Anhelo Guardar tu palabra

Introducción:

Hermano, amigo, antes de comenzar quiero piense por un momento en esta pregunta:

¿CUÁL ES TU ANHELO Y TU MOTIVACIÓN?

Antes de desarrollar el tema, y considerando nuestra pregunta de inicio, quiero compartirles un pequeño cuento de un autor de cuentos infantiles, llamado Pedro Pablo Sacristán.

El cuento lleva por título, “El camino al Cielo”

Había una vez un niño caminando por el campo, cuando entre las nubes vio un angelito cantando una bella canción, que enseguida desapareció. El niño pensó que por allí debían estar las puertas del cielo, y sería divertido ver qué había. Así que comenzó a construir una gran torre de madera para llegar a las nubes, pero cuando fue muy alta, se derrumbó. Lo intentó también con adobe, con ladrillos y acero, pero su torre siempre se derrumbaba. Cuando iba a abandonar, volvió a ver al angelito, rodeado de más ángeles, y al atender a la canción escuchó que su mensaje era que allí sólo se podía llegar si se quería con el corazón. La curiosidad desapareció, y deseó con todas sus fuerzas subir con ellos al cielo.

Pero no pudo, y vencido por la impotencia y la pena, se sentó y comenzó a llorar. Lloró, lloró y lloró tanto, tanto, que al salir el sol apareció en aquel lugar un magnífico arco iris, que precisamente fue a parar a la nube, donde se abrieron las puertas del cielo. Y el niño recorrió aquel camino sobre el arco iris lleno de alegría, pues comprendió que sólo con verdaderos deseos del corazón se puede abrir el camino del cielo.

Hermanos, amigos, quise iniciar con este cuento, porque el mensaje central del cuento es que sólo con verdaderos deseos del corazón, se puede llegar al cielo.

Y eso precisamente puede hoy traer respuesta a nuestra pregunta de inicio: ¿Cuál es tu anhelo?

El salmista en nuestra lectura de hoy nos hace referencia a su anhelo: Salmos 119:10

Salmo 119.10 RVR60

10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos.

Cuando venimos a Cristo, en el entendido de que solamente en él hay salvación y vida eterna, Cristo se convierte para nosotros en lo que el Arco iris, fue para el niño.

El niño, anhelaba, en su corazón ir al cielo, el hombre consciente de su condición espiritual, sin Cristo, consciente de su separación de Dios por el pecado y consciente de que está condenado a muerte, debe tener como primera intensión alcanzar el cielo, ahí Jesús se presenta como el arco iris para el niño del cuento:

Jesús dice: Juan 14.6

Juan 14.6 RVR60

6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Un día amados hermanos muchos tuvimos ese anhelo y comprendimos que Cristo es el camino, ustedes amigos, hoy pueden hacer su anhelo realidad siguiendo a Cristo.

Pero cuando estamos en Cristo, camino al cielo, nuestro anhelo va aumentando, el salmista, nos enseña hoy en el versículo 10

“ Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos”

Aquí el salmista nos enseña, que una vez que somos salvos, tenemos que seguir buscando, a Dios todos los días sin desviarnos.

El anhelo del hombre que sigue a Cristo, debe ser no desviarse de los mandamientos de Dios. Debe anhelar guardar su palabra.

Y aquí tenemos que entender con mucho cuidado lo que el salmista está diciendo.

¿Qué nos dice más allá de lo que vemos a simple vista?

1. Todo creyente debe tener seguridad y esa seguridad, produce un anhelo.

a. La seguridad del salmista:

“ Con todo mi corazón te he buscado”, ¡Te he buscado de veras!

Hermanos, cada uno de nosotros que hemos venido a Cristo, si lo hemos hecho, de verdad, con arrepentimiento genuino, con un cambio de dirección para nuestras vidas, si hemos entendido como dice Pablo que “ en Cristo, somos nuevas Criaturas”, si hemos entendido que ese paso, nos ha llevado a ser hijos e hijas de Dios, entonces debemos tener seguridad de quienes somos ahora, debemos sentirnos bien identificados, debemos tener todo el panorama de nuestra nueva vida en Cristo bien claro.

Eso, traerá lo segundo que el salmista dice:

b. Producirá un anhelo:

¨No me dejes desviarme de tu palabra”

Amados hermanos, el niño del cuento anhelaba ir al cielo, yo espero que hoy aquí hayan hombres y mujeres que tienen un anhelo similar, que deseen , hasta llorar, ir al cielo.

Pero para aquellos que ya hemos creído en Cristo, aquellos que ya estamos yendo al cielo, hermanos en el camino de la vida Cristiana, yo espero que su anhelo delante de Dios, sea el mismo que nos presenta el Salmista:” No me dejes desviarme de tu palabra”

Cuando Moisés fue sustituido por Josué para llevar al pueblo a tomar la tierra prometida, Dios le dice palabras que serían claves, para lograr lo que Dios le estaba encomendando. Josué 1:7

Josué 1.7 RVR60

7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

Así que amado hermano, hermana, ese mismo llamado es para nosotros hoy, hoy Dios nos dice: Anhela hacer todo conforme a la ley, anhela no apartarte de ella, ni a diestra, n a siniestra, para que seas prosperado.

Se da cuenta hermano, Dios siempre pone llaves que son muy fáciles de encontrar para abrir los almacenes de bendiciones del cielo:

¿Quieres ser prosperado en todo lo que emprendas?

Hermanos, amigo, ¿quieres ser prosperado, en lo espiritual, la salud, en lo material. en todo lo que hagas?

Anhela y busca como hacer realidad ese anhelo de no desviarte de la palabra de Dios.

2. ¿En qué consiste ese anhelo?

Guardar su palabra. Salmo 119:11

Salmo 119.11 RVR60

11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.

Hermanos, cada uno de nosotros, debe buscar, con ahínco, debe anhelar, guardar la palabra de Dios en nuestros corazones.

Sólo con un propósito, para no pecar contra Dios, recuerde hermano, nuestro corazón es engañoso y de ahí proviene el pecado que asedia nuestras vidas, pero si la palabra de Dios, está ahí, no vamos a pecar contra Dios.

Es la palabra de Dios la única fuente confiable que, el verdadero retén que nosotros podemos tener para no pecar contra Dios.

Es en su palabra que están escritos los preceptos y las leyes de Dios, todo lo que el aprueba y todo lo que el desaprueba y aborrece.

Así que amado hermano y amigo, debe ser su anhelo más preciado guardar la palabra de Dios para no pecar contra él.

Y amados, ¡Guardar es obedecer!

Lo segundo en que consiste este anhelo, es:

b. Meditar en su palabra, considerar lo que Dios dice.

Salmo 119.15 RVR60

15 En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos.

Hermanos, no sólo basta conocer la palabra de Dios, ya dije que necesitamos guardarla y eso es obedecerla, y obedecerla implica, estar continuamente meditando en ella,implica considerar lo que Dios dice en su palabra, para cada acción, para cada momento de nuestras vidas.

Este es un asunto más serio que simplemente leer la palabra, o conocer la palabra, es dejar que la palabra de Dios nos guíe, que la palabra de Dios traiga luz a nuestras vidas.

Volvamos a lo que Dios dice a Josué, ahora en el verso 8:

Josué 1.8 RVR60

8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Hermanos y hermanas, al igual que el salmista Dios anhela, que cada uno de nosotros, meditemos en su palabra.

Dios dice a Josué, no se aparte de tu boca mi palabra, medita en ella , de día y de noche, que equivale a a todo el tiempo, considera sus caminos, anda en ellos

¿Porqué Dios le dice a Josué esto?, ¿Porqué Josué debía anhelar esto?, ¿Porqué nosotros debemos anhelar esto?

Dios dice: “ Para que guarde y hagas conforme en ella está escrito.

Hermano, guardar, aquí nuevamente es conocer y obedecer.

Hacer conforme a ella, es vivirla, es llevar la palabra de Dios en nuestra vida práctica.

Y entonces, Dios dice que habrá un resultado en nuestra vida:

Dios dice, si tú así haces, entonces, ¡haré prosperar tu camino y todo te saldrá bien!

Podemos decir¡Gloria a Dios hermanos!

Hermanos, y amigos, ¿quieren experimentar la verdadera prosperidad?, ¿quiere que le vaya bien?

Anhele, meditar en la palabra de Dios, todo el día y en todo tiempo.

¡Conozca la palabra de Dios!, ¡Obedezca la palabra de Dios!, ¡Viva conforme a la palabra de Dios!.

Le irá bien hermano, le irá bien amigo, Dios va a prosperar tu vida.

Conclusión:

Hermanos, amigos, meditemos una vez más, en nuestra pregunta de inicio:

¿CUÁL ES TU ANHELO Y TU MOTIVACIÓN?

A nuestros amigos, en esta tarde, les recuerdo la enseñanza de la ilustración que tuvimos al inicio, sólo con verdaderos deseos del corazón se puede abrir el camino del cielo.

Y Dios te dice en esta tarde: “ Hijo mío dame tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”

Dios te dice en esta tarde: He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él cenaré con él y el conmigo”

Hermanos, amigos, Necesitamos anhelar guardar la palabra de Dios.

Necesitamos conocer a Dios, obedecer su palabra, vivirla y practicarla.

Esta es la clave para una vida cristiana exitosa.

Dios quiere bendecir tu vida , Dios quiere prosperar tu vida, sólo te pide que anheles, guardar siempre su palabra.

Vamos a orar.