Transformados por la palabra de Dios

Introducción:

El nuevo nacimiento conlleva una decisiva transformación completa y radical, Pablo dice en Efesios 4:24, los creyentes se visten “del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”

Todos los que somos renacidos pasamos de estar sin Dios, sin ley y de ser egoístas a manifestar verdadero arrepentimiento, confianza y amor.

Es el Espíritu Santo quien nos ilumina para que podamos discernir la verdad espiritual.

Por tanto entendemos que en el nuevo nacimiento, el hombre no interviene para nada, este es obra hecha por el Espíritu Santo.

Encontramos en la palabra de Dios, dada a través del apóstol Pedro, dos maneras que Dios usa para transformar al hombre y a la mujer una vez que ha nacido de nuevo.

I. Dios nos llama a vivir una vida en Comunión.

1 Pedro 1.22–23 RVR60

22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; 23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Hermanos, Dios se preocupa primero por la salvación del ser humano, para que haya en él o ella un nuevo nacimiento. Lo segundo que Dios hace es ocuparse de nuestra transformación , y esto es resultado de su palabra.

En es un proceso que Dios realiza en este orden:

Lo llama al hombre a obedecer la verdad del evangelio.

V. 22a “ Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu”

Entonces Lo primero que Dios hace en el hombre, es que oiga y crea en el evangelio de salvación, y esa es una obra del Espíritu en el hombre.

Cuando el hombre ha creído y por ende nacido de nuevo , la obra transformadora del Espíritu Santo a través de la palabra de verdad que es el evangelio, continúa en su vida. El hombre expresar el resultado de tener comunión con Dios.

A. La comunión con Dios se muestra en el amor fraternal no fingido. v. 22b

B. La verdad del evangelio nos ordena amarnos unos a otros: entrañablemente y de corazón puro (v. 22c).

Luego de este cambio, donde experimentamos que tenemos comunión con Dios, a través de nuestra comunión con los hermanos, viene el segundo paso.

2. Dios llama al hombre a una vida de compromiso constante con ÉL. (vv. 23–25).

Pedro nos recuerda el fundamento del amor fraternal, es Dios mismo, por tanto al mantener nuestra comunión con él, podemos mantener nuestra comunión con los otros que nos rodean.

Pedro dice, todo depende de nosotros, porque ..

A. La fuente es Dios y Dios es imperecedero (v. 23a).

“ siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible”

La fuente nunca se va agota, no se acaba la fuente es Dios, todo dependerá de nuestro compromiso con él.

Por otro lado también dependerá de cómo dejamos que la palabra de Dios actúe en nosotros., por lo que Pedro NOS EXHORTA A QUE

B. La Palabra de Dios no sólo debe ser leída y escuchada sino también guardada en el corazón del creyente. v. 23b

“ Por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”

Hermanos, nuestra comunión con Dios tiene como fuente Dios mismo, y como respaldo la palabra de Dios, conocemos a Dios, nacemos de nuevo a través del Espíritu Santo actuando en nosotros, y permanecemos y vivimos una vida de compromiso con Dios, guardando su palabra en nuestros corazones, que es sinónimo de obedecer su palabra en nuestras vidas.

Y una vez más como la fuente es imperecedera, es inagotable, también su palabra lo es, de ahí que pedro dice que la palabra de Dios permanece para siempre.

1 Pedro 1.25

1 Pedro 1.25 RVR60

25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

Así que hermanos, nosotros no tenemos ninguna excusa valida para fallar en nuestra comunión con Dios, ninguna excusa válida para fallar en tener una vida de compromiso constante con él, pues, la fuente de nuestra comunión es ÉL, y nuestro respaldo en nuestro compromiso , en nuestra transformación es su palabra, y ambos permanecen para siempre.

Conclusión:

¿Ya hemos nacido de nuevo?, ¿Tenemos comunión con Dios?, ¿Tenemos comunión con otros?.

Si es así, debes continuar en el proceso, Dios desea transformarnos a través de esa comunión con él y a través de su palabra, él quiere que crezcamos en todos los aspectos de nuestra vida espiritual.

Recuerda, él es fuente inagotable de comunión con sus hijos, y su palabra permanece para siempre.

Tenemos todo lo que necesitamos para vivir y crecer espiritualmente.