Jesus sana a un ciego de nacimiento
Juan 9.1-12
Introduccion
El Problema
El proposito
Estas palabras encierran un principio profundo e instructivo. Sin duda, arrojan cierta luz sobre esa gran cuestión: el origen del mal. Dios ha considerado oportuno permitir la existencia del mal a fin de tener una plataforma para mostrar su misericordia, gracia y compasión. Si el hombre no hubiera caído jamás, no habría habido posibilidad de demostrar la misericordia divina. Pero, al permitir el mal, por misterioso que parezca, se han manifestado de forma maravillosa a todas sus criaturas sus obras de gracia, misericordia y sabiduría en la salvación de los pecadores. La redención de la Iglesia de los pecadores elegidos es el medio para que “la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer […] a los principados y potestades” (Efesios 3:10). Sin la Caída, jamás habríamos conocido la Cruz y el Evangelio.