SIN LLANTO Y SIN PALABRAS

Cuando no tienes palabras para orar

Cuando no puedes dejar de llorar

Cuando sientes que surge un miedo profundo y premonitorio de que no estarás bien.

Cuando la profunda preocupación se convierte en una compañera

Cuando una enfermedad te dicta el orden del dia.

Cuando haces todos los días todo lo que puedes para estar presente ante tu familia…

Cuando son días en que lloras y oras

Pero hay días diferentes dias en que te das cuenta de que, a pesar de tus mejores intenciones, e independientemente de toda la energía invertida, no hay nada más que puedas hacer.

Lo único que queda por hacer es orar en silencio.

La tristeza se roba tus palabras.

1º Samuel 1.18 RVR60

18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.

HAY PERSONAS QUE EN LA BIBLIA PASARON LO MISMO?

Creo que Ana en la Biblia sintió lo mismo.

Ella había anhelado un hijo, pero no podía quedar embarazada. Su pena era grande.

1º Samuel 1.8 RVR60

8 Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?

La tristeza de Ana le había robado su apetito.

Poco después, ella visitó el templo y, muy angustiada, oraba al SEÑOR y lloraba amargamente (v.

1º Samuel 1.10 RVR60

10 ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.

El sacerdote Elí la observó pero sólo pudo observar a una mujer que hablaba en su corazón, solo sus labios se movían y su voz no se oía

1º Samuel 1.13 RVR60

13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.

El dolor de Ana era tan profundo, que se quedó sin palabras.

Lo entendemos.

Aunque las nuestras lágrimas caigan y nuestros labios se muevan, no tenemos palabras.

Y no solo nos quedamos sin palabras;

Nos quedamos luchando por orar.

Sabes que las palabras no alcanzan para decir lo que sientes...

Es una realidad de tristeza tan grande que no hay palabra que haga justicia a nuestro dolor, emociones, angustia, desesperanza, impotencia… y mucho mas .

Solo nos quedan las lagrimas, muchas lágrimas, asta que se agotan.... y solo seguimos orando sin palabras.

MIRAR AL CIELO...

Hebreos 4.16 RVR60

16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Le pedímos a Dios

Luego nos rendímos toda la confianza en Él,

sabiendo que el resultado de nuestras oraciones esta en Sus manos

y que a pesar de nustra falta de palabras,

Él me escucha.

Cuando al igual que Ana el desahogo nos trae una paz inexplicable.

Ella lo logró.

Si bien Ana finalmente tuvo hijos,

creo que podemos decir con seguridad que le hubiera encantado que el comienzo de su historia hubiese sido diferente.

Pero Dios respondió a su único anhelo.

E incluso, Ana luego le ofreció su primogénito a Dios.

LA ESPERA EN LA PAZ DE DIOS...

Aunque la espera de Ana fue difícil, también experimentó la paz de Dios.

Mientras estaba en el templo, después de derramar su corazón a Dios, las Escrituras nos dicen, y no estuvo más triste

1º Samuel 1.18 RVR60

18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.

Recuerdo que a menudo el mejor regalo de la oración es conocerlo a Él y Su paz. ..

Aprendemos esto haciendo nuestras peticiones,

esperando pacientemente a que Él responda

y confiando en Su sabiduría y corazón para nosotros.

La verdad es que no todas las peticiones serán contestadas exactamente como queremos.

CUANDO LA RESPUESTA NO SE OTORGA PERO SU PAZ SE QUEDA...

Sin embargo, debemos estar agradecidos por continuar orando y todavía estar recibiendo el regalo de Su paz.

La historia de Ana me recuerda esto: todavía podemos orar cuando no tenemos palabras.

Podemos conocer Su paz cuando tenemos que dejar ir lo que amamos

. Y cuando no tenemos respuestas,

Dios puede sostener nuestros corazones mientras aprendemos a confiar en Él.

Verdad para hoy

Filipenses 4.6–7 RVR60

6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Romanos 8.26–39 RVR60

26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

QUE APRENDEMOS CON ESTA LECCION?

Que no podemos pensar que Dios no hoye

Que nuestras oraciones son escuchadas, pero tal ves no todas seran contestadas

Pero que a pesar de que no conteste algunas de nuestras peticiones

Su paz estará en nuestros corazón, dando la seguridad para seguir adelante

QUE PODEMOS PONER EN PRACTICA DE ACUERDO A ESTA LECCION?

Que debemos reflexionar y respondernos...

Si algunas vez nos ha costado encontrar palabras para hablar con Dios?

¿Eso te impide acercarte a Él?

¿Por qué sí o por qué no?

Que debo regresar a la oración y recibir su paz y descansar en su poder y sabiduría

Que debemos Tómar un momento para orar ahora mismo.

Simplemente para hacerle saber a Dios lo que está sucediendo en nuestra vida y lo que nos preocupa.

Él lo sabe, pero quiere escucharlo de nosotros, quiere saber si confiamos en El.

COMO PODEMOS ORAR DE ACUERDO A ESTA LECCION?

Querido Dios, ayúdanos a seguir viniendo a Ti en oración,

incluso cuando no sé qué decir.

Ayúdanos a creer que Tú puedes tomar los mensajes de nuestra cabeza y corazón y traducirlos cuando no tengamos palabras.

Ayúdanos a tener paz cuando no tengamos las respuestas a nuestras oraciones, y ayúdanos a confiar en que Tú responderás de la manera que mejor Te parezca.

En el Nombre de Jesús, Amén.