Los resultados de oír la palabra de Dios y creer.
Firmes en la palabra de Dios • Sermon • Submitted
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Introducción:
Introducción:
Recientemente en este pasaje , encontramos a Jesús había sanado, a un hombre paralítico, en la ciudad de Jerusalén, este hombre estaba en un estanque conocido, como el estanque de Betesda, 38, años tenía de ser paralítico,y no estaba solo, habían muchos enfermos ahí, esperando para ser sanados, pues un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque y agitaba el agua y el primero que descendía al estanque después que el agua era agitada, era sanado. dice el versículo 6, que cuando Jesús lo vio, y miró que llevaba mucho tiempo ahí, le dijo ¿quieres ser sano? y el enfermo le dijo, Señor no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua.
Jesús le dijo levántate, toma tu lecho y anda, enseguida fue sanado.
Estaba Jesús enfrentando el año de oposición en aquel tiempo, los judíos, andaban buscando ver de que manera hacía algo que estuviera mal, conforme a su costumbre y acusarlo y ahí se da una situación, en los versículos 10-12.
10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho. 11 El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. 12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?
El hombre no sabía quien lo había sanado, pero, en los versículos 14-15, encontramos lo siguiente.
14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. 15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.
Y dice el versículo 18, que ellos, aún más procuraban matarlo.
Ahí en ese contexto Jesús les habla sobre la autoridad que él tenía para hacer tales cosas en el día de reposo, y en este contexto, encontramos a Jesús, enseñando las palabras, que serán motivo de nuestra reflexión en esta tarde.
Nos vamos a centrar en lo que Dios les enseña en el versículos 24 de esta enseñanza.
24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Analizaremos en este versículo, tres RESULTADOS que Dios da a los que oyen su palabra y creen en él , los que deben estar presentes en nuestras vidas, si ya hemos creído.
Jesús dice:
El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene:
Vida eterna(V. 24a).
No verá condenación (V. 24b)
Ha pasado de muerte a vida.( V.24c)
Veremos amados hermanos y hermanas, uno a uno estos resultados, para examinarnos como Dios ha actuado en nuestras vidas, y de qué manera Dios quiere actuar en la vida de nuestros amigos y amigas que nos visitan hoy.
Entonces el primer resultado que Jesús asegura que se producirá en los que oyen su palabra y creen en él, es que:
1. Tiene vida eterna.
1. Tiene vida eterna.
Lo que Jesús está afirmando en esta primera parte versículo 24, está afirmando lo que él ya había dicho en el versículo 21. Juan 5:21
21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
Hermanos, lo que Jesús está diciéndonos en este versículo, es que el que oye su palabra y creen él, él le da vida .
El versículo 21, nos dice con claridad que él da vida a quien él quiere.
Básicamente Jesús nos dice en esta tarde que está en su potestad dar vida eterna al hombre, pero que esta será el resultado de dos acciones que el hombre debe tomar:
a. Oír su palabra. Hebreos 3:15
15 entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
b. Creer en el que lo envió. Juan 3:16 -18
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Muchos un día aplicamos estas acciones y obtuvimos el resultado que Jesús promete en nuestras vidas.
El segundo resultado que Jesús promete es:
2. No vendrá a condenación.
2. No vendrá a condenación.
El que oye mi palabra y cree al que me envió,...... no vendrá a condenación.(V. 24b.)
Hermanos, el primer resultado, traerá también consigo, el segundo resultado, es decir, este segundo resultado es consecuencia del primero.
La vida eterna con Cristo, indica que nunca seremos condenados.
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Hermanos, Pablo está hablando del resultado que el alcanza hombre al tener vida eterna en Cristo.
a. No hay condenación.
b. No vive conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Qué tremendos resultados, hay en la vida del hombre y la mujer que decide oír la palabra de Dios y creer en el artífice de la palabra que es Dios mismo, que es Jesucristo, el verbo encarnado.
Pero también el apóstol Pablo escribiendo a la iglesia en Colosas, en Colosenses 1: 13 , enseña acerca de la libertad que Dios nos da de la condenación, una vez que hemos oído la palabra de Dios y hemos creído.
13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
Pablo dice, han sido librado del reino de las tinieblas, lo que equivale, a decir, han sido librados de la condenación eterna, y han sido trasladado al reino de su amado hijo.¡Gloria al Señor!
Hermanos, antes eramos hijos de las tinieblas, ahora, somos hijos de luz.
Antes vivíamos según la carne, ahora vivimos según el Espíritu.
Antes íbamos directo al infierno, ahora vamos al cielo.
Antes estábamos condenados a la muerte eterna, ahora, tenemos vida eterna con Cristo..
Y cuantas cosas más eramos y que gracias a Dios y gracias a que escuchamos, atendimos, entendimos, guardamos su palabra, y creímos en Jesús como nuestros Señor y salvador, ahora, él Señor, nos ha hecho nuevas criaturas, hombre y mujeres nuevos, para su honra y para su gloria.
El que ha oído y creído hermanos, tiene vida eterna, y ya no está más condenado, pero también dice el Señor..
3. Ha pasado de muerte a vida.
3. Ha pasado de muerte a vida.
Hermanos y amigos, él hombre si cristo vive en pecado, se deleita del pecado, y por lo tanto también recibe las consecuencias de su pecado:
a. Destituido, separado, apartados terriblemente de Dios.
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
y cuando estamos así, no podemos, hacer nada, buscamos, nos esforzamos, buscamos como avanzar, hacer muchas cosas, pero no logramos nada, porque , estamos separados de Dios, y Jesús dice en Juan 15:5
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
b. También estamos muertos. Romanos 6:23
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Hermanos, el beneficio, la retribución del pecado es muerte.
Muerte física Hebreos 9:27
27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
Muerte segunda o muerte espiritual. Apocalipsis 20.14-15
14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Hermanos, amigos, esa es la condición del hombre sin Cristo, condenado a la muerte física, de la que nadie va escapar, y condenado a la muerte segunda o eterna, de la cual, podemos escapar, si escuchamos, su palabra y creemos en él.
Pero también la muerte espiritual, se aplica a la vida del hombre y la mujer que sumergidos en el pecado, dominados por él, andan viviendo una vida sin Dios y sin esperanza, Pablo hablando a los creyentes de Éfeso, les dice, que esa era su condición antes de recibir a Cristo.
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
Estábamos muertos sin Cristo, y usted hermanos y amigos están muertos sin cristo, muertos en vida.
Esta es la descripción que hace Rubén Darío en su poema “ Los muertos” :
“ No son los muertos los que, en dulce calma, la paz disfrutan de la tumba fría; muertos son los que tienen muerta el alma y aún viven todavía”
Pero hermanos, hermanas, de ahí nos rescató Cristo, y de ahí quiere rescatar a todo hombre y mujer que oiga su palabra y crea en él.
Hermanos, Jesús nos rescató de la muerte, y nos ha dado nueva vida y vida abundante en esta tierra, como lo prometió, en Juan 10:10b “ Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia”
Así que el que oye y cree al que me envió dice el Señor, ha pasado de muerte a vida. Estábamos separados de Dios por el pecado, condenados a vivir una vida triste y si esperanza en esta tierra, condenados a la muerte eterna , pero ahora tenemos una vida abundante en Cristo y también la seguridad de la vida eterna.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Hermanos, hermanas, amigos, ¿ya hemos escuchado el mensaje de salvación, ya hemos escuchado la palabra de Dios?
¿Ya hemos creído en el Señor?
¿Estás viviendo tu vida, como vivo para Cristo y en Cristo?
¿Está viviendo muerto aún por el pecado?
Si tu condición es esta última, ven al Señor esta tarde, él quiere darte vida eterna y vida en abundancia sobre esta tierra.
Vamos a orar.