¿COMO ESCUCHAS LAS ENSEÑANZAS?
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Introducción
Los bereanos nos enseñan la actitud que debemos tener cuando vamos a escuchar la Palabra de Dios.
En Hechos 17:11 aprendemos que debemos escuchar la Palabra de Dios con:
Actitud receptiva
Fervor
Discernimiento
I. CON ACTITUD RECEPTIVA
I. CON ACTITUD RECEPTIVA
Estaban abiertos a la palabra de Dios
“noble”, adj. carácter noble (Swanson 2302)
Calvino dice que se refiere a “familias principales”
Una mente más noble (Vine NT)
Grant R. Osborne “eran de carácter más noble que los de Tesalónica”,
Los judíos de Berea “eran de carácter más noble que los de Tesalónica”, lo que significa que eran tolerantes y abiertos a lo que decía el equipo sin permitir que los prejuicios nublaran su juicio. –Grant R. Osborne, Hechos.
Recibieron la enseñanza como Palabra de Dios.
Los creyentes fieles de Tesalónica recibían con fe (cp. 1Tes 2:13).
Cornelio es otro ejemplo de cómo estar resueltos a oír la Palabra de Dios (Hch 10:33)
La humildad de un creyente se ve por la actitud de cómo escucha la Palabra de Dios (Stg 1:21)
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Los no creyentes no son receptivos a escuchar la Palabra de Dios (Jn 17:14), por eso necesitan que el Espíritu Santo obre en sus corazones para que crean.
Cuando tenemos prioridad por la Palabra de Dios nuestro corazón está dispuesto para escuchar.
Pro 1:5
Sal 119:11 En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti.
II. CON FERVOR
II. CON FERVOR
Tenía una disposición para escuchar.
Había un gran anhelo para escuchar la Palabra de Dios.
Recibieron la Palabra con gran anhelo.
“gran solicitud” una gran disposición-entusiasmo para escuchar.
indica el gran interés que tenía por aprender la Palabra de Dios. No debemos desaprovechar las oportunidades para recibir la Palabra de Dios.
Los de Tesalónica no tuvieron la misma respuesta a la enseñanza (cp. Hch 17: 4 ).
Los escribas y ancianos de Jerusalén escuchaban las enseñanzas de Jesús con otras motivaciones egoístas (Lc 19:47).
III. CON DISCERNIMIENTO
III. CON DISCERNIMIENTO
Buscaron aprender en verdad la Palabra de Dios.
“escudriñando”; buscar aprender la verdad mediante un proceso cuidadoso de estudio (Swanson 373)
Escuchaban con un profundo deseo de aprender la verdad.
Es natural de los creyentes, centrados en la Palabra de Dios, discernir, escudriñar la Biblia.
Los de Berea no fueron movidos por la arrogancia, sino que había en ellos el hábito de leer y estar seguros de aprender la Palabra de Dios.
Junto con Pablo aprendían cada día (v.11), cotejando con las Escrituras, lo que las Escrituras decían a cerca de Jesús. cp. 1Co 15:3
Aprender con discernimiento trae convicción a los corazones.
v.12 Así que creyeron muchos de ellos
Estaban dispuestos a aprender sin prejuicios.
Había hombres Judíos en Tesalónica que no se comportaban por escudriñar las Escrituras, sino eran movidos por sus CELOS; tradicionalismo, costumbres, cultura y otros prejuicios (Hch 17:5).
5 Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
Celos = envidia competitiva, es pecado (cp. 1Co 3:3; Gál 5:20)
Zelotes, viene de la raíz de la palabra celos. La conducta de los Zelotes fue revolucionario y anárquico en rechazo violento al dominio romano (Kittel, CNT). Terminaron siendo una organización de asesinos y sicarios (F. Josefo, Antiguedades, XVIII, 1, 1).
Simón el zelote fue uno de los apóstoles de Jesús, un sicario que había sido transformado por las enseñanzas de Jesús.
CONCLUSIÓN
2 Tim 4:3 dice que habría personas en las iglesias que solo les interesará oír sus antojos carnales más no lo que la Palabra de Dios dice.
Prefieren a predicadores psicólogos, entretenedores, payasos, artistas en los púlpitos que hablan de como ser buenas personas sin necesidad de arrepentirse de sus pecados.
APLICACIÓN
No rechaces el evangelio de Cristo, deja que la Palabra de Dios transforme tu manera de pensar, sentir y actuar.
Escucha la Palabra de Dios de buena actitud, con fervor y sin prejuicios.