrenda para la expiación de pecado, verá a su descendencia, tendrá una larga vida, y por medio de él se verá prosperada la voluntad del Señor. 11 Verá el fruto de su propia aflicción, y se dará por satisfecho. Mi siervo justo justificará a muchos por medio de su conocimiento, y él mismo llevará las iniquidades de ellos.
En su discurso Pedro, les recrimina lo que hicieron con el santo y justo redentor de Israel, les recrimina como pidieron que liberaran a un homicida y a él lo mataran, recordemos la historia:
Mateo 27: 17-23 Pilato se reunió con ellos y les preguntó: «¿A quién quieren que les suelte: a Barrabás, o a Jesús, al que llaman el Cristo?» 18 Y es que Pilato sabía que ellos lo habían entregado por envidia. 19 Mientras él estaba sentado en el tribunal, su mujer mandó a decirle: «No tengas nada que ver con ese justo, pues por causa de él hoy he tenido un sueño terrible.» 20 Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud de que pidieran a Barrabás, y que mataran a Jesús. 21 El gobernador les preguntó: «¿A cuál de los dos quieren que les suelte?» Y ellos dijeron: «¡A Barrabás!» 22 Pilato les preguntó: «¿Qué debo hacer entonces con Jesús, al que llaman el Cristo?» Y todos le dijeron: «¡Que lo crucifiquen!» 23 Y el gobernador les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaban aún más, y decían: «¡Que lo crucifiquen!»
A raíz de este relato se desencadena lo que fuera la crucifixión de Yehoshua en la cruz. Pedro no culpo a Poncio Pilatos de la muerte de Yehoshua, sino a los presentes quienes fueron incitados por los sacerdotes y los ancianos del pueblo, para pedir la libertad de Barrabas y la crucifixión del autor de la vida. Ahora bien, el autor de la vida fue resucito de entre los muertos por el poder de Dios y los apóstoles fueron testigos de su resurrección.
Así como el pueblo judío fue manipulado por unos pocos de ellos como eran los ancianos y los sacerdotes, les sucede a quienes dicen ser creyentes pero que no invierten tiempo en conocer la Biblia, pues son llevados por cualquier viento de doctrina, así que hay que estudiar más lo que la Palabra enseña para no caer en el mismo error del pueblo judío.
Conclusiones
Al igual que los apóstoles usted debe ser asertivo en el momento de testificar sobre Jesús, déjese guiar por el Espíritu santo y no se canse de hablar de las maravillas que hace el Señor.
Recuerde que así el Señor lo bendiga a usted con una gran unción el que hace milagros es él.
Así como los apóstoles reconocían a Yehoshua como el Hijo de Dios, los creyentes deben hacerlo porque solo es salvo quien cree en él como el Hijo de Dios.
Sin lugar a duda Yeshoshua era el mesías descrito en el Antiguo Testamento, por él la iglesia ha sido justificada y es el santo de Israel, conocer toda la Biblia, permite al creyente mantenerse firme en sus creencias. Amén.
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