Clase n°2 - Nuestra Salvación

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En esta clase aprendemos que la salvación es por gracia y no hay nada que podamos hacer para obtenerla.

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OBJETIVO DE LA CLASE: Comprensión acerca de que la salvación es por gracia.

Si murieras hoy ¿qué pasaría con tu alma?

Irías al cielo - ¿Por qué?
Irías al infierno - ¿Por qué?
No sabrías - ¿Por qué?

¿Cuál es el significado de mi vida?

¿Para qué existo?

Las personas tendemos necesariamente a la felicidad. Todos queremos ser felices y las personas intentan serlo de varias maneras diferentes, pero descubrir el propósito de nuestra existencia le da significado a nuestra vida.

1) La creación del hombre

Para poder entender cuál es la razón por la cual existimos y estamos en la tierra, debemos ver cuáles eran los planes originales de Dios para el hombre.
Génesis 1.26–27 RVR60
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Somos la imagen y semejanza de Dios, criaturas hechas con la capacidad única de reflejar el carácter de Dios; como si fuésemos un espejo lo reflejamos a él.
Génesis 2.7 RVR60
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
El hombre no sólo es distinto al resto de la creación; no sólo le fue dada autoridad sobre la tierra y todo lo que hay en ella; sino que el hombre era el “hijo de Dios”, su imagen y su semejanza.
Fuimos creados a su imagen para tener comunión y ser amados como hijos suyos. Uno no puede tener comunión con un ser diferente a uno mismo.
Por ejemplo, uno puede amar a un animal domestico, como un perro o un gato, pero por más que que desee no puede tener comunión él. Por el simple hecho de que no pueden hablar.

2) ¿Cuál es el problema?

La condición actual del hombre (hecho y consecuencia)

El hecho lo leemos en Génesis.
Génesis 3.2–3 RVR60
Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Génesis 3.6 RVR60
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Entonces, el hecho es que el hombre desobedeció a Dios y pecó.
Es aquí donde Satanás le roba al hombre el derecho de ser como Dios, y la imagen de Dios en el hombre desaparece.
Romanos 5.12 RVR60
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
La consecuencia es que el hombre ahora está separado de Dios (muerto espiritualmente).

La condición personal del hombre

a) Todos pecamos

Romanos 3.23 RVR60
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Entonces ¿Quiénes pecamos? Todos pecamos. La manera más fácil de ver este asunto es por el uso de la Ley de Dios.
1 Juan 3.4 RVR60
Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
Entonces ¿Qué es pecar? Es infringir la ley.
Romanos 3.19–20 RVR60
Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
Romanos 7.7 RVR60
¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.
Entonces ¿Para qué sirve la ley? Por la ley conocemos el pecado.
La ley es un espejo que nos muestra nuestra condición delante de Dios, nuestra naturaleza pecaminosa.
Saquemos el espejo de la Ley para ver qué estamos reflejando, por ejemplo: vamos a ver solamente uno de los diez mandamientos registrados en Éxodo 20.1-17.
El sexto mandamiento dice: “No matarás”. Este mandamiento se trata del homicidio, pero Jesús lo lleva un nivel superior y dice:
Mateo 5.21–22 RVR60
Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Entonces si te enojaste con alguien quebrantaste la ley, y por violar la ley estás en pecado. ¿Quién no ha violado alguno de los mandamientos?
Romanos 3.10–12 RVR60
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Todos nos desviamos, y no hay quien haga lo bueno.
Romanos 2.5–6 RVR60
Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
Dios está airado con todos los que lo rechazan y no muestran un corazón arrepentido.
Es por esto que la Biblia dice que Dios está enojado contra el impío todos los días y que el día de Su justo juicio será un día de ira.

b) Por el pecado, el hombre tiene que morir.

Por cada infracción a la Ley Dios exige la muerte.
Pablo reitera esta verdad en Romanos.
Romanos 6.23 RVR60
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Lo que obtenemos pecando, violando la Ley, es la muerte. Por el pecado el hombre tiene que morir.

c) Después de la muerte cada hombre será Juzgado.

Hebreos 9.27 RVR60
Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
Con cada infracción de la Ley somos declarados culpables en el día que Dios juzgue a todos los seres humanos.

d) Sin Cristo, estamos condenados a muerte eterna.

Apocalipsis 20.15 RVR60
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Sin Cristo en nuestra vida estamos condenados al lago de fuego (infierno).

3) No puedo salvarme a mí mismo

Efesios 2.8–9 RVR60
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;no por obras, para que nadie se gloríe.
La salvación es un regalo de Dios, es por su gracia, no es algo que podamos obtener por obra alguna.
Romanos 4.4–5 RVR60
Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
Si uno trata de pagar su propia multa con buenas obras, es como si quisiera sobornar a Dios.
Lo único que estarías haciendo es aumentando la deuda que tendrás que pagar en el lago de fuego, porque Dios es un Juez justo y no recibirá ningún soborno de nadie.
Nuestras buenas obras, cuando tratamos de salvarnos a nosotros mismos, son como trapos de inmundicia.
Haciendo referencia a los apósitos que se usan en el periodo menstrual.
Isaías 64.6 RVR60
Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.
La salvación es por la gracia de Dios, por medio de la fe en Jesucristo, no por ninguna obra.

4) ¿Cuál es la solución?

La decisión de Dios de suministrarnos la provisión: Jesucristo

Isaías 53.5–6 RVR60
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
1 Pedro 3.18 RVR60
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
Nosotros violamos la Ley de Dios, pero Jesucristo pago nuestra deuda con su vida.
Cristo no pecó ni una sola vez, ni violó la Ley de Dios nunca, pero murió en la cruz por nosotros, en nuestro lugar, como nuestro Sustituto, para pagar el precio de nuestros pecados, y de esta manera se convirtió en el ÚNICO que puede acercarnos a Dios y a la vida eterna.
Es por esto que la Biblia enseña que sólo en Jesucristo hay salvación.
Juan 14.6 RVR60
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Nadie llega al Dios si no es por Jesucristo. El Camino no es una religión, el Camino es una persona: Jesús ha resuelto el problema del pecado.

La decisión del hombre: arrepentirse y creer.

Hechos de los Apóstoles 17.30 RVR60
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
Proverbios 28.13 RVR60
El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Arrepentirse es confesarle tus pecados a Dios porque lo ofendiste y no solo es confesarlos sino apartarte de ellos.
Arrepentirte es volver en sí, dar una vuelta de 180º y dirigirse en la dirección opuesta a la que estabas yendo; es cambiar tu forma de pensar por la de Dios.
Entonces para ser salvo lo primero que tienes que hacer es arrepentirse. El arrepentimiento es confesar nuestros pecados y apartarnos de ellos.
Juan 1.12 RVR60
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Romanos 10.9–10 RVR60
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Lo segundo que debes hacer es creer en Jesucristo.
Una vez que nos arrepentimos y creemos en Jesucristo, tenemos el perdón de los pecados y la vida eterna.
Juan 5.24 RVR60
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
El cristiano tiene, en el momento en que se arrepiente y cree, la vida eterna y nunca más vendrá a la condenación del infierno porque ya pasó de muerte a vida.
En Cristo hemos vuelto al principio: Creados a su imagen, para tener una comunión de amor con muestro Padre, nacidos de nuevos por el Espíritu como hijos de Dios.
Jamás volveremos a estar muertos en nuestros pecados porque ya tenemos el perdón de todos nuestros pecados, los pasados, los presentes y los futuros.
En Cristo hemos vuelto al principio: Creados a su imagen, para tener una comunión de amor con nuestro Padre, nacidos de nuevos por el Espíritu como hijos de Dios.
Y de esta manera volvemos a reflejar la imagen de Dios, a partir de ese momento reflejamos su esencia.
Digamos que sin Jesucristo estabas condenado y te dirigías directo al infierno. Aquí y ahora ya tienes vida eterna y eres un hijo de Dios dirigiéndote al cielo
¿Cómo podes ser salvo? Arrepintiéndote y creyendo.
Por lo tanto, sería un buen momento para poner esto en práctica y recibir a Cristo en tu vida, y orar a Dios, con toda sinceridad y con todo tu corazón.
Amoroso Jesús, gracias por crearme y amarme, incluso cuando te ignoré y traté de ir por mi propio camino, hoy entiendo que te necesito en mi vida y te pido perdón por mis pecados. Creo que sos el Hijo de Dios, que moriste en la cruz por mis pecados, que resucitaste de la muerte. Abro mi corazón y te recibo en mi vida como mi Señor y Salvador. Te ruego que anotes mi nombre en el libro de la vida. Gracias por tu gran amor, en el nombre de Jesús, amen.
¿Si nos arrepentimos y ponemos nuestra fe en Cristo, cuando llega la vida eterna?
Cuando muramos
En este momento
Al lograr ser santo
¿Qué significa ser cristiano? Significa ARREPENTIRNOS y poner nuestra FE en Cristo.

Si murieras hoy ¿qué pasaría con tu alma?

Dios ya ha hecho su parte para restaurar tu relación con Él: tomó la iniciativa, vino a la tierra, murió por tus pecados y resucitó para darte vida.
Ahora Él espera que cada uno de nosotros nos arrepintamos, creamos, recibamos su salvación y estemos dispuestos a morir a nosotros mismos, para vivir para Él.
2 Corintios 5.14–15 RVR60
Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
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