Parusia
(παρουσία)
LA VENIDA DEL REY
Lectura Bíblica: 2 Pedro 3.1-16
INTRODUCCIÓN
1. La palabra griega parusía se ha naturalizado en castellano como vocablo técnico para significar la segunda venida de Cristo.
2. Pero, característicamente, en el NT, parusía es la palabra que significa la segunda venida de Cristo (Mt. 24:3, 27, 37, 39; 1 Ts. 2:19; 3:13; 4:15; 5:23; 2 Ts. 2:1, 8, 9; Stg. 5:7, 8; 2 P. 1:16; 3:4, 12; !! 1 Jn. 2:28).
3 En los papiros y en el griego clásico, parusía es la palabra técnica que se usaba respecto de la venida de un emperador, de un rey, de un gobernador, y, en general, de una persona importante, a la ciudad o a la provincia.
4.Tal visita requería una serie de preparativos. Por ejemplo, se imponían tributos para regalar al rey una corona de oro. Posteriormente, una de las costumbres más comunes de las provincias consistía en datar una nueva era a partir de la parusía (VENIDA) del emperador.
5. Un nuevo tiempo comenzaba con la venida del rey.
6. Aadventus, adviento, que es la palabra latina equivalente a la griega parusía.
I. ¿Qué demanda de nosotros la 2ª venida de Cristo
1.Una vez conocida la palabra en el original bíblico hablaremos de la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo.
2 La Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo. Nos demanda conservar inmaculada nuestra vida para la venida del Rey, debiendo hacerse toda clase de preparativos (1 Ts. 3:13; 5:23; 1 Jn. 2:28).
3 La Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo. Es una razón para la paciencia (Stg. 5:7, 8). Ante las injusticias, el hambre, los asesinatos y las guerras; La venida del Rey se acerca y él corregirá los abusos.
4. Se habla de la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo. Como digna de desear y de orar por ella (2 P. 3:4, 12).
5. Se cuenta de un vaquerizo que decía no hastiarse de su trabajo tan poco atractivo porque “el que tiene algo en el más allá y no necesita aburrirse”. El que espera a Cristo tiene ese algo más.
6. La Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo. Expresa precisamente el texto “He aquí tu Rey vendrá a ti” (Zac. 9:9; Mt. 21:5). El cristiano es uno que aguarda a un Rey.
II. Aquí la intención es recordar la venida final de Cristo a juzgar.
Versículos 1—4.
1Amados, esta es la segunda carta que os escribo. En ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, 2para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador, dado por vuestros apóstoles.
3Sabed ante todo que en los últimos días vendrán burladores, andando según sus propias pasiones 4y diciendo: « ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación».
Las mentes purificadas tienen que ser estimuladas para que los creyentes se mantengan activos y vivos en la obra de la santidad.
Habrá burladores en los postreros tiempos, bajo el evangelio, hombres que toman a la ligera el pecado y se burlan de la salvación por Jesucristo.
Un artículo muy importante de nuestra fe se refiere a lo que sólo tiene una promesa para descansar en ella, pero los burladores la atacarán hasta que nuestro Señor venga.
Ellos no creen que Él vendrá. Porque no ven cambios, no tienen temor de Dios, Salmo lv, 19. Imaginan que lo que Él nunca ha hecho, no puede ser hecho o nunca lo hará.
III. Aparecerá inesperadamente cuando el estado presente de la naturaleza sea devastado por el fuego.
Versículos 5-10.
5Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, 6por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua.
7Pero los cielos y la tierra que existen ahora están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
8Pero, amados, no ignoréis que, para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día. 9El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. Entonces los cielos pasarán con gran estruendo, los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
1. Se declara por la misma palabra que los cielos y la tierra que ahora son serán destruidos por el fuego.
2. Esto ocurrirá con tanta certeza como la verdad y el poder de Dios pueden hacerlo. —Aquí se enseña y afirma a los cristianos en la verdad de la venida del Señor.
3. Aunque, según contamos, hay una gran diferencia entre un día y mil años, según la cuenta de Dios no hay diferencia.
4. Todas las cosas, pasadas, presentes y futuras, están siempre delante de Él; la tardanza de mil años no puede ser tanto para Él como para nosotros es postergar algo por un día o por una hora.
5. Si la concepción del hombre acerca de la Divinidad es hacer de Dios un dios humano . ¡Qué difícil es formarse la idea de la eternidad!
6. Lo que los hombres cuentan como tardanza, es paciencia, y es a favor de nosotros; es para dar más tiempo a su pueblo para que avance en conocimiento y piedad, y en el ejercicio de la fe y la paciencia,
7. Para que abunde en buenas obras, haciendo y sufriendo aquello para lo que son llamados, para que puedan dar gloria a Dios.
8. Por tanto, pongan en sus corazones que ciertamente serán llamados a dar cuenta de todas las cosas hechas en el cuerpo, sean buenas o malas.
9. Que el andar humilde y diligente ante Dios y el juicio mostremos nuestra firme fe en el juicio futuro, aunque muchos vivan como si absolutamente nunca tuvieran que rendir cuentas.
10. En el día de la ausencia de fe, (sin fe es imposible agradar a Dios). El día llegará cuando los hombres no tengan la esperanza del día del Señor.
11. Todo lo que ansiamos, todo lo que envidiamos en los demás vendrán a ser como el polvo en manos del viento.
12. No debemos poner la mira en las cosas de esta tierra. La verdadera felicidad está en la esperanza de la glorificación.
APLICACIÓN
I. La 2ª Venida del Señor implica un juicio.
1. La humanidad de todos los tiempos será sometida a juicio.
2. Los inconversos serán juzgados conforme a sus obras y conformes a ellas Dios obrará justicia.
3. Los que han nacido de nuevo, los hijos de Dios, serán juzgados por sus obras y estas serán imputadas a Cristo.
II. La 2ª Venida del Señor implica castigo y perdón
1. Unos irán al castigo eterno, más terrible que el lago de azufre, o el fuego eterno.
2. Clamarán y nadie les escucharán, allí será el lloro y el crujir de dientes
3. Más allá del dolor, más allá de la soledad… más allá de la muerte.
4. Los redimidos irán con Jesús, formaran un nuevo pueblo glorificado, en una nueva tierra, con un nuevo cielo donde no habrá más sufrimientos, más enfermedades, ni más muerte.
5. Los redimidos por la sangre de Jesucristo, recobrarán la comunión perdida en el Edén y gozarán de la felicidad eterna.
III. La 2ª Venida del Señor implica la resurrección de los muertos
