Una redención pública

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Introducción

En estos tiempos de pandemia, puede ser que se nos olvide ciertos temas, que fundamentan nuestras convicciones cristianas.
Este sermón será el penúltimo de la serie que empecé mucho tiempo atrás sobre el libro de Rut. El día de hoy, quiera el Señor, nos ayude ver la gran necesidad de redención que necesita el mundo de sus maldades y de sus pecados.
Nuestro Trino Dios, hizo un pacto para hacer posible esa redención, la cuál hizo pública, para que todos aquellos que al enterarse de esta noticia tengan esperanza de salvación, una salvación para ti, y para mí.
Así que acompáñenme al libro de Rut, capítulo 4, estaremos viendo los versículos del 1 al 12. El título de esta prédica se llama: Una redención Pública.
Veremos sólo dos encabezados:
Una redención planificada y piadosa (Rut: 4.1-6).
Una redención pública (Rut: 4.7-12).
Leamos.
Oremos, para que el Señor nos recuerde lo que Él hizo por nosotros.

Contexto

El último sermón del cap. 3 nos deja en suspenso.
Rut 3.9 NBLH
9 Booz le preguntó: “¿Quién eres?” Y ella respondió: “Soy Rut, su sierva. Extienda, pues, su manto sobre su sierva, por cuanto es pariente cercano.”
Rut 3.12–13 NBLH
12 “Ahora bien, es verdad que soy pariente cercano, pero hay un pariente más cercano que yo. 13 “Quédate esta noche, y cuando venga la mañana, si él quiere redimirte, bien, que te redima. Pero si no quiere redimirte, entonces, como que el Señor vive, yo te redimiré. Acuéstate hasta la mañana.”
Rut 3.18 NBLH
18 Entonces Noemí dijo: “Espera, hija mía, hasta que sepas cómo se resolverá el asunto; porque este hombre no descansará hasta que lo haya arreglado hoy mismo.”
- Hay una esperanza de un “hoy”. Noemí y Rut, esperando la respuesta.
Aquí inicia nuestro mensaje de hoy:

1. Una redención planificada y piadosa (Rut: 4.1-6).

Rut 4.1 NBLH
1 Booz subió a la puerta y allí se sentó, y cuando el pariente más cercano de quien Booz había hablado iba pasando, le dijo: “Oye, amigo, ven acá y siéntate.” Y él vino y se sentó.
El versículo uno nos habla de la forma en cómo Booz estaba cumpliendo su promesa hecha a Rut. En esos tiempos la manera de encontrarse con alguien era, necesariamente ir al lugar por donde pasaban todos, y esperar. Esperar que la persona a quien buscábamos pase por ahí para poder hablar con ella.
En nuestros tiempos lo que hacemos es Whatsapperanos o telegramearnos para encontrarnos, nos llamamos por teléfono o nos mensajeamos.
Después de cierta espera (no sabemos cuánto), aparece aquel pariente que Booz había mencionado en Rut 3.12.
Era costumbre en esos tiempos que los acontecimientos morales y algunos importantes se desarrollaran en la puerta de la ciudad (Dt 21:19, 22:15; Jos 20:4) y, también para tramar algo malo (2 Sam. 15.2).
Es curioso, que en este libro corto, tenemos los nombres de todos los personajes, pero llegamos al capítulo 4 y nos encontramos con la designación de pariente más cercano como: Fulano (“amigo” en versiones más modernas), y esta palabra en su original hebreo significa: Fulano (el “sin nombre), así que aquí hay una de dos opciones:
El autor no conocía el nombre del pariente.
El autor no quiso colocar el nombre del pariente.
El comentarista puritano Matthew Henry escribe sobre este episodio:
En cuanto a la extraña expresión “fulano” del versículo 1, lo más probable es que Booz lo llamara por su nombre, siendo este un pariente cercano. Pero el redactor del libro omitió ese nombre.
Ya fuese por serle desconocido, como opinan algunos, o ya fuese por no merecer la pena de citarlo a causa de su egoísmo y tacañería, al rechazar casarse con Rut.
Todo apunta a que es la segunda opción.
Rut 4.6 NBLH
6 Y el pariente más cercano respondió: “No puedo redimirla para mí mismo, no sea que perjudique mi heredad. Redímela para ti; usa tú mi derecho de redención, pues yo no puedo redimirla.
Rut 4.8 NBLH
8 El pariente más cercano dijo a Booz: “Cómprala para ti.” Y se quitó la sandalia.
Este hombre buscaba ser famoso, ser alguien, tener algo, pues él podía tener la tierra del esposo de Noemí. La actitud final que tuvo frente a no redimir a Rut y a Noemí hizo que su nombre no salga más en la Biblia y que sea llamado: Fulano.
¿Quieres que tu nombre sea olvidado por tu egoísmo y que la historia de tu vida seas descrito como “fulanito de tal”? (que en buen dominicano sería: “cosa”.
Mi querido hermano o hermana, eres como, fulano, cuando dices: voy a hacer como a mi me convenga, si me va a ir bien lo haré, sino no”.
Escribe el pastor Héctor Salcedo en su libro Finanzas Bíblicas, en el capítulo 3 sobre el tipo de persona que ahorra, él dice:
¿Qué piensa de ti la persona que hace negocios contigo?
En el pasado, cuando hacía algún tipo de transacción económica con alguien, mi objetivo era lograr el mejor acuerdo posible para mí. Con el tiempo, me di cuenta de que mi objetivo era incorrecto. Debía procurar más bien que el acuerdo fuere justo para ambas partes, aunque no lograra lo mejor para mí. Dios ha de ser glorificado en nuestras vidas sea que comamos, bebamos o hagamos otra cosa (1 Cor 10:31). (p. 61-32)
Esta acción, de buscar lo justo y no aprovecharse de los demás, hace eco de la enseñanza de Jesús: Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a Su Padre que está en los cielos (Mt. 5:16).
Si esta no es tu actitud al momento de hacer negocios y más ahora con respecto a la oportunidad que existe en esta pandemia, pasarás este mundo en “punta de pies”, desapercibido, siendo un fulano, todos se acordarán de ti como: Fulano, “cosa”.
Por otro lado, puedes imitar el ejemplo de Booz, que es el ejemplo del Señor Jesucristo, el de la entrega y del sacrificio por los más débiles y marginados.
9 Entonces Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: “Ustedes son testigos hoy que he comprado de la mano de Noemí todo lo que pertenecía a Elimelec y todo lo que pertenecía a Quelión y a Mahlón.
10 “Además, he adquirido a Rut la Moabita.
Fulano o Booz ¿A quién quieres parecerte?
Paradoja de la vida cristiana: El que ama su vida, la perderá, pero el que la aborrece, para vida eterna la salvará.
Booz es muy inteligente, al saber cómo presentarle propuesta a Fulano. v.3.

Entonces dijo al pariente más cercano: “Noemí, que volvió de la tierra de Moab, tiene que vender la parte de la tierra que pertenecía a nuestro hermanoa Elimelec.

4 “Y pensé informarte, diciéndote: ‘Cómprala en presencia de los que están aquí sentados, y en presencia de los ancianos de mi pueblo. Si la vas a redimir, redímela; y si no, dímelo para que yo lo sepa; porque no hay otro aparte de ti que la redimaa, y yo después de ti.

Primero, le presenta las tierras (parcela), recuerden que Dios estaba bendiciendo la tierra (había acordado de Su Pueblo para darles pan).
Fulano: Yo redimiré. Asunto arreglado, debió haber pensado fulano. Me quedo con la ancianita Noemí y tengo tierra que dará buenos frutos, esto será herencia para mis hijos. Cuenta conmigo Booz, yo redimiré.

El dijo: “La redimiré.”

El hecho de que seamos mansos, como nos mandó Jesús, no quiere decir que seamos mensos. Miren la inteligencia de Booz:
Si tú renuncias (Rut 4.3), no tengas remordimiento, yo puedo redimir después de ti.

Si la vas a redimir, redímela; y si no, dímelo para que yo lo sepa; porque no hay otro aparte de ti que la redimaa, y yo después de ti.’

Sumado a las tierra y a la anciana Noemí, este fulano debe casarse con Rut: “Ay”, debió haber pensado este personaje. El beneficio ha desaparecido, porque según la ley del levirato, al casarse con ella y tener hijos, la tierra seguía siendo posesión de la esposa viuda y su descendencia. Después de todo, no había tal beneficio.
En realidad todo era un acto de misericordia.
Rut 4.6 NBLH
6 Y el pariente más cercano respondió: “No puedo redimirla para mí mismo, no sea que perjudique mi heredad. Redímela para ti; usa tú mi derecho de redención, pues yo no puedo redimirla.
Tan rápido como dice que sí, ahora dice que no.
Hay muchas personas hoy, que se acercan con esa actitud a la vida, al matrimonio y a los hijos. “Si hay algo bueno me interesa, sino, no”.
¿Cuántos se acercan a la iglesia de esta manera?
Voy a acercarme a la iglesia, porque tal vez pueda encontrar amigos, un poco de tranquilidad, tal vez hasta una novia.
Pero cuando empiezas a hablarles acerca de sacrificio, de las responsabilidades, del discipulado, de las funciones como miembros, de los deberes; terminan diciendo: No puedo, mientras piensan: si hubiese beneficios, eso sería mucho mejor.
¿Cuántos se acerca a Dios de esta manera? Si me acerco a Dios ¿Qué recibiré a cambio?
Booz, entonces, redimirá.
Y, no solo por misericordia, sino también por amor a Rut. Ya te puedes imaginar la cara de Booz al escuchar la respuesta del otro pariente.
La Biblia está llena de ejemplos a los cuales no les correspondía el derecho y terminan recibiéndolo, siendo segundos terminan primeros y los primeros terminan apartándose: Orfa y Fulano.
A quienes les correspondía el derecho, terminan cediéndolo: Fulano y Booz, Esaú y Jacob. Recordemos al Rey David (el menor). Aquel que parece que no, termina siendo que sí.
Mira a Jesús, viniendo como un cordero, humilde, manso, bondadoso, un carpintero sin riquezas materiales. Quién hubiera imaginado que este cordero terminaría siendo el León. Viniendo de forma humilde, quién hubiera imaginado que sería exaltado por todos.
Como cristianos, somos lo último de la tierra, despreciados. Pero, No teman, manada pequeña, diría Jesús: Reinarán conmigo en el cielo nuevo y tierra nueva (Luc 12:32).

2. Una redención pública (Rut: 4.7-12)

Entonces realizan el acuerdo.
Las personas que estaba ahí comenzaron a interesarse en la situación que acontecía. Booz dice: A los ancianos y a todo el Pueblo (Rut 4.9).
Rut 4.9-11, es casi la boda. Hay un pacto público.
El pueblo pronuncia 3 bendiciones:
A Rut, que sea una mujer importante como lo fue Raquel y Lea, esposas de Jacob. Que Dios le brinde bendición, fecundidad. Que ella sea como una mujer grande, a pesar de que era moabita, que por la Fe es incluida en el linaje de Jesús.
A ABooz, le desean fuerza, prosperidad, renombre, fama entre todos los habitantes.
A la familia de ambos, que sean como la descendencia de Fares, uno de los hijos de Jacob. Recuerden que de este viene Judá. Que de esta descendencia salga un pueblo, un linaje, una dinastía.
Oh lo que ellos no sabían.
Rut termina siendo una mujer importante dentro del pueblo de Israel, Booz fue prosperado, de la familia viene un gran Pueblo, viene el linaje del rey David, linaje de Reyes: David y Salomón.
Sin embargo, todo lo que estamos hablando apunta a un hombre: Jesucristo, nuestro salvador.
Permítanme, concluir con aplicaciones de la historia del Redentor que fue Booz para Rut y de nuestro Redentor Jesucristo y Su iglesia.
Así como Booz, le dijo a Rut, cuando ella se acercó a él, este le dijo: hoy tendrás tu respuesta.
De la misma manera si te acercas, ahora a Jesús, así como Rut se acerco a Booz para pedirle redención, que la salve Él te dirá: hoy estarás conmigo en el paraíso, hoy. El Señor no se tarda. Hoy es el día de salvación.
Así como Booz se esforzó para darle respuesta a Rut, Cristo se esforzó en hacer todo por nuestra salvación. Tú no tienes que hacer nada, Él ya lo hizo todo, ven y descansa.
Consumado es, misión cumplida, lo he hecho, he comprado a mi pueblo, los he redimido”.
Así como Booz sacrificó su nombre, su herencia personal, también Cristo nos salvó sacrificialmente,
Booz tuvo este acto de misericordia con Rut. Cristo se acerca con esa misericordia a nosotros, no tenía que hacerlo, pero lo hizo.
Así como la unión de Booz y Rut vendría una dinastía de Reyes, de la unión de Cristo y Su iglesia también hay una dinastía de Reyes, pues reinaremos junto con Él en el mundo que está por venir.
Así como Booz voluntariamente redimió a Rut, también Cristo nos redimió voluntariamente.
Él quiso salvarnos y Él nos salvó. Él no estaba obligado a hacerlo, pero lo hizo.
Fulano está en la historia, para que no parezca que Booz era la única opción, y que él tenía la obligación de redimir por ser el única pariente. No. No es “Booz tiene que redimir”, sino es que Booz quiere redimir.
Fulano era el pariente más cercano y tenía el derecho a redimir, Booz era quien seguía en esa lista de parientes de redención, y él quiere y puede redimir.
Así mismo pasa con Cristo, Jesús el Hijo de Dios, él tiene toda la autoridad para redimir, tiene todas las riquezas celestiales, tiene el poder para redimir, Él es bueno, misericordioso, Él quiso redimir.
Por esta razón creo estar cada vez más convencido que el amor, no es solo decisión. El amor es aquel impacto de la bondad de Dios a mi vida que produce decisiones.
Imaginen aquí los esposos, que para el día de su aniversario de bodas van con un presente, con rosas, chocolates y un viaje todo incluido y le dicen a sus esposas: Feliz Aniversario mi amor (mala manera). A lo que sus esposas le dicen: Gracias mi amor, no debías molestarte. Tú respondes: Ah no te preocupes, es mi deber.
No es lo mismo a que tú digas: No tengo más palabras para expresar mi amor por ti, que tengo que materializarlo con algo que te agrada. No será mucho, pero sé que es algo que querías. Así como Jesús nos dejó Su Espíritu Santo y Su Palabra para que nos acordemos de Él, así también te doy esto, porque quiero que recuerdes que te amo con un amor más grande que aquel día que me dijiste que sí.
No es simplemente: tengo que hacerlo es mi deber, es más bien: quiero hacerlo, porque te amo. (1 Corintios 13:3).
No pienses hermano, que Jesús estaba obligado a redimirnos. Él pudo habernos dejado como cierta cantidad de ángeles que no tienen redención, pero él quiso redimirnos por amor, bondad y por Su misericordia.
Así como Rut y Noemí estaban solas y desamparadas, necesitaban un redentor que las salve.
Así somos tú y yo, solos y desamparados, necesitados de un redentor que nos salve de nuestra maldad.
Un redentor que nos redima a cada uno de nosotros y que, además, redima la tierra que está perdida y maldita por causa del pecado del hombre.
Así como Booz hizo pública la redención de Noemí frente al pueblo y delante de la autoridad del pueblo.
Así, también, Jesús hizo un pacto público de la redención de Su iglesia. Jesús hizo un pacto con Dios (Sa 110:1), en el cual nuestra redención era conseguida, porque no hay nadie más grande, para hacer un pacto eterno, solemne e indestructible
¿Cuál es ese pacto?
Pacto de Salvación:
El Padre se comprometía a escoger un pueblo, de todas las naciones, para santificarlo para su Servicio y que lo adorase (y encuentre su placer en ello) por toda la eternidad.
El Hijo se comprometería a hacerse carne (humano), a vivir una vida obediente, a morir en la cruz, REDENCIÓN PÚBLICA, a derramar su sangre, a lavarnos, santificarnos, enseñarnos, amarnos y acompañarnos hasta el fin.
El Espíritu Santo, se comprometía a aplicar esta salvación, a lavar nuestras almas, a darnos un corazón de carne que lata por Dios, a guiarnos hacia la verdad, a cuidar y preservar hasta la última de las ovejas del rebaño de Cristo Jesús.
Dios hizo un pacto con Dios, público. La trinidad cumplió hasta las últimas palabras de cada una de las cosas que se comprometieron a cumplir, y por ello: Las alabanzas serán públicas, enormes y grandes.
Qué redención tan perfecta de la cual estaremos unidos un día:
Apocalipsis 7.9–12 NBLH
9 Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. 10 Clamaban a gran voz: “La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.” 11 Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Estos cayeron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios, 12 diciendo: “¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.”
¿Eres tú uno de estos?
Si no es así:
Así como Rut corrió en la madrugada a Booz para pedirle su redención.
Así también pídele a Dios en oración para que te redima y te salve de la culpa que sientes y tienes por tus maldades, rebelión y pecados.
El que viene a mí, dice Jesús, yo no le hecho fuera.
Que el Dios trino, tenga misericordia de nosotros y nos ayude, a no olvidar o menospreciar esta salvación tan grande que se nos ha ofrecido en el sacrificio de Jesús en la cruz, una redención pública, para que un pueblo lo adore, también, públicamente: con sus palabras y con sus acciones.
Amén.
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