La Plenitud del Evangelio

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Introducción

Uno puedo conocer mucho sobre una persona, solo por escucharla orar.
Su madurez espiritual.
Su relación con Dios.
Su percepción de sí mismo.
Los anhelos de su corazón.
En Efesios 3:14-19 Pablo nos presenta su segunda oración en la Epístola a los Efesios, seguida por una doxología al final (vv20-21).
De manera “no intencional”, Pablo nos da una mirada a su corazón, en esta oración.
“No intencional” porque, aunque no era la intension de Pablo, sí era la intención del Espiritu Santo.

Bosquejo

Ephesians 3:14–21 RVR60
14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

El Contenido de la Oración de Pablo

La Epístola a los Efesios contiene dos (2) oraciones:
Efesios 1:15-23 - Pablo le pide a Dios que ilumine el entendimiento de su audiencia, para que entienden la grandeza del poder de Dios que levantó a Cristo de los muertos, y esta obrando en nosotros.
Efesios 3:14-19 - Pablo le pide a Dios que fortalezca el “hombre interior”, para que firmes en el Amor de Cristo, puedan entender y experimentar el inmensurable amor de Cristo.
Aunque ambas oraciones cumplen propósitos distintos, es inevitable ver la pasión y entrega que Pablo demuestra en esta segunda oración.
La oración final, vs. la oración inicial de un predicador.
Esto queda evidenciado en los primeros dos (2) versículos.

La Presentación (vv14-15)

Ephesians 3:14–15 RVR60
14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,
“Por esta causa...” - Pablo retoma la conversación que inicio en Efesios 4:1.
“Doblo mis rodillas ante el Padre...”
Era la costumbre de los Judíos orar de pie.
Ejemplo - En la parabola del Fariseo & Publicano, ambos aparecen orando de pie (Lucas 18:9-14)
Ejemplo - Fariseos que “aman orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles… para ser vistos” Mt 6.5.
Orar de rodillas no era extraño, sino inusual. Tal postura representaba gran humillación delante de Dios.
Salomon se arrodilló en la dedicación del Templo - 1 Reyes 8:54
Esteban estaba de rodillas al momento de su martirio - Hechos 7:60
Cuando Pablo se despidió de los Ancianos de Efeso, antes de ir a Jerusalem - hHechos 20.36
Jesus oró arrodillado en el Jardín de Getsemani - Lucas 22:41
“Que Pablo indicase que él doblaba sus rodillas, no era para sonar más convincente. Ahora Pablo esta orando, con una corazón lleno y una mente cargada de las verdades que ha venido exponiendo en los capítulos 1-3.
Por causa del Evangelio del cual fuimos elegidos para creer, por gracia, desde antes de la fundación del mundo.
Por causa del Poder de Dios que obró en Cristo Jesus, y que esta obrando en nosotros.
Por causa de nuestra Salvación, porque es por gracia y no por obras, para la Gloria de Dios por medio de Cristo.
Por causa del Misterio del Evangelio, que reconcilió a judíos con gentiles, y hombres con Dios.
Por causa de la sabiduría de Dios en hacer a los gentiles, pueblo de Dios y coherederos con todos los santos.
“Por esta causa Pablo dobla sus rodillas delante de Dios...”
En segundo lugar, Pablo dobla sus rodillas delante del Padre, “de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra.”
El concepto de “nombre” en las Escrituras puede significar pertenencia, al igual que parentesco.
Ej. Jesus fue llamado “Hijo de David” (Lucas 18:34)
Por tanto, Pablo no esta diciendo que todas las familias de la creación, pertenecen a la familia de Dios. Pablo deja esto claro en Efesios 2:12,19.
Ephesians 2:12 RVR60
12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Ephesians 2:19 RVR60
19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
Lo que Pablo esta diciendo es que, toda familia en los cielos y en la tierra toman prestado de Dios, quien es el Padre por excelencia. Jesus afirmó esta verdad en el Sermón del Monte.
Matthew 7:9–11 RVR60
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Esto hace sentido cuando examinamos la petición de Pablo al Padre.
“Pablo desborda su corazón delante del Padre en oración, y Pablo sabe que su petición no será en vano, pues Pablo apela al Padre por excelencia. Aquel que anhela hacerle bien a sus hijos.

La Petición (vv16-19)

Ephesians 3:16–19 RVR60
16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Al igual que la primera oración de Pablo (Efesios 1:15-23), podemos ilustrar esta oración como una escalera compuesta de tres (3) pasos.
Cada peldaño nos acerca más al corazón de Pablo, en esta oración.

Fortalecimiento de Cristo en Nuestros Corazones

El primer escalón esta compuesto de dos materiales distintos, los cuales a su vez, son un solo escalón.
Pablo le pide a Dios lo siguiente:
El fortalecimiento del hombre interior por su Espiritu. (v16)
El fortalecimiento de la presencia de Cristo de nuestros corazones. (v17)
Ambas peticiones se refieren a la misma realidad: la obra de Cristo en nosotros.
En los escritos paulinos, el “hombre interior” hace referencia a la parte espiritual de nuestro ser. En contraste con el hombre exterior, que representa nuestro cuerpo y apariencia física.
Cristo es la fuente de vida, de nuestro “hombre interior”, pues “él os dio vida (espiritual) a vosotros, cuando estabais muertos (espiritual) en vuestros delitos y pecados.” (Ef 2.1)
Nótese que este fortalecimiento es por obra del Espiritu Santo (v16).
Cuando nuestro “hombre interior” es fortalecido por medio de Cristo, los deterioro del “hombre exterior” son irrelevante.
Fíjese como Pablo lo describe en 2 Cor. 4:16.
2 Corinthians 4:16 RVR60
16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
Ejemplo: Cuerpo de joven con huesos de anciano, vs. Cuerpo de anciano con huesos de jóvenes.
¿Cómo puede Cristo fortalecerse en mi vida? Por fe.
Fe en que el Padre nos ha dado a su Hijo.
Fe en que el Padre quiere darnos más de su Hijo.
Fe en que el Padre quiere darnos más de su Hijo, por los medio de gracia que Él ha establecido.

Entendimiento del Amor de Cristo

Lamentablemente muchos Cristianos hoy en día, apelan al poder de un Dios que no conocen. Viven en “victoria” pero no conocen sobre qué han tenido victoria. Se aferran a las promesas de Dios, que no entienden.
Pablo le pide a Dios que Cristo sea fortalecido en su audiencia, con el fin de que su audiencia conozca mejor a Cristo.
Específicamente, el amor de Cristo.
Pablo hace un enfoque especial en el deseo que tiene que su audiencia pueda tener un conocimiento pleno del amor de Cristo (v18). Pablo describe este amor de dos formas:

Comprensible

Aquellos en quienes Cristo habita, tambien habita el amor de Cristo.
Algunas personas han tratado de alegorizar el versículo 18. Es suficiente señalar que, lo que el Apóstol esta tratando de comunicar, es la inmensurable extension del amor de Dios.
Pablo no esta hablando de un amor “Juan 3:16.
Sino de un amor que se extiende en todos los rincones de nuestra vida.
En nuestras victorias y fracasos, ahi esta el amor de Dios.
En nuestra salud y enfermedad, ahi esta el amor de Dios.
En nuestras riquezas y pobrezas, ahi esta el amor de Dios.
En la justicia, como en la injusticia, ahi esta el amor de Dios.
El Cristiano tiene la capacidad y el deber de explorar las profundidades del amor de Cristo.
Pablo nos exige dos requisitos para poder entender esta inmensidad del amor de Dios:
Debemos estas “arraigados” y “cimentados” en el amor de Cristo (v17).
Ambas metáforas hablan de firmeza y soporte.
Pero este soporte esta en el amor de Cristo, en la manifestación de amor por excelencia: la Cruz.
Lo que Pablo nos esta diciendo es esto: solamente por medio del Evangelio, el amor de Dios hace sentido.
Solamente podemos comprender a cabalidad el amor de Dios, en comunión “con todos los santos” (v18).
Ciertamente podemos aprender algo del amor de Cristo en nuestra intimidad.
Pero solo en presencia del pueblo de Dios, seremos “plenamente capaces” de entender el amor de Cristo.
Porque la Iglesia es la extensión del amor de Dios, aquí en la Tierra.

Incomprensible

Al mismo tiempo, Pablo afirma que el amor de Cristo, excede “todo conocimiento”. (v19)
Mucho se puede decir sobre esta frase, pero basta recordar aquel “corito” de escuela dominical.
Corito: "El Amor de Dios Maravilloso es Maravillo.”
“Sugerir conocer algo que “excede a todo conocimiento” is ser deliberadamente paradójico; pero sin importar lo mucho que uno llega a conocer del amor de Cristo, siempre hay algo mas que conocer: es inagotable.” - Bruce, F. F.
“El amor de Cristo es tan desconocido como sus riquezas son inescrutables (v8).” - John Stott

Llenura de la Plenitud de Dios.

Ephesians 3:19 RVR60
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Este es el ultimo peldaño de la escalera, y en cierta forma, el más importante.
“El propósito de que tengamos un mejor entendimiento del inmensurable amor de Cristo, por medio del fortalecimiento de nuestro hombre interior en Cristo, es para que seamos llenos de toda la plenitud del Dios, por medio de Cristo.”
La plenitud de nuestra vida esta en conocer y ejercitarnos en el Evangelio de Cristo.
El Apóstol, en su Epístola a los Colosenses abunda más sobre esto:
Colossians 2:9–10 RVR60
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
La Plenitud de Dios habita en Cristo.
Los que tienen a Cristo, tienen la Plenitud de Dios.
Los que tienen la Plenitud de Dios, ¡no le hace falta nada! (“y vosotros estáis completos en él”)
¿Qué implicaciones tiene esto en nuestra vida convencional?
Tomemos por ejemplo: Nuestra Imagen Personal.
Vivimos en un mundo saturado con altas expectativas sobre lo que significa ser “bonita”.
Expectativas que nos llevan a tomar medidas drásticas para “mantener el paso”.
Expectativas, que cuando entendemos que no podemos alcanzarlas, renunciamos a todas por completo.
El Evangelio viene y nos dice: “Tu valor, no esta en tu imagen, pues aun cuando estabas muertas en tus delitos y pecados, te amé.”
El Evangelio nos libra de perseguir los estándares seculares.
Pero tambien nos brinda, otro set de expectativas, dígase, ser sabios mayordomos de nuestros cuerpos, que son Templos del Espiritu Santo.
Tomemos otro ejemplo: El Exito Laboral.
Nuestros corazones están inclinados al orgullo. Anhelamos alcanzar nuestras metas, en gran parte, porque queremos demostrar, a nosotros y todo el mundo, que lo hicimos sin ayuda de nadie.
Pero creernos invencibles, no es lo mismo que ser invencibles.
Pronto nos damos cuenta que:
No importa lo alto que lleguemos, siempre habrá alguien más alto que nosotros.
O, no logramos lo que nos propusimos, y caemos en un vacío existencial.
El Evangelio viene y nos dice: “A Dios no tienes que demostrarle nada, tampoco puedes.”
El Evangelio nos recuerda que todo lo que tenemos es por gracia.
Y que nuestro desempeños laboral, no debe perseguir mi gloria, sino la Gloria de Cristo.
¡Es, entonces, el Evangelio de Cristo, la clave para vivir la vida a plenitud! Porque la vivimos, no para nosotros, sino para la Gloria de Cristo.

La Alabanza (v20-21)

Pablo concluye aquí, su exposición doctrinal de la Epístola a los Efesios. Pero no puede seguir adelante sin primero adorar a aquel que ha hecho todo esto posible: Dios.
Ephesians 3:20–21 RVR60
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
“Nuestra adoración debe nacer de una mente saturada con la Palabra de Dios, y un corazón desbordado de agradecimiento a Dios.”
Posiblemente sus lectores, al igual que nosotros, quedaron perplejos ante toda la demostración del Poder y la Gracia de Dios en salvarnos. Más aun, ante la oración final de Pablo, pues las expectativas están alta.
A ellos y a nosotros, las Palabras del versículo 20 son como miel a nuestro paladar.
A Dios sea la Gloria en la iglesia, y en Cristo. (John Stott)
En el cuerpo y en la cabeza.
En la novia y el novio.
En la comunidad de paz, y en el hacedor de paz.
¡Amen!
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